Pensaba hacer un intento por no quejarme demasiado del título elegido para la distribución de Coraline en México, Coraline y la Puerta Secreta, pero refrenarme va contra mi naturaleza. Supongo que al estudio le pareció adecuado buscar un título más descriptivo que el nombre de la protagonista, pero no deja de parecerme un poco tonto, pues me parece el equvalente a haber tenido en cartelera títulos como Rocky y la Pelea de Campeonato, Forrest Gump y la Caja de Chocolates, Michael Collins y la Insurrección de los Irlandeses, o algunas otras por el estilo. Por otra parte, si la puerta es secreta, ¿No sería prudente evitar revelar su existencias en el título? Es como Un Final Inesperado (Thelma y Louis)... lo era hasta que me avisaron que lo sería. En fin, me estoy desviando del tema.
Henry Selick representa junto con Nick Park (Wallace and Gromit, Chicken Run), la última línea de resistencia para la tradicional técnica de animación conocida como stop-motion. Desde que usara por primera vez esa técnica al realizar la adaptación del poema The Nightmare Before Christmas (El Extraño Mundo de Jack), de Tim Burton, y posteriormente de la historia de Roald Dahl James and the Giant Peach (James y el Durazno Gigante), Selick es considerado como uno de los mejores directores de animación trabajando actualmente en la industria. Con esa reputación y la sólida historia de Neil Gaiman no había realmente forma alguna de que algo saliera mal con Coraline.
La trama de la historia la describí hace unos días al comentar el libro, así que no la repetiré aquí para evitar caer en reiteraciones innecesarias. La adaptación realizada para la pantalla por el propio Selick es sobresaliente, aún a pesar de algunas fallas importantes. Captura la idea central de la historia y la desarrolla a muy buen ritmo durante toda la película, consiguiendo mantener a la audiencia interesada y entretenida a lo largo de los cien minutos que dura la cinta. Se toma algunas libertades, perfectamente entendibles, para dar un énfasis visual a las diferencias entre el mundo "real" y el "otro" mundo, creando secuencias a la vez extrañas y maravillosas que no estarían fuera de lugar en mundos fantásticos clásicos como Oz o el País de las Maravillas.
Incluso llega al extremo de crear un personaje totalmente nuevo y usarlo de manera que altera el desarrollo de los acontecimientos en relación al libro, pero logra hacer que todo encaje firmemente para lograr una de las mejores películas infantiles y/o de fantasía de los últimos años. Si no han leído el libro la presencia del personaje nuevo pasará desapercibida, pues se encuentra correctamente integrado dentro del desarrollo de la historia. Los cambios en el argumento son más en cuestión de permitir que la historia sea narrada visualmente, lo que es de esperarse al trabajar en un medio mayormente visual como es el cine, además de permitir que el director imprima a la película un sello personal sin por ello demeritar el trabajo del autor original.
Técnicamente hay muchos detalles que comentar, como por ejemplo que se requirieron más de doscientos cincuenta técnicos y diseñadores y treinta animadores para realizar la película, misma que con su hora y cuarenta minutos se convierte en el trabajo de stop-motion más largo jamás filmado, además de ser la primera película que utiliza esa técnica en ser filmada enteramente en formato 3D. Mi único pero con la película sería con el desarrollo del personaje de Coraline, pues creo que la película toma algunos atajos y termina obviando algunos aspectos de la maduración del personaje durante la historia, pero no siento que sea tanto como para restar méritos a una muy buena adaptación.
Creo que existe cierto temor entre algunos padres de familia en relación a algunos de los aspectos más oscuros y tenebrosos de la historia y si es que estos resultan adecuados para niños pequeños, y a mi parecer no debieran causar ningún susto o impacto fuera de lo normal. Por lo que he visto y escuchado entre amigos y conocidos la experiencia resulta satisfactoria tanto para niños como para adultos de todas las edades.
Henry Selick representa junto con Nick Park (Wallace and Gromit, Chicken Run), la última línea de resistencia para la tradicional técnica de animación conocida como stop-motion. Desde que usara por primera vez esa técnica al realizar la adaptación del poema The Nightmare Before Christmas (El Extraño Mundo de Jack), de Tim Burton, y posteriormente de la historia de Roald Dahl James and the Giant Peach (James y el Durazno Gigante), Selick es considerado como uno de los mejores directores de animación trabajando actualmente en la industria. Con esa reputación y la sólida historia de Neil Gaiman no había realmente forma alguna de que algo saliera mal con Coraline.
La trama de la historia la describí hace unos días al comentar el libro, así que no la repetiré aquí para evitar caer en reiteraciones innecesarias. La adaptación realizada para la pantalla por el propio Selick es sobresaliente, aún a pesar de algunas fallas importantes. Captura la idea central de la historia y la desarrolla a muy buen ritmo durante toda la película, consiguiendo mantener a la audiencia interesada y entretenida a lo largo de los cien minutos que dura la cinta. Se toma algunas libertades, perfectamente entendibles, para dar un énfasis visual a las diferencias entre el mundo "real" y el "otro" mundo, creando secuencias a la vez extrañas y maravillosas que no estarían fuera de lugar en mundos fantásticos clásicos como Oz o el País de las Maravillas.
Incluso llega al extremo de crear un personaje totalmente nuevo y usarlo de manera que altera el desarrollo de los acontecimientos en relación al libro, pero logra hacer que todo encaje firmemente para lograr una de las mejores películas infantiles y/o de fantasía de los últimos años. Si no han leído el libro la presencia del personaje nuevo pasará desapercibida, pues se encuentra correctamente integrado dentro del desarrollo de la historia. Los cambios en el argumento son más en cuestión de permitir que la historia sea narrada visualmente, lo que es de esperarse al trabajar en un medio mayormente visual como es el cine, además de permitir que el director imprima a la película un sello personal sin por ello demeritar el trabajo del autor original.
Técnicamente hay muchos detalles que comentar, como por ejemplo que se requirieron más de doscientos cincuenta técnicos y diseñadores y treinta animadores para realizar la película, misma que con su hora y cuarenta minutos se convierte en el trabajo de stop-motion más largo jamás filmado, además de ser la primera película que utiliza esa técnica en ser filmada enteramente en formato 3D. Mi único pero con la película sería con el desarrollo del personaje de Coraline, pues creo que la película toma algunos atajos y termina obviando algunos aspectos de la maduración del personaje durante la historia, pero no siento que sea tanto como para restar méritos a una muy buena adaptación.
Creo que existe cierto temor entre algunos padres de familia en relación a algunos de los aspectos más oscuros y tenebrosos de la historia y si es que estos resultan adecuados para niños pequeños, y a mi parecer no debieran causar ningún susto o impacto fuera de lo normal. Por lo que he visto y escuchado entre amigos y conocidos la experiencia resulta satisfactoria tanto para niños como para adultos de todas las edades.
Creo que le cambiaron el nombre a cArOline, al menos no la dejaron en Carolina de una buena vez.
ResponderBorrarJe... supongo que pudo ser peor... tomando en cuenta la costumbre de poner títulos a las películas basándose en el trabajo anterior de los directores o productores seguramente alguien sugirió en algún momento ponerle El Extraño Mundo de Coraline o El Extraño OTRO Mundo de Coraline.
ResponderBorrarPor cierto, admiro tu dedicación al mantener el uso del sarcasmo en tu blog. Yo hace algún tiempo que me harté de tener que explicarlo o hacer aclaraciones al respecto...
¡Saludos!
La bendición de no tener nadie que comente.
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