junio 29, 2010

Hitchcock: Saboteur

Seguimos con las películas de Hitchcock y esta vez le dedico este espacio a una obra poco conocida y en ocasiones incluso confundida con una película anterior: Saboteur. Filmada en 1942, esta película suele ser confundida con Sabotage, realizada seis años antes, sobre todo considerando que aquella fue mucho mejor apreciada por la crítica.

Hitchcock siempre se las arregló para que su trabajo fuese lo menos político posible, pero una vez que estalló la Segunda Guerra Mundial era imposible que pudiese hacer de cuenta como que nada ocurría, sobre todo tratándose de un ciudadano británico estacionado bajo contrato en suelo americano mientras su país era asolado por los bombardeos alemanes, y Saboteur es una de las películas que más claro retratan el momento en que fueron filmadas.

Sin embargo, el contexto de la guerra pasa a segundo plano, limitándose a algunas menciones de los japoneses y de el conflicto en Europa, pero dejando que la historia fluya sin demasiadas anotaciones, permitiendo que el espectador complete mentalmente el subtexto en que se desarrolla la historia.

Saboteur (Saboteador) cuenta la historia de Barry Kane (Robert Cummings), un trabajador en una planta de aviones militares quien es falsamente acusado de haber provocado un incendio con el fin de sabotear los esfuerzos de la industria norteamericana por producir armamento para el conflicto en ambos frentes. Al darse cuenta de que nunca logrará convencer a las autoridades de su inocencia, Kane decide escapar y tratar de hallar por su cuenta a Frank Fry (Norman Lloyd), el hombre que él sabe responsable del atentado. En su escapada es asistido por un chofer de camión y después por un músico ciego, quien lo pone en manos de su sobrina Patricia (Priscilla Lane). La joven no confía en él y en principio está determinada a entregarlo a las autoridades, aunque poco a poco se va ganando primero su confianza y después su afecto.

Kane descubre que la cantidad de conspiradores y traidores es más grande de lo que esperaba, y que se encuentran en todo estrato social y económico, lo que dificulta aún más sus intenciones de detenerlos al tiempo que limpia su nombre.

La película cierra con una impresionante escena en la estatua de la libertad que resulta mucho más espectacular de lo que uno pudiese esperar de una producción que solo tenía a su disposición los limitados recursos de efectos especiales disponibles en 1942.

Al ver varias películas de Hitchcock en un relativamente corto periodo de tiempo empiezan a hacerse notar ciertos patrones: sus héroes son morenos, idealistas y afables, lo que ahora llamaríamos "chapados a la antigua", en tanto que sus heroínas son mayormente rubias, desinhibidas, independientes y de carácter fuerte. En general, los guiones de la época no se preocupaban demasiado del desarrollo de personajes, así que esta aparente estereotipación de los personajes no es extraña. Para Hitchcock lo más importante es la historia y la forma de contarla, así que se limita a utilizar la conocida fórmula de usar personajes ordinarios y colocarlos en situaciones extraordinarias, pero lo hace como pocos realizadores son capaces.

Mientras buscaba información sobre la película me di cuenta de que Saboteur es una película injustamente menospreciada, pues parece ser que la gran mayoría la considera como una obra menor dentro de la filmografía de Hitchcock. Supongo que en parte esta poca apreciación se deriva del hecho de que fue producida en una época donde casi todo lo que hacía el rechoncho realizador era considerado una obra maestra, y en parte por la similitud temática que tiene con trabajos tanto anteriores (The 39 Steps) como posteriores (North by Northwest), lo cual puede crear ciertos prejuicios y recelos en contra de esta pieza menos conocida.

Personalmente debo decir que la disfrute bastante, desde el teatral dramatismo presente en muchos de los diálogos hasta la habitual maestría en el montaje de la película, demostrando una vez más la facilidad de Hitchcock para armar mentalmente todas sus obras antes de filmar un solo cuadro. Puede ser que efectivamente se trate de una obra menor en la filmografía de Hitchcock, pero eso sigue poniéndola por encima de muchos trabajos de otros directores. La verdad es que creo que cualquiera interesado en contar historias, sin importar en que medio, se debe a si mismo el echarle un vistazo a la filmografía de Hitchcock. Altamente recomendada.

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