Uno de los directores más populares en Hollywood durante los 1980s era John Landis, quien empezó su carrera en la industria cinematográfica siendo un adolescente, sirviendo como mensajero en 20th Century Fox. A los 18 años viajó a Europa como parte del staff de filmación de Kelly's Heroes (Donde las Águilas se Atreven), cinta para la que terminó convirtiéndose en el Primer Asistente del Director. Posteriormente se quedó en Europa, donde trabajó como parte del equipo de filmación de varias películas, adquiriendo, entre otras cosas, experiencia como doble de acción.
Más tarde se mudó a Londres, donde inició una carrera como guionista y al volver a los Estados Unidos inició su carrera como director con Schlock, una cinta homenaje a las viejas películas de monstruos cuyo principal atractivo fue el inicio de su larga y fructífera colaboración con el maquillista y diseñador de disfraces Rick Baker. En 1978 dirigió su primer éxito comercial, Animal House, una comedia sobre estudiantes de una fraternidad, la cual fue su primera colaboración con John Belushi, a quien dirigiría nuevamente en The Blues Brothers (Los Hermanos Caradura) dos años más tarde. He de confesar que ninguna de esas dos películas me gustó cuando las vi originalmente, ambas a principios de los 1980s, a diferencia de su siguiente comedia, Trading Places (De Méndigo a Millonario), la cual encontré muy divertida desde un principio. Fue hasta muchos años más tarde que supe que John Landis era el director de estas tres comedias, probablemente cuando pude ver nuevamente las dos primeras y finalmente pude entender y apreciar la clase de humor manejada en ellas.
La primera película en que tuve consciencia de que era dirigida por John Landis es tal vez su mayor argumento para considerarse merecedor del título de Master of Horror: An American Werewolf in London (Un Hombre Lobo Americano en Londres), sin duda una de las mejores películas del género y muy probablemente la mejor cinta de hombres lobo jamás realizada. En ella volvió a hacer equipo con Rick Baker y su trabajo resultó tan impresionante que a la fecha sigue siendo un referente en lo que se refiere a maquillaje fantástico. Landis ha comentado en muchas ocasiones que la idea original para la historia se le ocurrió en 1969, mientras trabajaba en la realización de Kelly's Heroes, y que el tiempo que vivió en Londres lo convenció de que esa ciudad era la locación ideal para la historia.
Inmediatamente terminando de filmar American Werewolf..., Landis realizó la introducción y el primer segmento de Twilight Zone: The Movie (erroneamente traducida en México como Al Filo de la Realidad). Esa película causó un paro momentáneo en la carrera de Landis debido a un controvertido accidente durante la filmación, en el que perdieron la vida el actor Vic Morrow y dos extras. Landis fue acusado legalmente de homicidio por negligencia y aún cuando fue declarado inocente tuvo que arreglarse económicamente con las familias de las víctimas luego de que éstas entablaran demandas civiles en su contra.
La secuencia de transformación del hombre lobo de American Werewolf... es tan espectacular y realista que fue la principal razón por la que Michael Jackson contrató los servicios de Landis y Baker para realizar el cortometraje/video musical de Thriller, considerado como uno de los mejores de todos los tiempos en varias encuestas y listados especializados. Al momento de recibir la oferta para dirigirlo Landis se encontraba viviendo en Londres a la espera de la resolución de las demandas civiles en su contra. Ese video cambió drásticamente la forma de utilizar los videos para promocionar canciones y aún hoy, a más de veinte años de su realización se le sigue considerando como el máximo estándar de calidad para el ramo. Hace un par de semanas Landis y el video fueron motivo de encabezados en diarios y revistas especializados en espectáculos debido a que el realizador acaba de demandar a Michael Jackson alegando que no ha recibido regalías del video en los últimos cuatro años, además de haber sido intencionalmente omitido durante las negociaciones para realizar un musical inspirado en el famoso video.
Durante los siguientes diez años Landis se concentró en el género de la comedia con resultados bastante disparejos. Algunas de sus películas de ese periodo son Spies Like Us (Espías como Uno), ¡Three Amigos! (¡Los Tres Amigos!), Coming to America (Un Príncipe en Nueva York), Oscar, y Beverly Hills Cop III (Un Detective Suelto en Hollywood 3). Su única incursión en el género de horror durante ese tiempo fue Innocent Blood, una película de vampiros y gangsters protagonizada por Anne Parillaud y Anthony LaPaglia que aún no he podido ver completa en tv y de la que no he podido conseguir una copia.
Durante los 1990s Landis se involucró en su otro gran interés: la televisión. Además de haber dirigido algunas películas para el formato, Landis se involucró como productor de algunas series, y ocasionalmente se ocupaba también de dirigir algunos episodios de las mismas. Entre las series producidas por el destacaría Dream On (Sigue Soñando), Weird Science (Ciencia Loca, inspirada por la película del mismo nombre) y Sliders (Deslizadores).
Dirigió también varios videos musicales para Paul McCartney y para BB King, entre otros artistas, además de algunos documentales y especiales de televisión sobre toda clase de temas y géneros. Cuando Mick Garris empezó a reunir al talento que participaría en su serie Masters of Horror John Landis fue uno de los primeros realizadores que contactó. El episodio dirigido por Landis para la primera temporada se titula The Deer Woman (La Quimera), y el guión fue escrito por su hijo, Max Landis. Se trata del séptimo episodio, aunque en la edición mexicana en DVD es el volumen 5 de la serie.
El episodio cuenta la historia de Dwight Faraday, un detective de policía que por algún caso en su pasado fue transferido de Homicidios a ataques animales. Faraday es llamado a un bar para camioneros al borde del bosque para investigar lo que parece haber sido un ataque de ciervos. La sangrienta escena que encuentra hace pensar que el reporte fue equivocado y Faraday es retirado del caso, mismo que es reasignado a Homicidios. Conforme incidentes similares empiezan a ocurrir Faraday se reintegra a la investigación, convencido de que detrás de los misteriosos asesinatos hay algo más que un simple homicida intentando disfrazar sus crímenes como ataques de animales.
La historia mezcla balanceadamente los dos géneros favoritos de Landis, integrando la comedia situacional del Detective Faraday, un agente de homicidios convertido en detective de mascotas, en medio de la investigación de un caso cuyos tintes sobrenaturales son demasiado obvios para ignorarse y a la vez demasiado exagerados como para tomarse completamente en serio. Se trata del episodio más divertido que he visto hasta ahora y es uno de los mejor realizados en lo que va de la serie, misma que hasta ahora, salvo por la simpleza del episodio de Mick Garris, me ha dejado con un grato sabor de boca.
Sé que actualmente están pasando en televisión por cable Fear Itself, la serie que ocupó el lugar de la tercera temporada de Masters of Horror. Intentaré cazar algunos episodios para comentarlos mientras consigo la segunda temporada a un precio decente, pues la edición de Región 1, aunque muy bonita -la caja tiene forma de craneo humano- está bastante cara.
Más tarde se mudó a Londres, donde inició una carrera como guionista y al volver a los Estados Unidos inició su carrera como director con Schlock, una cinta homenaje a las viejas películas de monstruos cuyo principal atractivo fue el inicio de su larga y fructífera colaboración con el maquillista y diseñador de disfraces Rick Baker. En 1978 dirigió su primer éxito comercial, Animal House, una comedia sobre estudiantes de una fraternidad, la cual fue su primera colaboración con John Belushi, a quien dirigiría nuevamente en The Blues Brothers (Los Hermanos Caradura) dos años más tarde. He de confesar que ninguna de esas dos películas me gustó cuando las vi originalmente, ambas a principios de los 1980s, a diferencia de su siguiente comedia, Trading Places (De Méndigo a Millonario), la cual encontré muy divertida desde un principio. Fue hasta muchos años más tarde que supe que John Landis era el director de estas tres comedias, probablemente cuando pude ver nuevamente las dos primeras y finalmente pude entender y apreciar la clase de humor manejada en ellas.
La primera película en que tuve consciencia de que era dirigida por John Landis es tal vez su mayor argumento para considerarse merecedor del título de Master of Horror: An American Werewolf in London (Un Hombre Lobo Americano en Londres), sin duda una de las mejores películas del género y muy probablemente la mejor cinta de hombres lobo jamás realizada. En ella volvió a hacer equipo con Rick Baker y su trabajo resultó tan impresionante que a la fecha sigue siendo un referente en lo que se refiere a maquillaje fantástico. Landis ha comentado en muchas ocasiones que la idea original para la historia se le ocurrió en 1969, mientras trabajaba en la realización de Kelly's Heroes, y que el tiempo que vivió en Londres lo convenció de que esa ciudad era la locación ideal para la historia.
Inmediatamente terminando de filmar American Werewolf..., Landis realizó la introducción y el primer segmento de Twilight Zone: The Movie (erroneamente traducida en México como Al Filo de la Realidad). Esa película causó un paro momentáneo en la carrera de Landis debido a un controvertido accidente durante la filmación, en el que perdieron la vida el actor Vic Morrow y dos extras. Landis fue acusado legalmente de homicidio por negligencia y aún cuando fue declarado inocente tuvo que arreglarse económicamente con las familias de las víctimas luego de que éstas entablaran demandas civiles en su contra.
La secuencia de transformación del hombre lobo de American Werewolf... es tan espectacular y realista que fue la principal razón por la que Michael Jackson contrató los servicios de Landis y Baker para realizar el cortometraje/video musical de Thriller, considerado como uno de los mejores de todos los tiempos en varias encuestas y listados especializados. Al momento de recibir la oferta para dirigirlo Landis se encontraba viviendo en Londres a la espera de la resolución de las demandas civiles en su contra. Ese video cambió drásticamente la forma de utilizar los videos para promocionar canciones y aún hoy, a más de veinte años de su realización se le sigue considerando como el máximo estándar de calidad para el ramo. Hace un par de semanas Landis y el video fueron motivo de encabezados en diarios y revistas especializados en espectáculos debido a que el realizador acaba de demandar a Michael Jackson alegando que no ha recibido regalías del video en los últimos cuatro años, además de haber sido intencionalmente omitido durante las negociaciones para realizar un musical inspirado en el famoso video.
Durante los siguientes diez años Landis se concentró en el género de la comedia con resultados bastante disparejos. Algunas de sus películas de ese periodo son Spies Like Us (Espías como Uno), ¡Three Amigos! (¡Los Tres Amigos!), Coming to America (Un Príncipe en Nueva York), Oscar, y Beverly Hills Cop III (Un Detective Suelto en Hollywood 3). Su única incursión en el género de horror durante ese tiempo fue Innocent Blood, una película de vampiros y gangsters protagonizada por Anne Parillaud y Anthony LaPaglia que aún no he podido ver completa en tv y de la que no he podido conseguir una copia.
Durante los 1990s Landis se involucró en su otro gran interés: la televisión. Además de haber dirigido algunas películas para el formato, Landis se involucró como productor de algunas series, y ocasionalmente se ocupaba también de dirigir algunos episodios de las mismas. Entre las series producidas por el destacaría Dream On (Sigue Soñando), Weird Science (Ciencia Loca, inspirada por la película del mismo nombre) y Sliders (Deslizadores).
Dirigió también varios videos musicales para Paul McCartney y para BB King, entre otros artistas, además de algunos documentales y especiales de televisión sobre toda clase de temas y géneros. Cuando Mick Garris empezó a reunir al talento que participaría en su serie Masters of Horror John Landis fue uno de los primeros realizadores que contactó. El episodio dirigido por Landis para la primera temporada se titula The Deer Woman (La Quimera), y el guión fue escrito por su hijo, Max Landis. Se trata del séptimo episodio, aunque en la edición mexicana en DVD es el volumen 5 de la serie.
El episodio cuenta la historia de Dwight Faraday, un detective de policía que por algún caso en su pasado fue transferido de Homicidios a ataques animales. Faraday es llamado a un bar para camioneros al borde del bosque para investigar lo que parece haber sido un ataque de ciervos. La sangrienta escena que encuentra hace pensar que el reporte fue equivocado y Faraday es retirado del caso, mismo que es reasignado a Homicidios. Conforme incidentes similares empiezan a ocurrir Faraday se reintegra a la investigación, convencido de que detrás de los misteriosos asesinatos hay algo más que un simple homicida intentando disfrazar sus crímenes como ataques de animales.
La historia mezcla balanceadamente los dos géneros favoritos de Landis, integrando la comedia situacional del Detective Faraday, un agente de homicidios convertido en detective de mascotas, en medio de la investigación de un caso cuyos tintes sobrenaturales son demasiado obvios para ignorarse y a la vez demasiado exagerados como para tomarse completamente en serio. Se trata del episodio más divertido que he visto hasta ahora y es uno de los mejor realizados en lo que va de la serie, misma que hasta ahora, salvo por la simpleza del episodio de Mick Garris, me ha dejado con un grato sabor de boca.
Sé que actualmente están pasando en televisión por cable Fear Itself, la serie que ocupó el lugar de la tercera temporada de Masters of Horror. Intentaré cazar algunos episodios para comentarlos mientras consigo la segunda temporada a un precio decente, pues la edición de Región 1, aunque muy bonita -la caja tiene forma de craneo humano- está bastante cara.
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