En los últimos años Michael Crichton se ha ido convirtiendo poco a poco en uno de mis autores de ficción favoritos. Descubrí su trabajo del mismo modo que la mayoría de la gente aprendió a identificar su nombre, es decir, por las adaptaciones cinematográficas de sus exitosas novelas, lo que en un principio se convirtió en motivo de prejuicios de mi parte hacia su trabajo. Pueden leer un comentario que escribí en La Hoguera sobre Congo en el que explico la situación en detalle. El caso es que sus novelas siempre han sido muy superiores a las adaptaciones que se han filmado basadas en ellas, desde los más publicitados blockbusters veraniegos, como Jurassic Park o Sphere, hasta las producciones más modestas y cuasi-independientes como The Andromeda Strain (la cual, por cierto, está siendo re-adaptada como miniserie para TV). Quizás la más fiel adaptación que se ha hecho de alguno de sus libros sea Rising Sun, dirigida por Philip Kaufman y protagonizada por Sean Connery y Wesley Snipes.
Timeline es una novela que leí hace unos cuatro años, justo cuando empezaba a promocionarse la película y sobre la que escribí un poco en La Hoguera. La película pasó mayormente desapercibida por los cines de la ciudad y no fue hasta hace algunos meses que encontré el DVD a un precio muy accesible que me decidí a comprar la película. Aún así, no la había visto hasta el pasado fin de semana, ya que el sábado desperté con ganas de ver algo de entretenimiento simple y fácil de digerir y decidí quitarla de la pila de pendientes.
Adaptada por Jeff Maguire y George Nolfi y dirigida por Richard Donner, Timeline cuenta la historia de un equipo de arqueólogos trabajando en una excavación en Francia entre las ruinas de un castillo medieval. Su excavación es patrocinada por una empresa norteamericana de servicios tecnológicos, pero la actitud de sus representantes y el hecho de que parecen saber más que los arqueólogos de la historia y condiciones del lugar provocan la desconfianza del profesor Johnston (Billy Connolly), encargado de la excavación. Decidido a aclarar las cosas cara a cara con su mecenas, el profesor viaja a América para entrevistarse con Robert Doniger (David Thewlis), dueño de la compañía. Al día siguiente sus pupilos consiguen ingresar a una cámara subterránea donde encuentran, entre algunas reliquias de variado valor y/o importancia, un lente aparentemente perteneciente a las gafas del profesor y un mensaje firmado por el propio profesor en el siglo XIV.
Una vez autentificado el origen del lente y el mensaje, el grupo de arqueólogos más cercano al profesor contacta a la gente de Doniger en busca de una explicación. Horas más tarde son llevados en un jet privado hasta la sede de la compañía donde son recibidos con un anuncio sorprendente: el profesor está extraviado en la Francia del siglo XIV y es urgente enviar un equipo a rescatarlo. Aparentemente uno de los más recientes inventos de la compañía tiene un efecto improvisto que permite enviar gente y objetos a un punto específico en el espacio-tiempo, pero el proceso mediante el que eso sucede no está aún del todo claro y no se ha hecho una valoración adecuada de las implicaciones de poder viajar en el tiempo. Tras una rápida preparación se decide enviar a un grupo formado por Andre Marek (Gerard Butler), segundo al mando en el equipo del profesor, Kate Ericson (Frances O'Connor), la persona más familiarizada con el lugar, y a Chris Johnston (Paul Walker), hijo del profesor y pretendiente de Kate, acompañados por el Jefe de Seguridad y otros dos hombres del equipo de Doniger.
Lo que sigue es una serie de entretenidas aunque predecibles aventuras del grupo de arqueólogos perdidos en el pasado, donde aparecen justo en la víspera de una de las batallas más importantes de la Guerra de los Cien Años. La aparición de un ex-empleado de Doniger que ya ha hecho su vida en el pasado y la forzada inclusión de una subtrama tratando de desarrollar dos romances dentro de la historia provocan que la película no resulte tan entretenida como pudiera haber sido pero a la vez obligan a simplificar algunas de las partes más interesantes de la trama evitando que resulte tan compleja e interesante como pudio haber sido. Donner se hizo de su reputación gracias a su habilidad para contar historias de acción y aventuras sin tener que sacrificar por ello el desarrollo de personajes o la congruencia de la historia, como puede constatarse en películas como Superman, Superman II, Ladyhawke, The Goonies, Lethal Weapon, Lethal Weapon 2, o Scrooged; pero en esta ocasión no consigue nunca el balance entre entretenimiento y congruencia narrativa.
Lamentablemente las partes de la novela que resultan sacrificadas en la adaptación son algunos de los elementos más interesantes y apasionantes del libro. Toda la investigación factual de Crichton sobre física cuántica que sirven como base para la "máquina del tiempo", así como todos los elementos de geografía e historia que dan relevancia al lugar de los hechos son ignorados y descartados sin miramientos, y las tramas secundarias donde se habla de los efectos secundarios de esa peculiar forma de viajar o de las implicaciones de alterar una serie de hechos históricos registrados son suplantados por dos historias de amor que ni son necesarias ni están bien desarrolladas. Es cierto que la película tiene sus momentos y que algunos miembros del elenco, entre quienes podríamos destacar a David Thewlis y a Gerard Butler, consiguen que la película tenga momentos sobresalientes, pero lo trillado y falso de la gran mayoría de los diálogos y las malas actuaciones de Paul Walker y Frances O'Connor, hacia quienes inexplicablemente apunta siempre el centro de la historia, terminan por hacer de Timeline una película más bien olvidable.
Supongo que ésta será la primera entrada dedicada a comentar una película que no está en cartelera y que que no será la última. Tengo una extensa colección de películas así que seguramente comentaré algunas de ellas intercalándolas con mis comentarios de películas de estreno, libros y el resto de lo que suele ocupar este espacio. Sobre lo que estoy indeciso es sobre si debiera incluir una escala de valoración o no. En todo caso, en escala de 1 a 10 a Timeline le daría un 5.5 ó 6 únicamente por el valor de entretenimiento.
Timeline es una novela que leí hace unos cuatro años, justo cuando empezaba a promocionarse la película y sobre la que escribí un poco en La Hoguera. La película pasó mayormente desapercibida por los cines de la ciudad y no fue hasta hace algunos meses que encontré el DVD a un precio muy accesible que me decidí a comprar la película. Aún así, no la había visto hasta el pasado fin de semana, ya que el sábado desperté con ganas de ver algo de entretenimiento simple y fácil de digerir y decidí quitarla de la pila de pendientes.
Adaptada por Jeff Maguire y George Nolfi y dirigida por Richard Donner, Timeline cuenta la historia de un equipo de arqueólogos trabajando en una excavación en Francia entre las ruinas de un castillo medieval. Su excavación es patrocinada por una empresa norteamericana de servicios tecnológicos, pero la actitud de sus representantes y el hecho de que parecen saber más que los arqueólogos de la historia y condiciones del lugar provocan la desconfianza del profesor Johnston (Billy Connolly), encargado de la excavación. Decidido a aclarar las cosas cara a cara con su mecenas, el profesor viaja a América para entrevistarse con Robert Doniger (David Thewlis), dueño de la compañía. Al día siguiente sus pupilos consiguen ingresar a una cámara subterránea donde encuentran, entre algunas reliquias de variado valor y/o importancia, un lente aparentemente perteneciente a las gafas del profesor y un mensaje firmado por el propio profesor en el siglo XIV.
Una vez autentificado el origen del lente y el mensaje, el grupo de arqueólogos más cercano al profesor contacta a la gente de Doniger en busca de una explicación. Horas más tarde son llevados en un jet privado hasta la sede de la compañía donde son recibidos con un anuncio sorprendente: el profesor está extraviado en la Francia del siglo XIV y es urgente enviar un equipo a rescatarlo. Aparentemente uno de los más recientes inventos de la compañía tiene un efecto improvisto que permite enviar gente y objetos a un punto específico en el espacio-tiempo, pero el proceso mediante el que eso sucede no está aún del todo claro y no se ha hecho una valoración adecuada de las implicaciones de poder viajar en el tiempo. Tras una rápida preparación se decide enviar a un grupo formado por Andre Marek (Gerard Butler), segundo al mando en el equipo del profesor, Kate Ericson (Frances O'Connor), la persona más familiarizada con el lugar, y a Chris Johnston (Paul Walker), hijo del profesor y pretendiente de Kate, acompañados por el Jefe de Seguridad y otros dos hombres del equipo de Doniger.
Lo que sigue es una serie de entretenidas aunque predecibles aventuras del grupo de arqueólogos perdidos en el pasado, donde aparecen justo en la víspera de una de las batallas más importantes de la Guerra de los Cien Años. La aparición de un ex-empleado de Doniger que ya ha hecho su vida en el pasado y la forzada inclusión de una subtrama tratando de desarrollar dos romances dentro de la historia provocan que la película no resulte tan entretenida como pudiera haber sido pero a la vez obligan a simplificar algunas de las partes más interesantes de la trama evitando que resulte tan compleja e interesante como pudio haber sido. Donner se hizo de su reputación gracias a su habilidad para contar historias de acción y aventuras sin tener que sacrificar por ello el desarrollo de personajes o la congruencia de la historia, como puede constatarse en películas como Superman, Superman II, Ladyhawke, The Goonies, Lethal Weapon, Lethal Weapon 2, o Scrooged; pero en esta ocasión no consigue nunca el balance entre entretenimiento y congruencia narrativa.
Lamentablemente las partes de la novela que resultan sacrificadas en la adaptación son algunos de los elementos más interesantes y apasionantes del libro. Toda la investigación factual de Crichton sobre física cuántica que sirven como base para la "máquina del tiempo", así como todos los elementos de geografía e historia que dan relevancia al lugar de los hechos son ignorados y descartados sin miramientos, y las tramas secundarias donde se habla de los efectos secundarios de esa peculiar forma de viajar o de las implicaciones de alterar una serie de hechos históricos registrados son suplantados por dos historias de amor que ni son necesarias ni están bien desarrolladas. Es cierto que la película tiene sus momentos y que algunos miembros del elenco, entre quienes podríamos destacar a David Thewlis y a Gerard Butler, consiguen que la película tenga momentos sobresalientes, pero lo trillado y falso de la gran mayoría de los diálogos y las malas actuaciones de Paul Walker y Frances O'Connor, hacia quienes inexplicablemente apunta siempre el centro de la historia, terminan por hacer de Timeline una película más bien olvidable.
Supongo que ésta será la primera entrada dedicada a comentar una película que no está en cartelera y que que no será la última. Tengo una extensa colección de películas así que seguramente comentaré algunas de ellas intercalándolas con mis comentarios de películas de estreno, libros y el resto de lo que suele ocupar este espacio. Sobre lo que estoy indeciso es sobre si debiera incluir una escala de valoración o no. En todo caso, en escala de 1 a 10 a Timeline le daría un 5.5 ó 6 únicamente por el valor de entretenimiento.
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