Normalmente no escribo de música porque encuentro muy difícil el tratar de expresar con palabras lo que una canción me hace sentir o pensar. Hace cosa de año y medio Diego Herrera tuvo la amabilidad de invitarme a participar en un blog colectivo dedicado a la música, el cual estaba alojado en Monoaural.com.mx, hogar entonces y ahora de El Círculo Beatle, el podcast especializado en el cuarteto de Liverpool que conduce mi buena amiga Tere Chacón bajo la producción de Diego. Lamentablemente el blog no duró demasiado tiempo en línea, lo que me lleva a pensar que yo no era el único con cierto recelo o dificultades a la hora de escribir sobre música. Poco después de que cerró el blog de música en Monoaural, me encontré con una cita que me hizo pensar que tal vez estábamos equivocados:
"Writing about music is like dancing about architecture - it's a really stupid thing to want to do."
("Escribir acerca de música es como bailar acerca de la arquitectura - es una cosa realmente estúpida para querer hacer.")Tal vez sea demasiado dura y hasta cierto punto injusta -y dotada de cierta ironía al haber aparecido en un medio escrito-, pero Costello tiene un punto. La escritura y la música son dos medios de comunicación diferentes. Ambos funcionan a la perfección como medios de expresión o creación, pero es difícil intentar usar una para describir o comentar a la otra. Todo este preámbulo sin sentido es solo para anunciar que de vez en cuando pondré canciones o videos de músicos o artistas que son de mi agrado a la vez que aclaro que no haré reseñas de discos ni comentarios extensivos de canciones. Y para empezar, uno de mis grupos favoritos de todos los tiempos: Pixies.
--Elvis Costello, entrevistado por Timothy White
para la revista Musician, No. 60 (Octubre de 1983), p. 52.
Hace unas semanas, durante la fiesta en un bar que me llevó a escribir este otro post, recordé esta canción, por extraño que parezca, al escuchar a Timbiriche. Platicando con una de las amigas de mi amiga, le comentaba que cuando llegaban en cualquier fiesta a los últimos discos de Timbiriche yo corría el riesgo de deprimirme a no ser que me empezase a burlar de alguien. Esto porque aparentemente la canción favorita de todo DJ para empezar su set de Timbiriche es "Tu y yo somos uno mismo", y cuando esa canción se puso de moda yo me encontraba feliz de la vida aprendiendo sobre grupos como Pixies o Sonic Youth. No recuerdo exactamente cuando escuché por primera vez Gigantic, pero debe haber sido en algún momento entre finales de 1988 y principios de 1989. Yo cursaba el tercer año de secundaria y mis gustos musicales empezaban a evolucionar, dejando atrás el pop desechable tan de moda entre mis compañeros.

A finales del año pasado comenté en un post sobre la posibilidad de que este año hubiese nuevo disco de la banda, pero parece ser que no será así. El propio Frank Black, líder de la banda, comentó en una entrevista realizada en junio por una estación de radio australiana,
"No, no creo que esa grabación de los Pixies vaya a suceder. Digo, me puedo equivocar, no sé... solo poder lidiar con juntar a todas las personalidades dentro de un estudio de grabación es difícil."

Por eso me caes bien: qué buen gusto. :-P
ResponderBorrarFrancisco (también conocido como Blackpaco en honor a la mejor banda de todos los tiempos, duélale a quién le duela. :-P)
Es curioso... en todos estos años jamás hice la relación sobre el origen del nick...
ResponderBorrarY si, si no es la mejor, de menos debe estar en el Top 3...