Steve McQueen es un innovador director cuyas películas -mayormente cortometrajes- son proyectados con mayor frecuencia en galerías de arte que en salas de cine. Hunger representa su primer largometraje en forma, y le valió ganar la prestigiosa Caméra d'Or en el Festival Internacional de Cannes como Mejor Director Debutante en el 2008. Además, durante ese año y el siguiente apareció frecuentemente en listas de "lo mejor del año" en sitios y publicaciones especializados, lo que me llevó a enterarme de su existencia.
Me había resignado a que tendría que esperar a que apareciese en DVD a un precio accesible y/o en una edición nacional, o a tener que buscar alguna otra forma de conseguirla para verla, pero para mi sorpresa la película se estrenó, al menos en la ciudad de México y solo en un puñado de salas, hace un par de semanas.
La película lidia con la historia de los miembros del Ejército Republicano Irlandés recluidos en la prisión británica en Irlanda del Norte conocida como The Maze a principios de la década de los 1980s. La entonces Primer Ministro británica, Margaret Thatcher, les rehusó cualquier clase de distinciones o derechos, provocando toda clase de manifestaciones de descontento tanto de los reclusos como de sus amigos y familiares. En 1981, Bobby Sands, uno de esos presos, decidió iniciar una huelga de hambre y seguirla hasta sus últimas consecuencias, desatando una serie de cambios en las condiciones en que se mantenían prisiones como The Maze.
La película está filmada con un estilo austero y por momentos reminiscentes del cinema verité. Los diálogos son mínimos y se ofrece muy poco en términos de antecedentes o contexto histórico, lo que puede complicar a algunas personas el involucrarse de inmediato con la película.
Sin embargo, la indiferente crudeza con que presenta la vida en prisión tanto de los reclusos irlandeses como de los custodios que los tienen a su cargo pronto remedian la situación. En cuanto al contexto histórico, lo único que ofrece la película es un breve texto introductorio explicando que es The Maze y un par de audios con declaraciones de Margaret Thatcher que dejan más o menos clara la situación de los presos en cuestión y la postura del gobierno hacia ellos.
Hacia la mitad de la película hay una larguísima escena -calculo que debe rondar los veinte minutos de duración- en que Bobby Sands (Michael Fassbender) explica a su pastor (Rory Mullen) su decisión de iniciar una huelga de hambre, ambos discuten sobre las razones para ello y el pastor intenta infructuosamente convencer a Bobby de que no lo haga. Se trata de una escena punzante, con diálogos agudos y que resulta más impresionante aún por estar realizada en una sola toma.
La película está dividida claramente en tres partes, la primera de ellas lidiando con las condiciones de vida en la prisión y resaltando las protestas de los presos, conocidas como la "protesta de las sábanas" y la "protesta de la suciedad"; la segunda siendo la escena de la conversación, misma en que Sands racionaliza la necesidad de ir más allá de esas protestas; y la tercera, que sigue las últimas semanas de vida de Sands. El ritmo de la película es lento de una manera intencional, pues parece que McQueen decidió no tomar ninguna postura política, prefiriendo darle tiempo a la audiencia para digerir la información y sacar sus propias conclusiones.
Hunger (Hambre) es una película que puede no ser para todo público, sobre todo por la fuerza con que presenta la historia, pero aún así me atrevo a recomendarla como una de las mejores que he visto en los últimos años. Destaco bastante la actuación de Fassbender, quien está a punto de convertirse en una figura popular gracias a su incursión en Hollywood, y espero ansiosamente el próximo proyecto de McQueen, pues lo que consiguió con esta película en términos de montaje y narrativa es realmente impresionante.
Me había resignado a que tendría que esperar a que apareciese en DVD a un precio accesible y/o en una edición nacional, o a tener que buscar alguna otra forma de conseguirla para verla, pero para mi sorpresa la película se estrenó, al menos en la ciudad de México y solo en un puñado de salas, hace un par de semanas.
La película lidia con la historia de los miembros del Ejército Republicano Irlandés recluidos en la prisión británica en Irlanda del Norte conocida como The Maze a principios de la década de los 1980s. La entonces Primer Ministro británica, Margaret Thatcher, les rehusó cualquier clase de distinciones o derechos, provocando toda clase de manifestaciones de descontento tanto de los reclusos como de sus amigos y familiares. En 1981, Bobby Sands, uno de esos presos, decidió iniciar una huelga de hambre y seguirla hasta sus últimas consecuencias, desatando una serie de cambios en las condiciones en que se mantenían prisiones como The Maze.
La película está filmada con un estilo austero y por momentos reminiscentes del cinema verité. Los diálogos son mínimos y se ofrece muy poco en términos de antecedentes o contexto histórico, lo que puede complicar a algunas personas el involucrarse de inmediato con la película.
Sin embargo, la indiferente crudeza con que presenta la vida en prisión tanto de los reclusos irlandeses como de los custodios que los tienen a su cargo pronto remedian la situación. En cuanto al contexto histórico, lo único que ofrece la película es un breve texto introductorio explicando que es The Maze y un par de audios con declaraciones de Margaret Thatcher que dejan más o menos clara la situación de los presos en cuestión y la postura del gobierno hacia ellos.
Hacia la mitad de la película hay una larguísima escena -calculo que debe rondar los veinte minutos de duración- en que Bobby Sands (Michael Fassbender) explica a su pastor (Rory Mullen) su decisión de iniciar una huelga de hambre, ambos discuten sobre las razones para ello y el pastor intenta infructuosamente convencer a Bobby de que no lo haga. Se trata de una escena punzante, con diálogos agudos y que resulta más impresionante aún por estar realizada en una sola toma.
La película está dividida claramente en tres partes, la primera de ellas lidiando con las condiciones de vida en la prisión y resaltando las protestas de los presos, conocidas como la "protesta de las sábanas" y la "protesta de la suciedad"; la segunda siendo la escena de la conversación, misma en que Sands racionaliza la necesidad de ir más allá de esas protestas; y la tercera, que sigue las últimas semanas de vida de Sands. El ritmo de la película es lento de una manera intencional, pues parece que McQueen decidió no tomar ninguna postura política, prefiriendo darle tiempo a la audiencia para digerir la información y sacar sus propias conclusiones.
Hunger (Hambre) es una película que puede no ser para todo público, sobre todo por la fuerza con que presenta la historia, pero aún así me atrevo a recomendarla como una de las mejores que he visto en los últimos años. Destaco bastante la actuación de Fassbender, quien está a punto de convertirse en una figura popular gracias a su incursión en Hollywood, y espero ansiosamente el próximo proyecto de McQueen, pues lo que consiguió con esta película en términos de montaje y narrativa es realmente impresionante.
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