Después del larguísimo post de ayer me parece que lo más apropiado es que este sea un poco más breve. Al menos para mis estándares.
Ayer se jugó por primera vez un SuperBowl bajo la lluvia. Imagino que ese fue un factor importante para que no hubiera más jugadas espectaculares, como el regreso de patada de Devin Hester, que se convirtió en el primer regreso de patada inicial que terminó en anotación, pero ocurrió antes de que se desatara la lluvia. La defensa de los Potros jugó un gran partido y su ofensiva halló el modo de aprovechar los más de 38 minutos que tuvieron dentro del terreno a la defensiva de los Osos. Y ahí ganaron el partido, pues una vez que quedó claro que la multi-alabada defensa de Chicago no iba a poder contener el ataque de Manning y compañía, la responsabilidad sobre su propio ataque creció. Y ya sabemos que Rex Grossman no juega bien bajo presión.
Grossman cometió pocos errores, pero fueron más que suficientes para cortar las aspiraciones de campeonato de su equipo. Yo mismo lo he criticado mucho, y no porque sea un mal QB, sino porque me parece que no estaba listo para la responsabilidad de ser el líder de un equipo contendiente. Sigo pensando que Lovie Smith cometió un error al no permitir que el veterano Brian Griese tomara las riendas del equipo este año y dudo mucho que lo haga el próximo año. Habrá que ver de que modo Grossman aprende de sus errores para saber si está listo para convertirse en el líder que Chicago necesita.
Peyton Manning fue designado como el MVP del juego pese a no haber tenido una actuación tan brillante o espectacular como muchas otras que hemos atestiguado. Pero fue el líder de su equipo toda la temporada e hizo lo que necesitaba hacer cuando tenía que hacerlo. Habrá quien piense que el premio debió ser para Dominic Rhodes, quien corrió para 113 yardas, o para algún miembro de la defensiva, como Bob Sanders, quien tuvo una intercepción y participó en varias tacleadas importantes, o Dwight Freeney, Robert Mathis o Anthony McFarland, quienes presionaron constantemente a Grossman y pudieron contener al ataque terrestre de Chicago. Pero los Potros ganaron de la mejor manera que se puede en un deporte de conjunto: como equipo, con cada una de sus unidades y jugadores haciendo el mejor trabajo posible y evitando cometer errores en momentos clave. Así que nadie mejor que el líder y capitán del equipo para recibir ese premio.
Con esto cierra la temporada 2006 y empieza el extenso periodo de descanso antes de la temporada 2007. Esta semana espero comentar algunas noticias sobre coaches y jugadores, pero seguramente los posts relacionados con el juego se volverán escasos de aquí al verano. Excepto, claro, por el prometido post sobre los 49ers del 2006 y algo sobre el draft colegial del próximo abril.
Aunque eso no significa que piense bajar el ritmo. Durante el mes de enero escribí exactamente la misma cantidad de entradas (17) que en la segunda mitad del 2006, y no pienso volver a abandonar este blog. No sé cuantos lectores tenga o cuantos me lean de manera regular, pero a aquellos pocos necios que siguen mis balbuceos les puedo asegurar que las actualizaciones serán constantes y la temática más variada.
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