Diez años han pasado desde que Guy Ritchie irrumpiera en la escena cinematográfica mundial con el estreno de Lock, Stock and Two Smoking Barrels. A ese éxito le siguió dos años después Snatch, la que muchos pensaban sería el despegue de su carrera en Hollywood al contar con la participación de Brad Pitt y más presupuesto. Esa película serviría además para lanzar la carrera de Jason Statham como actor protagónico. Luego vino el matrimonio con Madonna y su carrera pareció dar una vuelta y caer en picada tras la realización del cortometraje Star, encargo de la BMW para su serie de cortometrajes promocionales The Hire.
Swept Away convenció a prácticamente todo el mundo de que la prometedora carrera del joven realizador británico no pasaría de ser una promesa. En 2005 realizó Revolver, la cual tuvo una recepción encontrada por parte de la crítica y más fría en taquillas. No se estrenó en México pero parece ser que las distribuidoras tienen la intención de hacerlo en unas cuantas semanas para aprovechar ahora que su nombre parece estar recuperando respeto gracias a RocknRolla, que actualmente está en exhibición en nuestro país.
Evidentemente Ritchie necesitaba un inicio fresco para enderezar el rumbo de su vida y su carrera luego de su divorcio y para ello decidió regresar a sus raíces. Con un elenco lleno de sólidos intérpretes británicos en lugar de estrellas -con las posibles excepciones de Gerard Butler y Thandie Newton- Ritchie ha creado una cinta que puede colocarse junto a Lock, Stock... y Snatch tanto temáticamente como por la calidad de su realización. Retomando los elementos distintivos de aquellos dos trabajos, es decir, ladrones, mafiosos, enredos y humor, RocknRolla parece ser un paso en la dirección correcta rumbo a la rehabilitación artística de Ritchie.
La trama sigue las aventuras de The Wild Bunch, un trío de delincuentes menores dentro del bajo mundo londinense. One-Two (Butler), Mumbles (Idris Elba) y Handsome Bob (Tom Hardy) se meten en problemas al contraer una deuda con Lenny Cole (Tom Wilkinson), un poderoso traficante de influencias que controla todos los movimientos de bienes raíces en Londres. Preocupados por conseguir pronto el dinero para saldar su deuda, One-Two y Mumbles aceptan realizar un robo por encargo, pero lo hacen sin saber que el dinero pertenece a un nuevo socio de Lenny. Una vez que se involucra la mafia rusa y una valiosa pintura desaparece sin rastro alguno, todas las respuestas dependerán de que alguien pueda localizar a una presuntamente fallecida estrella de rock, Johnny Quid (Toby Kebbell).
A partir de ahí toma prominencia la figura de Archie (Mark Strong), ejecutor y mano derecha de Lenny, quien pronto se ve abrumado con la responsabilidad encontrar a Johnny, recuperar la pintura, descubrir al soplón que parece estar delatando a sus complices y asociados, y desenredar el problema con los rusos. Ritchie hace lo que mejor sabe, mezclando acción, enredos y humor con un ritmo ágil y dinámico, destacando particularmente el uso de la música para acentuar las acciones, editando su película de acuerdo a la música empleada en cada escena. La película no es perfecta, claro, pues tiene algunos detalles en el guión que parecen haber dado vueltas innecesarias a la trama y que pudieron haber sido resueltos de una forma más simple.
Sin embargo, creo que los fans de Ritchie pueden estar tranquilos sabiendo que su carrera no está terminada todavía y yo puedo confiadamente recomendar RocknRolla a todos los fans del cine de aventuras y humor, especialmente a fans de directores como Ritchie o Tarantino. Ahora solo resta saber si es capaz de trabajar con elementos diferentes a los que componen su trilogía del bajo mundo londinense, para lo cual debiera servir su próxima versión de las aventuras de Sherlock Holmes, misma que actualmente está filmando con Robert Downey Jr en el papel principal. Aún si no resulta bien, aún queda la posibilidad de que se convierta en un director especializado ahora que queda claro que tiene un nicho de mercado bien definido. Al final de RocknRolla se hace una clara mención acerca de que no hemos visto lo último de sus personajes principales.
Swept Away convenció a prácticamente todo el mundo de que la prometedora carrera del joven realizador británico no pasaría de ser una promesa. En 2005 realizó Revolver, la cual tuvo una recepción encontrada por parte de la crítica y más fría en taquillas. No se estrenó en México pero parece ser que las distribuidoras tienen la intención de hacerlo en unas cuantas semanas para aprovechar ahora que su nombre parece estar recuperando respeto gracias a RocknRolla, que actualmente está en exhibición en nuestro país.
Evidentemente Ritchie necesitaba un inicio fresco para enderezar el rumbo de su vida y su carrera luego de su divorcio y para ello decidió regresar a sus raíces. Con un elenco lleno de sólidos intérpretes británicos en lugar de estrellas -con las posibles excepciones de Gerard Butler y Thandie Newton- Ritchie ha creado una cinta que puede colocarse junto a Lock, Stock... y Snatch tanto temáticamente como por la calidad de su realización. Retomando los elementos distintivos de aquellos dos trabajos, es decir, ladrones, mafiosos, enredos y humor, RocknRolla parece ser un paso en la dirección correcta rumbo a la rehabilitación artística de Ritchie.
La trama sigue las aventuras de The Wild Bunch, un trío de delincuentes menores dentro del bajo mundo londinense. One-Two (Butler), Mumbles (Idris Elba) y Handsome Bob (Tom Hardy) se meten en problemas al contraer una deuda con Lenny Cole (Tom Wilkinson), un poderoso traficante de influencias que controla todos los movimientos de bienes raíces en Londres. Preocupados por conseguir pronto el dinero para saldar su deuda, One-Two y Mumbles aceptan realizar un robo por encargo, pero lo hacen sin saber que el dinero pertenece a un nuevo socio de Lenny. Una vez que se involucra la mafia rusa y una valiosa pintura desaparece sin rastro alguno, todas las respuestas dependerán de que alguien pueda localizar a una presuntamente fallecida estrella de rock, Johnny Quid (Toby Kebbell).
A partir de ahí toma prominencia la figura de Archie (Mark Strong), ejecutor y mano derecha de Lenny, quien pronto se ve abrumado con la responsabilidad encontrar a Johnny, recuperar la pintura, descubrir al soplón que parece estar delatando a sus complices y asociados, y desenredar el problema con los rusos. Ritchie hace lo que mejor sabe, mezclando acción, enredos y humor con un ritmo ágil y dinámico, destacando particularmente el uso de la música para acentuar las acciones, editando su película de acuerdo a la música empleada en cada escena. La película no es perfecta, claro, pues tiene algunos detalles en el guión que parecen haber dado vueltas innecesarias a la trama y que pudieron haber sido resueltos de una forma más simple.
Sin embargo, creo que los fans de Ritchie pueden estar tranquilos sabiendo que su carrera no está terminada todavía y yo puedo confiadamente recomendar RocknRolla a todos los fans del cine de aventuras y humor, especialmente a fans de directores como Ritchie o Tarantino. Ahora solo resta saber si es capaz de trabajar con elementos diferentes a los que componen su trilogía del bajo mundo londinense, para lo cual debiera servir su próxima versión de las aventuras de Sherlock Holmes, misma que actualmente está filmando con Robert Downey Jr en el papel principal. Aún si no resulta bien, aún queda la posibilidad de que se convierta en un director especializado ahora que queda claro que tiene un nicho de mercado bien definido. Al final de RocknRolla se hace una clara mención acerca de que no hemos visto lo último de sus personajes principales.
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