Este fin de semana se estrena finalmente The Amazing Spider-Man 2 en los Estados Unidos, aunque en distintas partes del mundo, incluyendo México, se estrenó hace ya un par de semanas, así que me disculpo por la tardanza en publicar esta reseña. Por otro lado, considerando lo abandonado que he tenido este blog, probablemente nadie esperaba llegar a leerla.
Para esta segunda entrega de la franquicia, Marc Webb regresa como director para trabajar una vez más sobre una historia de James Vanderbilt, quien en esta ocasión recibe apoyo/correcciones de Roberto Orci y Alex Kurtzman para contar las continuas aventuras de Peter Parker, el Asombroso Hombre Araña.
Con la mayor parte del elenco también de regreso, esta película eleva el nivel de intensidad, ofreciendo un poco más de acción que su antecesora, pero también incrementando el drama que es parte integral de la vida del popular y juvenil héroe.
Aquí vemos a Peter Parker (Andrew Garfield) más confiado y seguro en su papel de héroe, pero que sigue teniendo problemas en su relación personal con Gwen Stacy (Emma Stone), sobre todo por el sentimiento de culpa que lo agobia por la promesa que hizo a su padre antes de que este muriese, cuando se comprometió a no permitir que ella fuera puesta en riesgo por su doble vida. Ese conflicto emocional es el centro de la historia de The Amazing Spider-Man 2 pero, fiel a la tradición iniciada por Stan Lee para nuestro héroe, incluye múltiples complicaciones más.
Desde la película anterior se hizo énfasis en establecer a Oscorp, la compañía fundada por Norman Osborn (Chris Cooper) como parte importante en la historia, y aquí se trabaja bajo la misma línea. Max Dillon (Jamie Foxx) es un ingeniero eléctrico introvertido e inseguro, que es abusado por sus superiores. Forzado a hacer algunas reparaciones de último momento sin asistencia alguna o las medidas de seguridad necesarias, Max es víctima de un accidente que le proporciona poder más allá de sus sueños.
Decidido a utilizar este nuevo poder para asegurarse que el mundo deje de menospreciarlo e ignorarlo, Max intenta absorber energía de la red eléctrica de Manhattan, poniendo en riesgo a los habitantes de la Gran Manzana y provocando la intervención de nuestro héroe.
Convencido de que lo único que Spider-Man pretende es robarle su recién ganada notoriedad, Max se deja llevar por la frustación embotellada a lo largo de los años. Ésta es aprovechada también por Harry Osborn (Dane Deehan), heredero de Norman, quien tiene sus prpios motivos para acusar a Spider-Man de ser un egoísta arrogante, y le propone unir fuerzas para destruirlo.
Si tener que lidiar con los egos lastimados de dos peligrosos sociópatas al tiempo que intenta salvar su relación sentimental no fuese suficiente, Peter también sufre mientras intenta develar el misterio tras la repentina salida de su vida de sus padres, lo que lo lleva a una emocional discusión con la Tía May (Sally Fields) en busca de develar los secretos de su pasado de una vez por todas y sin importar las consecuencias. ¿Puede el héroe mantener su cordura y evitar que su vida se caiga a pedazos en medio de tantos conflictos?
He de decir que la película me agradó bastante. No es ningún secreto que Spider-Man es mi héroe favorito desde hace casi treinta años, y como aficionado al personaje tengo que decir que estoy impresionado y emocionado por la forma en que Webb y compañía han podido capturar la esencia del personaje más allá de todas las licencias que se han tomado al adaptar su mitología para la pantalla grande. El idealismo y optimismo que son la característica principal del personaje son retratadas fielmente, al igual que su inquebrantable sentido de la responsabilidad, cono todo y esa tendencia a convertirlo en una malsana obsesión con asignarse culpas que no le corresponden.
He escuchado y leído muchas quejas acerca del tiempo que se dedica en pantalla a lidiar con el drama de su relación con Gwen, y no puedo evitar sonreir al pensar que la gente que piensa que eso va en contra de lo que es el personaje en las páginas del comic, jamás ha leído las aventuras del personaje contadas por Stan Lee y Steve Ditko hace más de cinco décadas.
El drama sentimental y la ansiedad adolescente son una parte integral de Peter Parker, y aun si estoy en la minoría, me gusta ver que ese aspecto del personaje haya sido respetado en esta versión cinematográfica, por mucho que por momentos alcance tintes telenovelescos.
El trabajo de caracterización que Marc Webb logra con el apoyo de sus actores, en particular Garfield, Stone y Fields, es sobresaliente, y sigue pensando que fue precisamente su habilidad para dar profundidad a sus personajes que fue elegido para encabezar el reboot de las aventuras de Spidey, aun a pesar de jamás haber trabajado en nada que pudiera indicar un interés en hacer cine de aventuras, acción y/o superhéroes. También destaca el trabajo de Dane Dehaan, quien se roba cada una de las escenas en que participa.
Me gustó también el manejo del humor en la película, pues es otro de los sellos característicos del personaje, y quien no lo crea es que realmente no ha leído o no ha puesto suficiente atención a los comics. Y si bien mi entusiasmo pudiera apuntar a que se trata de una película perfecta, la verdad es que no lo es. Tal vez su mayor problema sea que no tiene un ritmo narrativo balanceado, volviéndose demasiado lenta en algunas partes y un tanto acelerada en otras, pero a pesar de ello creo que al final sale bien librada equilibrando de una manera positiva sus elementos de comedia, drama, romance y acción.
En el último de esos aspectos, creo que también es necesario hablar del trabajo de coreografías y el diseño de las secuencias de acción. Si bien hay una gran cantidad de material generado por computadora (mismo que, por cierto, se ve espectacular en 3D, sobre todo si tienen portunidad de ver la película en una pantalla IMAX o Macro XE), hay muchas otras partes donde se utilizó a un acróbata y practicante regular de parkour, dotando de naturalidad a muchas de las proezas físicas que Spidey ejecuta de manera regular en las escenas que no son de pelea.
En términos generales, la película me gustó mucho, más que la entrega anterior, y me hace pensar que todavía hay mucho por sacarle a esta versión del personaje. Tan es así, que además de confirmar que habrá una cuarta película en adición a las tres que se tenían anunciadas, Sony Pictures trabaja ya además en dos proyectos derivados, Venom, y The Sinister Six, con al menos uno de los dos teniendo su origen en escenas que vimos en esta película.
En conclusión, The Amazing Spider-Man 2 es una entretenida y sentimental película de superhéroes, capaz de emocionar y frustrar, de hacer reir o incluso llorar a la audiencia, y me parece que cualquier producto capaz de provocar reacciones sentimentales es porque algo está haciendo bien. Película altamente recomendada para público de todas las edades.
Para esta segunda entrega de la franquicia, Marc Webb regresa como director para trabajar una vez más sobre una historia de James Vanderbilt, quien en esta ocasión recibe apoyo/correcciones de Roberto Orci y Alex Kurtzman para contar las continuas aventuras de Peter Parker, el Asombroso Hombre Araña.
Con la mayor parte del elenco también de regreso, esta película eleva el nivel de intensidad, ofreciendo un poco más de acción que su antecesora, pero también incrementando el drama que es parte integral de la vida del popular y juvenil héroe.
Aquí vemos a Peter Parker (Andrew Garfield) más confiado y seguro en su papel de héroe, pero que sigue teniendo problemas en su relación personal con Gwen Stacy (Emma Stone), sobre todo por el sentimiento de culpa que lo agobia por la promesa que hizo a su padre antes de que este muriese, cuando se comprometió a no permitir que ella fuera puesta en riesgo por su doble vida. Ese conflicto emocional es el centro de la historia de The Amazing Spider-Man 2 pero, fiel a la tradición iniciada por Stan Lee para nuestro héroe, incluye múltiples complicaciones más.
Desde la película anterior se hizo énfasis en establecer a Oscorp, la compañía fundada por Norman Osborn (Chris Cooper) como parte importante en la historia, y aquí se trabaja bajo la misma línea. Max Dillon (Jamie Foxx) es un ingeniero eléctrico introvertido e inseguro, que es abusado por sus superiores. Forzado a hacer algunas reparaciones de último momento sin asistencia alguna o las medidas de seguridad necesarias, Max es víctima de un accidente que le proporciona poder más allá de sus sueños.
Decidido a utilizar este nuevo poder para asegurarse que el mundo deje de menospreciarlo e ignorarlo, Max intenta absorber energía de la red eléctrica de Manhattan, poniendo en riesgo a los habitantes de la Gran Manzana y provocando la intervención de nuestro héroe.
Convencido de que lo único que Spider-Man pretende es robarle su recién ganada notoriedad, Max se deja llevar por la frustación embotellada a lo largo de los años. Ésta es aprovechada también por Harry Osborn (Dane Deehan), heredero de Norman, quien tiene sus prpios motivos para acusar a Spider-Man de ser un egoísta arrogante, y le propone unir fuerzas para destruirlo.
Si tener que lidiar con los egos lastimados de dos peligrosos sociópatas al tiempo que intenta salvar su relación sentimental no fuese suficiente, Peter también sufre mientras intenta develar el misterio tras la repentina salida de su vida de sus padres, lo que lo lleva a una emocional discusión con la Tía May (Sally Fields) en busca de develar los secretos de su pasado de una vez por todas y sin importar las consecuencias. ¿Puede el héroe mantener su cordura y evitar que su vida se caiga a pedazos en medio de tantos conflictos?
He de decir que la película me agradó bastante. No es ningún secreto que Spider-Man es mi héroe favorito desde hace casi treinta años, y como aficionado al personaje tengo que decir que estoy impresionado y emocionado por la forma en que Webb y compañía han podido capturar la esencia del personaje más allá de todas las licencias que se han tomado al adaptar su mitología para la pantalla grande. El idealismo y optimismo que son la característica principal del personaje son retratadas fielmente, al igual que su inquebrantable sentido de la responsabilidad, cono todo y esa tendencia a convertirlo en una malsana obsesión con asignarse culpas que no le corresponden.
He escuchado y leído muchas quejas acerca del tiempo que se dedica en pantalla a lidiar con el drama de su relación con Gwen, y no puedo evitar sonreir al pensar que la gente que piensa que eso va en contra de lo que es el personaje en las páginas del comic, jamás ha leído las aventuras del personaje contadas por Stan Lee y Steve Ditko hace más de cinco décadas.
El drama sentimental y la ansiedad adolescente son una parte integral de Peter Parker, y aun si estoy en la minoría, me gusta ver que ese aspecto del personaje haya sido respetado en esta versión cinematográfica, por mucho que por momentos alcance tintes telenovelescos.
El trabajo de caracterización que Marc Webb logra con el apoyo de sus actores, en particular Garfield, Stone y Fields, es sobresaliente, y sigue pensando que fue precisamente su habilidad para dar profundidad a sus personajes que fue elegido para encabezar el reboot de las aventuras de Spidey, aun a pesar de jamás haber trabajado en nada que pudiera indicar un interés en hacer cine de aventuras, acción y/o superhéroes. También destaca el trabajo de Dane Dehaan, quien se roba cada una de las escenas en que participa.
Me gustó también el manejo del humor en la película, pues es otro de los sellos característicos del personaje, y quien no lo crea es que realmente no ha leído o no ha puesto suficiente atención a los comics. Y si bien mi entusiasmo pudiera apuntar a que se trata de una película perfecta, la verdad es que no lo es. Tal vez su mayor problema sea que no tiene un ritmo narrativo balanceado, volviéndose demasiado lenta en algunas partes y un tanto acelerada en otras, pero a pesar de ello creo que al final sale bien librada equilibrando de una manera positiva sus elementos de comedia, drama, romance y acción.
En el último de esos aspectos, creo que también es necesario hablar del trabajo de coreografías y el diseño de las secuencias de acción. Si bien hay una gran cantidad de material generado por computadora (mismo que, por cierto, se ve espectacular en 3D, sobre todo si tienen portunidad de ver la película en una pantalla IMAX o Macro XE), hay muchas otras partes donde se utilizó a un acróbata y practicante regular de parkour, dotando de naturalidad a muchas de las proezas físicas que Spidey ejecuta de manera regular en las escenas que no son de pelea.
En términos generales, la película me gustó mucho, más que la entrega anterior, y me hace pensar que todavía hay mucho por sacarle a esta versión del personaje. Tan es así, que además de confirmar que habrá una cuarta película en adición a las tres que se tenían anunciadas, Sony Pictures trabaja ya además en dos proyectos derivados, Venom, y The Sinister Six, con al menos uno de los dos teniendo su origen en escenas que vimos en esta película.
En conclusión, The Amazing Spider-Man 2 es una entretenida y sentimental película de superhéroes, capaz de emocionar y frustrar, de hacer reir o incluso llorar a la audiencia, y me parece que cualquier producto capaz de provocar reacciones sentimentales es porque algo está haciendo bien. Película altamente recomendada para público de todas las edades.
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