La película más taquillera en lo que va del año es The Hunger Games (Los Juegos del Hambre), habiéndose incluso colocado como la tercer mejor recaudación para un fin de semana de estreno y la mejor para una película que no sea secuela, pues las dos que la superan son The Dark Knight y Harry Potter and the Deathly Hallows part 2.
La película está basada en la primera novela de la trilogía del mismo nombre, escrita por Suzanne Collins. Se trata de una serie dirigida a un público adolescente y desde que se hizo el anuncio de que habría una adaptación cinematográfica la red se volvió loca por la excitación de los fans. Desde aquel entonces me hice el firme propósito de leer los libros antes de que se estrenase la película a fin de hacerme una idea de que esperar, pero otro poco y no alcanzo a terminar la primera novela a tiempo.
La historia está situada en un futuro medianamente lejano, donde la nación de Panem es lo que queda de lo que alguna vez fueron los Estados Unidos. Tras una gran catástrofe que acabó con el país, este se reorganizó en trece provincias, conocidas como distritos, todos ellos gobernados desde una ciudad capital conocida como Capitolio.
Cada distrito se dedica a una industria en específico, y desde ellos se abastece de toda clase de insumos y consumibles al Capitolio, donde los habitantes llevan una vana vida de excesos y esparcimiento sin preocuparse por las condiciones existentes en los distritos, aún a pesar de que su nivel de vida no sería sustentable sin estos últimos. Setenta y cinco años atrás hubo una guerra civil, cuando los trece distritos se rebelaron contra el gobierno central.
Los rebeldes fueron derrotados y el treceavo distrito fue destruido. Como castigo por la insurrección, el Capitolio instauró como tradición anual los Juegos del Hambre, una competencia televisada donde veinticuatro adolescentes, un hombre y una mujer representando a cada distrito y a los cuales se conoce como tributos, son lanzados a una arena para pelear a muerte entre si hasta que solo uno sobreviva.
Los tributos son elegidos cada año mediante un sorteo en el cual son inscritos todos los jóvenes de entre doce y dieciocho años de edad. Debido al racionamiento de alimentos existente en todos los distritos, las familias más humildes registran a sus hijos para recibir raciones adicionales a cambio de multiplicar el número de veces que sus nombres aparecen en las urnas del sorteo.
Katniss Everdeen es una joven de dieciseis años que vive en el Distrito 12, donde se encuentran las minas de carbón. Katniss se convirtió en el principal soporte de su familia tras la muerte de su padre en un accidente en las minas ocurrido cinco años atrás. A fin de llevar alimentos a su mesa, Katniss abandona los confines del Distrito para cazar de manera candestina en los bosques circundantes con un arco fabricado por su padre, quien solía hacer lo mismo en sus días de descanso.
En sus excursiones es acompañada por Gale Hawthorne, un joven dos años mayor que ella, y quien también perdió a su padre en la mina. Ambos comparten todo lo que cazan y recolectan llevando una parte a sus casas e intercambiando el resto por otros artículos en el mercado clandestino que existe en el centro del distrito o con los diferentes comerciantes de la continuidad. La vida de Katniss cambia por completo cuando el nombre de su hermana de doce años, Prim, sale en la cosecha de nombres para participar en los Juegos.
Katniss se ofrece como voluntaria para ocupar el lugar de su hermana, y junto a Peeta Mellark, el hijo del panadero, se prepara para enfrentar lo que representa una sentencia de muerte. La última vez que un tributo del Distrito 12 ganó los Juegos fue hace casi treinta años, y Haymitch, el ganador, regresó para vivir en un lujoso vecindario sin necesidad de volver a pasar hambre, pero se ha convertido en un alcohólico sin familia o amigos cuya única obligación es servir cada año como mentor para los tributos del Distrito.
Durante los días previos al inicio de los juegos, Katniss es testigo de la vida de excesos que llevan en la capital y descubre lo poco que su vida y la del resto de los tributos representa para un público que lo único que espera es ser entretenido con sus muertes en la Arena. Decidida a no darles la satisfacción, Katniss resuelve participar bajo sus propios términos y no dejarse reducir a un simple peón del Capitolio.
La narración de la historia se da en primera persona desde la perspectiva de Katniss, y la prosa de Collins resulta bastante dinámica y fácil de seguir. Su estilo narrativo es bastante claro y no pierde tiempo en descripciones demasiado detalladas, permitiendo que sea el lector quien llene algunos de los huecos sin que ello signifique que sea demasiado vaga. Por ejemplo, no abunda en la descripción física de los personajes, lo que suele ser bastante efectivo con lectores jóvenes, quienes prefieren elegir la clase de modelos que les gustaría llenando cada rol.
Quizás una de las características más atractivas de la obra sea la estructura con que están construidos los capítulos, pues cada uno de ellos termina en un cliffhanger que invita a continuar inmediatamente la lectura, lo que supongo es una habilidad desarrollada durante los años que Collins trabajó escribiendo para la televisión. Si bien es cierto que por momentos la autora parece evadir su responsabilidad al lidiar con algunas de las situaciones, dejando un poco al aire las decisiones que toman sus personajes, hay que señalar que la novela está escrita pensando en un público adolescente que probablemente se vería abrumado de tocarse muy a fondo algunos de los temas.
Más allá de los Juegos, la novela toca temas como supervivencia y la capacidad de sobreponerse a la adversidad, haciendo énfasis en la importancia de problemas como la pobreza extrema, la opresión, la hambruna y la guerra. El tema del control gubernamental y la manipulación de masas a través de los medios es tocado de manera a mi gusto demasiado ligera, sobre todo considerando el importante papel que juega dentro de la historia, pero afortunadamente no se llega a convertir en una distracción para seguir la historia.
Lectura ampliamente recomendada.
La película está basada en la primera novela de la trilogía del mismo nombre, escrita por Suzanne Collins. Se trata de una serie dirigida a un público adolescente y desde que se hizo el anuncio de que habría una adaptación cinematográfica la red se volvió loca por la excitación de los fans. Desde aquel entonces me hice el firme propósito de leer los libros antes de que se estrenase la película a fin de hacerme una idea de que esperar, pero otro poco y no alcanzo a terminar la primera novela a tiempo.
La historia está situada en un futuro medianamente lejano, donde la nación de Panem es lo que queda de lo que alguna vez fueron los Estados Unidos. Tras una gran catástrofe que acabó con el país, este se reorganizó en trece provincias, conocidas como distritos, todos ellos gobernados desde una ciudad capital conocida como Capitolio.
Cada distrito se dedica a una industria en específico, y desde ellos se abastece de toda clase de insumos y consumibles al Capitolio, donde los habitantes llevan una vana vida de excesos y esparcimiento sin preocuparse por las condiciones existentes en los distritos, aún a pesar de que su nivel de vida no sería sustentable sin estos últimos. Setenta y cinco años atrás hubo una guerra civil, cuando los trece distritos se rebelaron contra el gobierno central.
Los rebeldes fueron derrotados y el treceavo distrito fue destruido. Como castigo por la insurrección, el Capitolio instauró como tradición anual los Juegos del Hambre, una competencia televisada donde veinticuatro adolescentes, un hombre y una mujer representando a cada distrito y a los cuales se conoce como tributos, son lanzados a una arena para pelear a muerte entre si hasta que solo uno sobreviva.
Los tributos son elegidos cada año mediante un sorteo en el cual son inscritos todos los jóvenes de entre doce y dieciocho años de edad. Debido al racionamiento de alimentos existente en todos los distritos, las familias más humildes registran a sus hijos para recibir raciones adicionales a cambio de multiplicar el número de veces que sus nombres aparecen en las urnas del sorteo.
Katniss Everdeen es una joven de dieciseis años que vive en el Distrito 12, donde se encuentran las minas de carbón. Katniss se convirtió en el principal soporte de su familia tras la muerte de su padre en un accidente en las minas ocurrido cinco años atrás. A fin de llevar alimentos a su mesa, Katniss abandona los confines del Distrito para cazar de manera candestina en los bosques circundantes con un arco fabricado por su padre, quien solía hacer lo mismo en sus días de descanso.
En sus excursiones es acompañada por Gale Hawthorne, un joven dos años mayor que ella, y quien también perdió a su padre en la mina. Ambos comparten todo lo que cazan y recolectan llevando una parte a sus casas e intercambiando el resto por otros artículos en el mercado clandestino que existe en el centro del distrito o con los diferentes comerciantes de la continuidad. La vida de Katniss cambia por completo cuando el nombre de su hermana de doce años, Prim, sale en la cosecha de nombres para participar en los Juegos.
Katniss se ofrece como voluntaria para ocupar el lugar de su hermana, y junto a Peeta Mellark, el hijo del panadero, se prepara para enfrentar lo que representa una sentencia de muerte. La última vez que un tributo del Distrito 12 ganó los Juegos fue hace casi treinta años, y Haymitch, el ganador, regresó para vivir en un lujoso vecindario sin necesidad de volver a pasar hambre, pero se ha convertido en un alcohólico sin familia o amigos cuya única obligación es servir cada año como mentor para los tributos del Distrito.
Durante los días previos al inicio de los juegos, Katniss es testigo de la vida de excesos que llevan en la capital y descubre lo poco que su vida y la del resto de los tributos representa para un público que lo único que espera es ser entretenido con sus muertes en la Arena. Decidida a no darles la satisfacción, Katniss resuelve participar bajo sus propios términos y no dejarse reducir a un simple peón del Capitolio.
La narración de la historia se da en primera persona desde la perspectiva de Katniss, y la prosa de Collins resulta bastante dinámica y fácil de seguir. Su estilo narrativo es bastante claro y no pierde tiempo en descripciones demasiado detalladas, permitiendo que sea el lector quien llene algunos de los huecos sin que ello signifique que sea demasiado vaga. Por ejemplo, no abunda en la descripción física de los personajes, lo que suele ser bastante efectivo con lectores jóvenes, quienes prefieren elegir la clase de modelos que les gustaría llenando cada rol.
Quizás una de las características más atractivas de la obra sea la estructura con que están construidos los capítulos, pues cada uno de ellos termina en un cliffhanger que invita a continuar inmediatamente la lectura, lo que supongo es una habilidad desarrollada durante los años que Collins trabajó escribiendo para la televisión. Si bien es cierto que por momentos la autora parece evadir su responsabilidad al lidiar con algunas de las situaciones, dejando un poco al aire las decisiones que toman sus personajes, hay que señalar que la novela está escrita pensando en un público adolescente que probablemente se vería abrumado de tocarse muy a fondo algunos de los temas.
Más allá de los Juegos, la novela toca temas como supervivencia y la capacidad de sobreponerse a la adversidad, haciendo énfasis en la importancia de problemas como la pobreza extrema, la opresión, la hambruna y la guerra. El tema del control gubernamental y la manipulación de masas a través de los medios es tocado de manera a mi gusto demasiado ligera, sobre todo considerando el importante papel que juega dentro de la historia, pero afortunadamente no se llega a convertir en una distracción para seguir la historia.
Lectura ampliamente recomendada.
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