Siempre me he quejado de muchas de las decisiones que hacen las distribuidoras de cine en nuestro país, desde las ilógicas traducciones de los títulos de las películas hasta los retrasos en algunos estrenos o la franca omisión de algunas películas. Y en esta ocasión mi queja va un poco en ambos sentidos. Los Cronocrímenes es una película independiente del escritor y director español Nacho Vigalondo, producida en el 2007 pero estrenada en España hasta el verano del 2008 luego de una exitosa gira por festivales de todo el mundo, incluyendo Sundance en enero del año pasado, donde además se vendieron los derechos para la realización de un remake en Hollywood en una producción de United Artists programada para la segunda mitad de este año.
En México la película se estrenó, al menos en la Ciudad de México, en un puñado de salas de las tres principales cadenas de cines, aunque una rápida consulta a la cartelera resultará frustrante ya que no es posible encontrar la película bajo su nombre original, pues parece ser que alguien tuvo la brillante idea de rebautizarla con el título de Rewind, en un burdo intento de crear una asociación entre ella y la exitosa [●REC], ya comentada por aquí en su momento. El poster creado para tal efecto combina los dos posters originales y agrega unas gotas de sangre para mayor impacto visual. El problema es que Los Cronocrímenes no es una película de horror y que la sangre en pantalla es mínima, pues en realidad en un drama de ciencia ficción con ligeros tintes de humor negro.
Ni siquiera se puede argumentar que Rewind sea el título usado internacionalmente, pues para ello se utilizó una traducción casi literal al inglés, proyectándose alrededor del mundo como Timecrimes, que será también, al menos hasta un aviso oficial que indique lo contrario, el título del remake norteamericano. En el caso de una de las cadenas ni siquiera se usó ese poster o título en todos los casos, pues aparece en cartelera como parte de la programación de un festival de cine español que se realizó en noviembre pasado, y debido a eso ni siquiera ofrece una ficha técnica, poster o imagen promocional. Al menos no al primer vistazo, porque navegando en el sitio es posible hallarlos, lo que seguramente le resta visibilidad ante el usuario promedio.
Pasando a lo importante, la película, se trata de una producción de bajo presupuesto filmada con solo cinco actores en una locación de la campiña del país vasco. Héctor (Karra Elejalde) es un hombre de mediana edad que se acaba de mudar a una casa con Clara (Candela Fernández), su esposa, y aún no terminan de empacar. Mientras descansa en su jardín y contempla el paisaje con sus binoculares, Héctor vislumbra entre la maleza a una joven que parece estar desnudándose. Intrigado decide ir a dar una vuelta para averiguar lo que está ocurriendo, pero al llegar al sitio encuentra a la joven (Bárbara Goenaga) totalmente desnuda e inconsciente. Mientras se acerca a ver como está, es atacado con unas tijeras y huye asustado, solo para percatarse de que es perseguido por un hombre con la cabeza envuelta en vendas rosas (Juan Inciarte).
Mientras huye llega a una propiedad en la cima de la colina y allana el lugar. Se esconde en el interior y logra contactar con una persona en su interior, un científico (Nacho Vigalondo), quien decide ayudarlo y le pide se esconda en el interior de una máquina. Instantes después, al salir de la máquina, Héctor se muestra confundido, pues al ocultarse ya era de noche y ahora hay luz de día.
El científico actúa como si no le conociera y le explica que la máquina lo envió un par de horas al pasado y le pide se oculte hasta que su otro yo haya desaparecido. Lo que sigue es una historia de suspenso, con varios giros argumentales que mantienen la atención del espectador durante la hora y media que dura la película, pero la naturaleza misma de la historia me impide entrar en más detalles sobre la historia.
Sorprende la claridad del guión, escrito por el propio Vigalondo, pues cada vez que se habla de viajes en el tiempo el resultado suele ser confuso y enredado. Las actuaciones son el punto más flojo de la película, en especial la de Elejalde, quien resulta demasiado plano para el protagónico, pero la historia basta para mantener a flote la película.
La historia puede no sorprender en absoluto a los fans de Back to the Future, especialmente luego de la segunda parte de la serie, y puede resultar incluso demasiado simple para quienes hayan tenido la fortuna de ver Primer, pero la verdad es que su simpleza y la pulcritud con que está montada resultan refrescantes luego del caos narrativo (BttF) y exceso de tecnicismos (Primer) que predomina en esas películas. No sé que tanto tiempo pueda permanecer en cartelera con la poca difusión que ha recibido y fue por ello que decidí anteponer este comentario a los de otras dos películas que aún tengo pendientes, y por la misma razón haré algo que nunca había hecho: incluir aquí el avance de la película. Si les gustan las ideas simples y bien ejecutadas, si están en busca de algo que sea diferente a lo que cotidianamente nos ofrece Hollywood, o bien si son aficionados a la ciencia ficción, no debieran dejar pasar Los Cronocrímenes.
En México la película se estrenó, al menos en la Ciudad de México, en un puñado de salas de las tres principales cadenas de cines, aunque una rápida consulta a la cartelera resultará frustrante ya que no es posible encontrar la película bajo su nombre original, pues parece ser que alguien tuvo la brillante idea de rebautizarla con el título de Rewind, en un burdo intento de crear una asociación entre ella y la exitosa [●REC], ya comentada por aquí en su momento. El poster creado para tal efecto combina los dos posters originales y agrega unas gotas de sangre para mayor impacto visual. El problema es que Los Cronocrímenes no es una película de horror y que la sangre en pantalla es mínima, pues en realidad en un drama de ciencia ficción con ligeros tintes de humor negro.
Ni siquiera se puede argumentar que Rewind sea el título usado internacionalmente, pues para ello se utilizó una traducción casi literal al inglés, proyectándose alrededor del mundo como Timecrimes, que será también, al menos hasta un aviso oficial que indique lo contrario, el título del remake norteamericano. En el caso de una de las cadenas ni siquiera se usó ese poster o título en todos los casos, pues aparece en cartelera como parte de la programación de un festival de cine español que se realizó en noviembre pasado, y debido a eso ni siquiera ofrece una ficha técnica, poster o imagen promocional. Al menos no al primer vistazo, porque navegando en el sitio es posible hallarlos, lo que seguramente le resta visibilidad ante el usuario promedio.
Pasando a lo importante, la película, se trata de una producción de bajo presupuesto filmada con solo cinco actores en una locación de la campiña del país vasco. Héctor (Karra Elejalde) es un hombre de mediana edad que se acaba de mudar a una casa con Clara (Candela Fernández), su esposa, y aún no terminan de empacar. Mientras descansa en su jardín y contempla el paisaje con sus binoculares, Héctor vislumbra entre la maleza a una joven que parece estar desnudándose. Intrigado decide ir a dar una vuelta para averiguar lo que está ocurriendo, pero al llegar al sitio encuentra a la joven (Bárbara Goenaga) totalmente desnuda e inconsciente. Mientras se acerca a ver como está, es atacado con unas tijeras y huye asustado, solo para percatarse de que es perseguido por un hombre con la cabeza envuelta en vendas rosas (Juan Inciarte).
Mientras huye llega a una propiedad en la cima de la colina y allana el lugar. Se esconde en el interior y logra contactar con una persona en su interior, un científico (Nacho Vigalondo), quien decide ayudarlo y le pide se esconda en el interior de una máquina. Instantes después, al salir de la máquina, Héctor se muestra confundido, pues al ocultarse ya era de noche y ahora hay luz de día.
El científico actúa como si no le conociera y le explica que la máquina lo envió un par de horas al pasado y le pide se oculte hasta que su otro yo haya desaparecido. Lo que sigue es una historia de suspenso, con varios giros argumentales que mantienen la atención del espectador durante la hora y media que dura la película, pero la naturaleza misma de la historia me impide entrar en más detalles sobre la historia.
Sorprende la claridad del guión, escrito por el propio Vigalondo, pues cada vez que se habla de viajes en el tiempo el resultado suele ser confuso y enredado. Las actuaciones son el punto más flojo de la película, en especial la de Elejalde, quien resulta demasiado plano para el protagónico, pero la historia basta para mantener a flote la película.
La historia puede no sorprender en absoluto a los fans de Back to the Future, especialmente luego de la segunda parte de la serie, y puede resultar incluso demasiado simple para quienes hayan tenido la fortuna de ver Primer, pero la verdad es que su simpleza y la pulcritud con que está montada resultan refrescantes luego del caos narrativo (BttF) y exceso de tecnicismos (Primer) que predomina en esas películas. No sé que tanto tiempo pueda permanecer en cartelera con la poca difusión que ha recibido y fue por ello que decidí anteponer este comentario a los de otras dos películas que aún tengo pendientes, y por la misma razón haré algo que nunca había hecho: incluir aquí el avance de la película. Si les gustan las ideas simples y bien ejecutadas, si están en busca de algo que sea diferente a lo que cotidianamente nos ofrece Hollywood, o bien si son aficionados a la ciencia ficción, no debieran dejar pasar Los Cronocrímenes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Opiniones, quejas, comentarios?