The Gods of Mars es el segundo volumen de la serie de Barsoom, las novelas de Edgar Rice Burroughs protagonizadas por John Carter en las que narra las aventuras que el personaje vive en Marte, planeta conocido por sus habitantes como Barsoom.
Hace unos meses comenté por aquí A Princess of Mars, primer libro de la serie y el cual además es la base para la reciente película de Disney, John Carter. Al igual que aquel libro, The Gods of Mars es una novela que debo haber leído hace más de 25 años, cuando descubrí a Burroughs luego de pasar mis primeros años como lector clavado en literatura de aventuras, mayormente con autores como Julio Verne y Emilio Salgari.
Creo que la progresión de ellos a Burroughs era casi lógica, y tal vez sorprenda a muchos al comentar que prefería las aventuras de John Carter a las de Tarzan, aunque admito que me gustaban mucho las películas y series de TV.
The Gods of Mars retoma la historia desde donde acabó el primer libro, con John Carter varado en la Tierra y separado de Dejah Thoris y su hijo nonato, esperanzado a descubrir la forma de regresar a Marte. El libro parte igual que el anterior, con una introducción de Burroughs donde explica como fue que el propio Carter le hizo entrega del manuscrito describiendo sus aventuras.
En esta ocasión explica que el Capitán Carter, presuntamente muerto y puesto a sepulcro, lo cita para entrevistarse con él. Le explica que encontró la manera de poder viajar a voluntad entre Marte y la Tierra, pero que no cree que vaya a regresar a su planeta natal en mucho tiempo, por lo que desea despedirse.
En su segunda visita a Marte, Carter despierta aún más desconcertado que la primera vez, pues al recobrar el conocimiento se encuentra en medio de un paradisíaco valle lleno de colorida vegetación y atravesado por un caudaloso río.
Empezando a dudar sobre si está en Marte o ha ido a parar a algún otro mundo, Carter empieza a estudiar su entorno, completamente diferente al moribundo planeta rojo que fue su hogar durante diez años. Mientras observa la vegetación es sorprendido al encontrar movimiento a la distancia cuando un grupo de seres camina por una vereda que apunta más o menos en su dirección. Pronto descubre que se trata de una especie de hombres-planta, y duda sobre si debe o no revelar su presencia.
En ese momento otro grupo aparece en el claro junto al río y Carter descubre simultáneamente que, efectivamente, está en Marte, y que hizo bien en ocultarse de los seres planta. Los recién llegados son un pequeño grupo de marcianos verdes, quienes son atacados por los hombres planta. Cuando ofrecen resistencia, el grupo cercano a Carter se lanza en apoyo de los atacantes, además de que a la distancia se ve un grupo de gorilas blancos que avanzan en la misma dirección.
Incapaz de quedarse sin hacer nada, Carter decide involucrarse, aunque para cuando llega al claro solo queda en pie uno de los marcianos, quien con su espada ha logrado mantenerlos a raya. Con Carter peleando a su lado pronto ambos consiguen acabar con el grupo de atacantes y emprenden la huída hacia lo profundo del bosque antes de que lleguen más refuerzos, y es hasta entonces cuando Carter descubre la identidad del marciano: Tars Tarkas, jeddak de los tharks y su mejor amigo en todo el planeta rojo.
Por él descubre en donde está y la gran complicación que tendrá para reunirse con su amada Dejah Thoris, pues el lugar al que llegó es el mítico Valle Dor, al que llegan todos los marcianos tras completar su peregrinaje por el Río de los Muertos, la tierra del eterno descanso desde donde nadie debe regresar, so pena de muerte.
Juntos, los dos guerreros descubrirán la serie de engaños y mentiras que se esconden detrás de las más arraigadas creencias religiosas de los marcianos y a los dos razas perdidas de marcianos, quienes son los responsables de tan cruel manipulación. Decididos a poner fin a esa situación, ambos buscarán el modo de poder escapar del Valle para volver a las ciudades y compartir su descubrimiento, aún si con ello se arriesgan a ser ejecutados como herejes y blasfemos.
El libro es tan entretenido como todo lo que he leído de Burroughs, y es evidente que mis recuerdos de la historia eran muy vagos, pues fue toda una sorpresa descubrir el tema de la religión como sistema de control de masas as partir de la mentira y el engaño. De hecho, disfruté tanto su lectura que ahora me he hecho el firme propósito de releer los otros libros que ya conocía, así como de completar el resto de la saga, así que no se sorprendan de encontrarse por aquí con que cada puñado de meses comente otro de los libros de esta serie, pues entre estas re-lecturas y la película he recordado porque de joven me enamoré de la mitología marciana de Burroughs y su héroe desplazado.
Al igual que la gran mayoría de la obra de Burroughs, The Gods of Mars ya está en el dominio público en los Estados Unidos, y es bastante fácil encontrar versiones legales y gratuitas del texto en inglés en diversos formatos electrónicos, siendo la manera más obvia visitar el Project Gutenberg y elegir el formato de su elección.
Lectura ampliamente recomendada.
Hace unos meses comenté por aquí A Princess of Mars, primer libro de la serie y el cual además es la base para la reciente película de Disney, John Carter. Al igual que aquel libro, The Gods of Mars es una novela que debo haber leído hace más de 25 años, cuando descubrí a Burroughs luego de pasar mis primeros años como lector clavado en literatura de aventuras, mayormente con autores como Julio Verne y Emilio Salgari.
Creo que la progresión de ellos a Burroughs era casi lógica, y tal vez sorprenda a muchos al comentar que prefería las aventuras de John Carter a las de Tarzan, aunque admito que me gustaban mucho las películas y series de TV.
The Gods of Mars retoma la historia desde donde acabó el primer libro, con John Carter varado en la Tierra y separado de Dejah Thoris y su hijo nonato, esperanzado a descubrir la forma de regresar a Marte. El libro parte igual que el anterior, con una introducción de Burroughs donde explica como fue que el propio Carter le hizo entrega del manuscrito describiendo sus aventuras.
En esta ocasión explica que el Capitán Carter, presuntamente muerto y puesto a sepulcro, lo cita para entrevistarse con él. Le explica que encontró la manera de poder viajar a voluntad entre Marte y la Tierra, pero que no cree que vaya a regresar a su planeta natal en mucho tiempo, por lo que desea despedirse.
En su segunda visita a Marte, Carter despierta aún más desconcertado que la primera vez, pues al recobrar el conocimiento se encuentra en medio de un paradisíaco valle lleno de colorida vegetación y atravesado por un caudaloso río.
Empezando a dudar sobre si está en Marte o ha ido a parar a algún otro mundo, Carter empieza a estudiar su entorno, completamente diferente al moribundo planeta rojo que fue su hogar durante diez años. Mientras observa la vegetación es sorprendido al encontrar movimiento a la distancia cuando un grupo de seres camina por una vereda que apunta más o menos en su dirección. Pronto descubre que se trata de una especie de hombres-planta, y duda sobre si debe o no revelar su presencia.
En ese momento otro grupo aparece en el claro junto al río y Carter descubre simultáneamente que, efectivamente, está en Marte, y que hizo bien en ocultarse de los seres planta. Los recién llegados son un pequeño grupo de marcianos verdes, quienes son atacados por los hombres planta. Cuando ofrecen resistencia, el grupo cercano a Carter se lanza en apoyo de los atacantes, además de que a la distancia se ve un grupo de gorilas blancos que avanzan en la misma dirección.
Incapaz de quedarse sin hacer nada, Carter decide involucrarse, aunque para cuando llega al claro solo queda en pie uno de los marcianos, quien con su espada ha logrado mantenerlos a raya. Con Carter peleando a su lado pronto ambos consiguen acabar con el grupo de atacantes y emprenden la huída hacia lo profundo del bosque antes de que lleguen más refuerzos, y es hasta entonces cuando Carter descubre la identidad del marciano: Tars Tarkas, jeddak de los tharks y su mejor amigo en todo el planeta rojo.
Por él descubre en donde está y la gran complicación que tendrá para reunirse con su amada Dejah Thoris, pues el lugar al que llegó es el mítico Valle Dor, al que llegan todos los marcianos tras completar su peregrinaje por el Río de los Muertos, la tierra del eterno descanso desde donde nadie debe regresar, so pena de muerte.
Juntos, los dos guerreros descubrirán la serie de engaños y mentiras que se esconden detrás de las más arraigadas creencias religiosas de los marcianos y a los dos razas perdidas de marcianos, quienes son los responsables de tan cruel manipulación. Decididos a poner fin a esa situación, ambos buscarán el modo de poder escapar del Valle para volver a las ciudades y compartir su descubrimiento, aún si con ello se arriesgan a ser ejecutados como herejes y blasfemos.
El libro es tan entretenido como todo lo que he leído de Burroughs, y es evidente que mis recuerdos de la historia eran muy vagos, pues fue toda una sorpresa descubrir el tema de la religión como sistema de control de masas as partir de la mentira y el engaño. De hecho, disfruté tanto su lectura que ahora me he hecho el firme propósito de releer los otros libros que ya conocía, así como de completar el resto de la saga, así que no se sorprendan de encontrarse por aquí con que cada puñado de meses comente otro de los libros de esta serie, pues entre estas re-lecturas y la película he recordado porque de joven me enamoré de la mitología marciana de Burroughs y su héroe desplazado.
Al igual que la gran mayoría de la obra de Burroughs, The Gods of Mars ya está en el dominio público en los Estados Unidos, y es bastante fácil encontrar versiones legales y gratuitas del texto en inglés en diversos formatos electrónicos, siendo la manera más obvia visitar el Project Gutenberg y elegir el formato de su elección.
Lectura ampliamente recomendada.
Genial! muchas gracias por la sinopsis!
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