mayo 30, 2012

Reseña: Men in Black 3 (Hombres de Negro 3)

Quince años han pasado desde el estreno de Men in Black, y desde entonces muchas cosas han cambiado en cuanto al cine y su relación con los comics. Basada en un comic tan oscuro que a la fecha prácticamente nadie lo conoce, la película fue un rotundo éxito que engendró una no tan exitosa secuela en el 2002. Curiosamente, los derechos pertenecen a Disney a través de una larga serie de adquisiciones. El comic apareció originalmente en 1990, en una miniserie de tres números publicados por Aircel Comics, empresa que años más tarde sería comprada por Malibu Comics, que a su vez fue vendida a Marvel Comics, siendo esta última la más reciente adquisición multimillonaria del Emporio del ratón.

Esta película también representa el retorno al cine de Barry Sonnenfeld, quien no dirigía una película desde Men in Black 2 (Miento, dirigió una con Robin Williams hace unos años, pero hagamos de cuenta como que no lo hizo).

¿No es mucha coincidencia que Barry Sonnenfeld se alejara varios años del cine tras trabajar con Robin Williams? Lo mismo hizo Francis Ford Coppola después de dirigirlo en Jack. Tal vez alguien tendría que darse cuenta del impacto nocivo del... ah... "comediante" en cuestión en la industria cinematográfica. Pero me estoy desviando del tema.

Men in Black 3 reúne a los Agentes J (Will Smith) y K (Tommy Lee Jones), quienes como parte de los Hombres de Negro persisten en su misión de proteger al mundo de la escoria del Universo.

Cuando un peligroso asesino intergaláctico llamado Boris (Jemaine Clement) escapa de una prisión de máxima seguridad, será responsabilidad de nuestros héroes detenerlo lo más pronto posible.

El problema es que Boris tienen intenciones retroactivas, pues planea viajar al pasado y alterar los eventos que llevaron a su captura y a la eventual extinción de su especie, lo que significa que piensa matar a K en 1969. El mundo es alterado, pero aparentemente la única persona consciente del cambio es J. Una vez que informa a su superior, O (Emma Thompson) lo que sucedió, sólo existe una solución posible: Tendrá que viajar al pasado para salvar a su compañero casi treinta años antes de conocerlo.

J es instruido acerca de lo que debe hacer. Armado solo con la información que recuerda de los eventos originales, J deberá detener a la versión presente de Boris, intentando no interferir con la versión pasada del mismo, además de intentar no entrar en contacto con la versión más joven de K (Josh Brolin). Sencillo, como suelen ser las paradojas temporales. Sin embargo, las cosas no salen de acuerdo a lo planeado y pronto los agentes se ven forzados a trabajar en equipo para detener a ambos Boris.

Nuevamente cayó sobre los hombros del talentoso Rick Baker el diseñar y realizar el maquillaje y prostéticos para todos los alienígenas en la película, así que por el lado de los visuales no hay nada que reclamar, pues son, al menos, tan buenos como en las entregas anteriores.

En cuanto a la historia, debo confesar que mis expectativas eran realmente bajas, sobre todo considerando lo pobre que fue en ese sentido Men in Black 2, y salí gratamente sorprendido. La premisa es bastante simple tanto en concepto como en su ejecución, pero el guión fue construido de tal forma que los personajes reciben todo el enfoque, lo que siempre será una buena decisión, sobre todo en un entorno como el de esta franquicia, donde no queda nada más que explicar.

Con la atención puesta en los personajes, el trabajo de los actores cobra mayor importancia. Tommy Lee Jones y Emma Thompson tienen muy poco tiempo en pantalla, pero cumplen en lo que ses requiere. Will Smith retoma el personaje de J con la simpatía y carisma que lo caracterizan, pero añade ahora un toque humano que no estaba presente en las películas anteriores.

Sin embargo, quien se roba la película es Josh Brolin con su interpretación del joven K. Brolin replica los manerismos e inflexiones vocales de Jones con una facilidad pasmosa, haciendo que uno olvide por completo que el parecido físico entre ambos es casi inexistente, y recordándome del trabajo que Rob Lowe hiciese en Austin Powers: The Spy that Shagged Me al interpretar a una joven versión de Robert Wagner como Number 2.

Men in Black 3 es una divertida comedia de ciencia ficción que debiera ser del agrado de cualquier fan de la serie, a la vez que representa una entretenida opción de entretenimiento escapista para el espectador casual.

Película bastante recomendable.

mayo 23, 2012

Reseña: Every Dead Thing, de John Connolly

Este libro lo leí luego de una recomendación indirecta de Bernardo Fernández, mejor conocido como BEF. Aparentemente él mismo estaba a punto de tener su primer contacto con la obra de John Connolly con esta misma novela, y por los intercambios que tuvo con otros lectores en redes sociales alrededor del libro, logró despertar mi curiosidad y tuve que conseguirlo para averiguar a que venía tanto alboroto.

Every Dead Thing es la primera novela de Connolly, autor irlandés que parece haber sorprendido al mundo entero al abordar un género tan tradicionalmente norteamericano como es la ficción criminal, y no solo eso, si no que lo hizo parecer fácil, acumulando premios y reconocimientos con este primer esfuerzo, incluyendo el Bram Stoker a la Mejor Primera Novela, y el Shamus a la Mejor Primera Novela de Detectives.

Con esos antecedentes no me quedaba otra opción más que conseguir el libro y descubrir si tantos elogios eran merecidos o no. Y ahora tengo un nuevo autor de quien buscar más libros para sumar a mi pila de pendientes.

Charlie Parker era un detective de homicidios en el Departamento de Policía de Nueva York. Casado y con una hija, su vida no era lo que él esperaba, y las presiones del trabajo y el matrimonio empezaban a amenazar su felicidad familiar. Su incipiente alcoholismo lo distanciaba poco a poco de su mujer, hasta el día en que salió de casa tras una discusión, y al volver tras pasar varias horas bebiendo en su taberna favorita, encontró su vida hecha pedazos.

Los cuerpos de su mujer y su hija estaban en la cocina, parcialmente mutilados y colocados de una manera que hacía sospechar que el asesino fue interrumpido en medio de algún ritual más elaborado. Pronto se descarta a Charlie como sospechoso, pero las cicatrices son demasiadas y pronto abandona de manera voluntaria el Departamento de Policía.

Algunos meses más tarde regresa a la ciudad tras una prolongada ausencia, y accede a hacer algunos trabajos como investigador privado. Antes de que pueda darse cuenta de lo ocurrido, ya presenció una ejecución en la calle a plena luz del día, participó en un tiroteo, y aceptó investigar una desaparición que pudiese estar ligada a una prominente familia criminal.

Una llamada telefónica lo cambia todo. Su interlocutor afirma ser el asesino de su familia y da detalles que nunca se hicieron públicos. Intentando que el caso no se convierta en una obsesión, Charlie procede con la búsqueda para la que fue contratado, lo que lo leva a un pequeño poblado en Virginia, donde descubre un lazo entre la chica que busca y un asesino serial que azotó la región varios años atrás.

Un tip lo lleva a visitar los pantanos de Lousiana, a las afueras de Nueva Orleans en busca de otra posible víctima, y ahí descubre que su investigación está ligada no solo al asesinato de varios niños en los últimos años, si no también al de su propia familia. Apoyado por una psicóloga y un par de criminales con un alto sentido del honor, y con asistencia tan poco común como la de una medium que vive cerca del pantano, Charlie intenta descubrir la identidad del asesino antes de que el rastro de sangre siga creciendo entre Nueva York y Nueva Orleans.

Resulta curioso que Connolly, un periodista irlandés que trabajaba en su natal Dublín, haya decidido iniciar su carrera literaria con un género tradicionalmente identificado con la cultura estadounidense, y más aún, que lo hiciera con una primera novela tan sólida como lo es Every Dead Thing.

El estilo narrativo de Connolly tiene una marcada influencia de los autores clásicos de la novela negra de mediados del siglo XX, como Chandler o Hammett, pero aderezada con detalladas descripciones de sangrientos homicidios -muérete de envidia, Thomas Harris-, episodios psicóticos y secuencias oníricas que le dan un toque bastante peculiar.

No es la clase de libro que pueda gustarle a todo mundo, pero si les gusta la ficción de crimen o el género policíaco, me parece que puede representar una opción más que interesante. Además, como mencioné anteriormente, se trata de una novela debut, lo que me hace sentir curiosidad sobre como ha evolucionado el trabajo de Connolly desde su publicación, por lo que seguramente intentaré buscar el resto de su obra para echarle un vistazo.

Lectura ampliamente recomendada, sobre todo para los aficionados al género de crimen.

mayo 16, 2012

Reseña: Battleship (Batalla Naval)

En ocasiones anteriores he comentado acerca de la aparente crisis creativa que atraviesan los estudios hollywoodenses, misma que es evidenciada por la gran cantidad de reboots y remakes que producen en la actualidad, o de viejas propiedades de televisión u otros medios que adaptan al cine buscando capitalizar el reconocimiento de marca asociado con dichas propiedades.

A pesar de que los números y estadísticas parecen concederles la razón, creo que sería adecuado que el sentido común entrase en juego en algún momento para ayudar el punto donde ya es demasiado. Y digo esto por la cantidad de propiedades cuyos derechos han sido adquiridos por estudios con la idea de convertirlos en películas en los próximos años. Videojuegos clásicos como Asteroids, o juegos de mesa como Monopoly o Battleship son ejemplos de esto.

Y precisamente Battleship (Batalla Naval) es la película que me ocupa en esta ocasión y que me hizo recordar todas la propiedades extrañas que Hollywood ha adquirido en los últimos años.

Para quienes no ubiquen el juego de mesa, les comento que se trata de un juego para dos personas, que incluye dos tableros cubiertos con circo pequeños barcos que cada jugador distribuye en su tablero sin que su oponente lo vea. El objetivo es atacar las embarcaciones del rival llamando las coordenadas donde uno desea atacar. En México existe una versión que creo es más popular (quizás porque es bastante más barata que la original) llamada Submarino.

Me parece que el principal problema con intentar adaptar un juego de mesa a cualquier otro medio que no sea tal vez una versión digital o en línea, es la falta de una idea central de la que pueda extraerse una trama. Sin embargo, eso no parece haber representado un impedimento para realizar esta película.

Alex Hopper (Taylor Kitsch) es un joven que se ha dedicado a desperdiciar todas y cada una de las oportunidades que la vida le ha puesto enfrente, provocando un obvio malestar en su hermano mayor, Stone (Alexander Skarsgård), quien es un exitoso oficial de marina con el mando de su propia embarcación. Un fortuito encuentro con Sam (Brooklyn Decker), una atractiva rubia, parece ser el empujón ideal para que Alex intente enderezar su vida.

Una vez enlistado en la Marina, Alex empieza a ascender posiciones, aunque su mal caracter y su pobre toma de decisiones suele meterlo en problemas. Sam, la chica que cambió su vida y quien coincidentemente es hija del Almirante Shane, jefe de ambos hermanos, representa su única ancla y su mejor oportunidad para dejar de cometer errores.

Durante una serie de ejercicios navales donde participan embarcaciones y tripulaciones de diferentes países, ocurre un incidente potencialmente desastroso para la humanidad. Varios objetos no identificados caen en el mar, cerca de la zona donde se realiza el ejercicio, y pronto descubrimos que se trata de la respuesta a un mensaje enviado al espacio exterior algunos años atrás. ¿Puede un grupo aislado de embarcaciones militares detener lo que parece la avanzada de una invasión extraterrestre?


Como podrán darse cuenta, la premisa es bastante simple y carece de complicación alguna. Los diálogos son una serie interminable de clichés y las actuaciones, con todo y el intento de adquirir un mínimo de respetabilidad al incluir a actores como Liam Neeson o Peter MacNicol, son bastante olvidables. Y a pesar  de todo ello, y contra todo pronóstico, la película funciona. Al menos dentro de lo que uno puede esperar de un blockbuster veraniego.

Nunca he sido afecto al trabajo de Peter Berg como director, pero aquí sus debilidades se convierten en el fuerte de la película. Su falta de habilidad para desarrollar personajes o involucrarse en secuencias narrativas complejas lo lleva a dejar que sea su equipo de efectos visuales quien tome el mando narrativo de la historia, dedicándose simplemente a hilar las situaciones que llevarán de una secuencia de acción a otra.


Lamentablemente para él, esta película aparece en los talones de The Avengers, por lo que no hay forma de argumentar que no es posible hacer algo más complejo o satisfactorio y mantener el ambiente palomero de lo que uno espera en una superproducción de verano. Pero eso no cambia el hecho de que Battleship es una boba y entretenida película de acción que debiera al menos provocar una sonrisa durante un par de horas a cualquier aficionado al género de acción.

La principal razón para no recomendar que esperen a que aparezca en video o salga en la televisión, es precisamente el gran trabajo realizado con los efectos especiales. Si son aficionados al género de acción, tal vez esa sola sería una buena razón para darle una oportunidad en pantalla grande, aunque sea a precio de miércoles. Si no es así, tal vez ni siquiera debieran estar considerando la posibilidad de ir a verla.


Si lo que necesitan es algún punto de referencia comparativa, pueden tomar un poco de Top Gun, mezclarlo con un poco de Rambo o Commando, agregar una pizca de The Hunt for Red October, y darle a la mezcla un look y sensibilidad similar a los de Transformers. El resultado es bastante más entretenido que cualquier cosa que Michael Bay haya hecho en los últimos veinte años.

Recomendada solo como divertimento escapista sin pretensión alguna.

mayo 11, 2012

Reseña: 21 Jump Street (Comando Especial)

Hace ya varios años que Hollywood parece sumido en una moda de revivir viejas franquicias a través de remakes y actualizaciones, habiendo incluso llevado algunas viejas franquicias de televisión a la pantalla grande con la idea, no tan equivocada, de que el reconocimiento de nombre de algunas de esas propiedades es un buen punto de partida a la hora de buscar una buena respuesta en la taquilla.

Y si digo que la idea no es errónea es porque queda claro que la nostalgia crea, en el peor de los casos, curiosidad. Además que existe la natural desconfianza humana hacia lo que no conoce, que en taquilla se traduce en dar preferencia a un título que conoce que a uno que es completamente nuevo. No es casualidad que las películas de mayor éxito en su semana de estreno sean secuelas o formen parte de una franquicia. La familiaridad causa, en el peor de los casos, morbo o curiosidad.

Dicho lo anterior, me parece que 21 Jump Street (Comando Especial), hace un buen trabajo evitando caer en las trampas más comunes que rodean estos intentos de revivir marcas. Lo primero, y más importante, no se toma en serio. La serie de TV era una curiosidad cuyo éxito tuvo más que ver con la frescura que representaba en su momento que con una buena idea o premisa, así que hubiese sido un error tratar de ceñirse al molde, y la idea de convertir la historia en una comedia resulta acertada.

Schmidt (Jonah Hill) y Jenko (Channing Tatum) son un par de policías recién egresados de la Academia, quienes buscan dejar atrás las frustraciones y traumas de su adolescencia y convertirse en un par de exitosos agentes de la ley. O al menos lo que ellos creen que debiera ser tal. Desafortunadamente, al menos para ellos, la vida de un oficial de policía no tiene nada que ver con todo lo que han aprendido viendo series de tv y películas.

Tras un imperdonable error cometido durante su primer intento de arrestar a un criminal, su oficial superior les informa que en vez de suspenderlos, los va a transferir a un tonto programa que busca actualizar una vieja idea, y los envía a la sede del mismo, ubicada en el #21 de Jump Street. La sede del Comando Especial.

La idea del programa es utilizar a policías de apariencia juvenil para que infiltren redes criminales en escuelas preparatorias, así que ambos van de vuelta a la escuela, solo para descubrir que la segunda vez puede ser aún más complicada que la primera. ¿Podrán salir bien librados de las semanas finales del semestre y de la noche de graduación? ¿Conseguirán desmantelar la red de distribución de droga en la escuela, antes de que su oficial superior (Ice Cube) se deshaga de ellos?

El guión de la película deja en claro que los realizadores de la misma entendieron perfectamente que la premisa de la serie era demasiado frágil para sostenerse, así que toman la idea y la convierten en parte de un chiste. Es evidente que existe un amor hacia el material de origen, a la cultura televisiva norteamericana, y la forma en que nuestros vecinos del norte disfrutan de su cultura popular, pero también es obvio que ello no evita que se burlen de todo ello.

El humor es simple y raya en lo grotesco, pero nunca cae a los niveles de vulgaridad que Judd Appatow y compañía pusieran de moda hace unos años, aún si aquí aparecen dos de los miembros regulares de su grupo de colaboradores (Hill y Dave Franco). Las actuaciones no necesitan mayor esfuerzo, y la dirección me parece bastante mesurada, sobre todo considerando que los co-directores vienen de un pasado en la animación (Cloudy with a Chance of Meatballs).

A fin de cuentas, 21 Jump Street es una entretenida comedia de acción, con suficientes guiños y cameos como para satisfacer a los fans de la serie original, pero lo suficientemente independiente como para permitir que pueda ser disfrutada incluso por quienes ni siquiera sepan de la existencia de la misma. No pretende ser más de lo que es, y asume su realidad con bastante más dignidad de la que yo esperaba.

Recomendada si asisten a verla con bajas expectativas y de humor adecuado (Léase: simplón).

mayo 09, 2012

Reseña: A Storm of Swords, de George RR Martin

Si son aficionados a las historias épicas o a la fantasía en general, asumo que deben ser fans de A Game of Thrones (Juego de Tronos), si no por las excelentes novelas de George R.R. Martin que componen la saga de A Song of Ice and Fire, al menos por la no menos brillante adaptación que está realizando HBO y que actualmente va a la mitad de su segunda temporada.

La primera temporada adaptó la ya mencionada A Game of Thrones, primera novela de la serie, en tanto que la segunda sigue los eventos de A Clash of Kings, secuela de la misma. Aún no se ha hecho oficial anuncio alguno, pero considerando el gran éxito de audiencia y crítica que ha resultado la serie, creo que es lógico pensar que seguirán bajo la misma línea, produciendo una temporada de televisión para adaptar cada una de las proyectadas siete novelas de la saga.

La tercera novela, A Storm of Swords, no comienza precisamente donde terminó la anterior. Esto es comprensible tomando en cuenta la complejidad de lo que acontece en los capítulos finales de A Clash of Kings, con una épica batalla que acapara la atención del lector, dejando de lado los sucesos que circundan a otros personajes en los restantes seis reinos de Westeros.

La novela retrocede un poco para contar eventos que ocurren de manera casi simultánea a la mencionada batalla. Westeros sigue sumido en una guerra civil entre los cuatro reyes restantes, aunque se percibe un cierto desbalance a favor de los Lannister y Joffrey Baratheon. Las intrigas se suceden, las lealtades no siempre son lo que parecen y las traiciones y asesinatos se vuelven cada vez más comunes.

Para complicar un poco más las cosas, hay importantes movimientos al norte del muro, y Daenerys Targaryen finalmente ha cruzado el océano y está empezando a reunir las fuerzas con las que pretende reclamar el trono que por generaciones perteneció a su familia y al cual sería la legítima heredera.

Tal vez el mayor fuerte de la impresionante saga que Martin ha creado en esta serie de novelas sea la complejidad de sus personajes. Cada vez que uno cree que ya entiende a alguno de los personajes principales, se revela otra capa de su personalidad que altera sutilmente lo que sabemos de él o ella. La viveza con que retrata las emociones de cada uno de sus personajes ayudan a que el lector realmente se vea involucrado emocionalmente con la historia y sienta los pesares y tragedias que le ocurren a los habitantes de Westeros.

El mismo autor parece tener ya un vínculo emocional muy fuerte con sus creaciones, pues según explicaba en alguna entrevista, hay un capítulo en particular que ocurre a la mitad de esta novela que tuvo que escribir hasta el final, cuando todo lo demás estaba ya hecho. ¿La razón? Los sucesos de ese capítulo representaban una dura prueba que amenazaba con alterarlo demasiado.

La naturaleza misma de la historia me impide poder comentar mucho más, pues corro el riesgo de revelar detalles sobre la historia o sus personajes que podría resultar en spoilers para quienes no vayan al corriente con la historia. Baste por ahora decir que A Storm of Swords es aún más compleja y satisfactoria que A Clash of Kings, lo cual ya es mucho decir.

Lectura ampliamente recomendada.

mayo 04, 2012

Reseña: [●REC] 3: Génesis (Rec 3: El Origen)

Paco Plaza y Jaume Balagueró causaron una revolución en el cine de horror español en el 2008 cuando lanzaron [●REC], película de zombies que hacía uso del ya para entonces popular recurso de filmar con cámara al hombro y presentar el material como si se tratase de metraje encontrado, idea muy popular en el género, sobre todo luego del inesperado éxito de The Blair Witch Project (El Proyecto de la Bruja de Blair). Pueden leer mi reseña de aquel entonces siguiendo este enlace.

El éxito fue tal que poco más de año y medio más tarde realizaron una secuela, partiendo del punto mismo donde dejaron la primera. La película no está tan bien lograda ni tiene el mismo impacto que la original, pero se trata de un entretenido divertimiento para los aficionados al horror y en especial al sub-género de zombies.

Y esa misma es la aproximación tomada en [●REC] 3: Génesis. Antes que otra cosa... ¿soy el único que encuentra ridículo y hasta cierto punto patético que las distribuidoras de cine en México le busquen traducción incluso a los títulos de las películas españolas? Ya lo habían hecho con Cronocrímenes, estrenada en nuestro país como Rewind. En este caso el problema es que cambiaron Génesis, término que está justificado dentro de la película, por El Origen, creando la idea de que se trata de una precuela, que no es el caso.

Podríamos considerar que los eventos en esta película ocurren de manera casi simultánea a los de la primera cinta, en la misma ciudad de Barcelona, pero fuera del edificio donde se dio el brote explorado en las dos películas anteriores. Clara (Leticia Dolera) y Koldo (Diego Martin) son una joven pareja de enamorados que ha decidido unir sus vidas en matrimonio y celebran una tradicional boda religiosa seguida de una recepción para decenas de invitados.

Durante su boda aparecen amigos y parientes de ambos, entre ellos un tío que es veterinario y quien aparentemente unas horas antes fue mordido por un perro al que creía muerto. Obviamente ese no era el caso y las implicaciones para los asistentes a la celebración serán catastróficas.

La fiesta tiene lugar en una lujosa villa a las afueras de la ciudad, con un gran salón de baile en medio de una enorme casa de tres palntas, con enormes jardínes alrededor y convenientemente aislada del mundo exterior, así que los aficionados al género sin duda pueden imaginarse (y sin duda empezar también a regodearse) algunos de los escenarios que se desarrollarán a continuación una vez que broten los infectados.

Cuando se desata el caos en medio de la fiesta, Clara y Koldo se ven separados. Ella es sacada del salón por el sacerdote que los casó, en tanto que él primero rescata a su cuñada adolescente y junto con un primo y un par más de invitados se refugia en la cocina. Además de la obvia intención de buscar sobrevivir a lo que está ocurriendo, ambos mantienen la firme determinación de no salir de ahí si no lo hacen juntos.

La película no es más de lo que pretende ser: un festín para los aficionados al género. La elección de la locación y de los diferentes objetos que ahí se pueden encontrar fue planeada con todo cuidado pensando en explotar al máximo cada uno de los elementos disponibles, recurriendo a escenas que podrían llegar a considerarse como clichés (además de un par de fetiches) y utilizándolos de manera eficiente y efectiva.

Plaza, quien dirigió en solitario con Balagueró fungiendo como productor, renuncia a la filmación en video casero tras los primeros minutos, y lo hace justificando el porque dejamos de ver la película desde ese punto de vista, cosa que se agradece, pues lo del metraje encontrado ha sido un recurso abusado en los últimos años.

[●REC] 3: Génesis es una película inteligente y bien realizada, que cuenta una historia de amor (claro, como complemento a lo del ataque zombie), y aporta algunos elementos nuevos acerca del origen de la infección, mismos que se supone debieran quedar resueltos con la próxima, y presuntamente última, entrega de la saga.

Muy recomendada, sobre todo para aficionados al género.

mayo 03, 2012

Reseña: The Avengers (Los Vengadores)

Una de las películas más esperadas del año, sobre todo por aquellos aficionados al comic, era sin lugar a dudas The Avengers, adaptación de los personajes de Marvel Comics que pondría además varias de sus franquicias en un solo proyecto. La idea se puso en marcha tras la realización de Iron Man, en el 2008, cuando se planteó la idea de crear un Universo compartido para las versiones cinematográficas de los personajes de Marvel cuyos derechos estaban bajo el control de Marvel Studios.

El elegido para supervisar tan compleja tarea, además de escribir el guión tanto de esta película como de Captain America: The First Avenger, fue Joss WhedonWhedon es mayormente conocido por su trabajo como creador y showrunner para televisión, siendo responsable de series como Buffy The Vampire Slayer, Angel, Firefly, o Dollhouse.

Aficionado a los comics de toda la vida, Whedon ha trabajado también en ese medio como guionista, con una aclamada estancia de más de dos años en Astonishing X-Men y una un tanto más breve en Runaways, ambas publicadas por Marvel, entre algunos otros proyectos más aislados. Con una historia construida a partir de sucesos de las películas anteriores, en especial Thor y Captain America: The First Avenger, The Avengers es el blockbuster definitivo.

Loki (Tom Hiddleston), el medio hermano de Thor (Chris Hemsworth), ha contactado con una especie alienígena que le ofrece una armada para conquistar la Tierra a cambio de que les entregue el Tesseract, un objeto de infinito poder, mismo que actualmente se encuentra en poder de SHIELD. Loki acepta y es transportado a la Tierra, donde se apodera del Tesseract y le informa a Nick Fury (Samuel L. Jackson), Director de SHIELD, de sus planes para conquistar el planeta.

Además del Tesseract, Loki sale de las instalaciones de SHIELD acompañado de Clint Barton, el agente conocido como Hawkeye (Jeremy Renner), y el Dr. Erik Selvig (Stellan Skarsgård),  a quienes aparentemente ha despojado de su voluntad. La inminente amenaza en contra de la Tierra lleva a Fury a intentar reunir a los héroes con que ha entrado en contacto en los últimos meses para que formen un grupo de respuesta inmediata que intente localizar y detener a Loki.

De ese modo pronto se encuentran reunidos en el Centro de Mando de SHIELD Tony Stark (Robert Downey Jr.), Iron Man; Steve Rogers (Chris Evans), el Capitán América; Thor, Bruce Banner (Mark Ruffalo), y la agente Natasha Romanoff (Scarlett Johansson), mejor conocida como Black Widow. La Tierra depende de que este singular grupo de individuos pueda comportarse como un equipo.

Tal vez el mayor problema que enfrentaban Joss Whedon y compañía era conseguir hacer una película con tantos protagonistas sin permitir que ninguno de ellos tomase un papel principal, o peor aún, que alguno se perdiera entre la historia. Afortunadamente Whedon es un gran escritor y durante años ha mostrado gran capacidad para contar historias con grupos de personajes, y aquí lo vuelve a hacer de gran manera.

Cada uno de los personajes principales tiene su momento de exposición individual en pantalla, lo que ayuda a seguir su desarrollo sin tener que interrumpir el flujo de la historia principal, además de permitir exposición a Black Widow o Hawkeye, quienes no cuentan con el beneficio de una aventura propia en una película anterior. Más importante aún, las escenas donde los hace interactuar, ya sea de dos o dos o en grupo, son las que definen la película como un asunto grupal.

Uno de los grandes fuertes de Whedon es su capacidad para desarrollar personajes a través de sus parlamentos, y lo que hace en esta caso con los diálogos entre Tony Stark y el resto de sus compañeros es simplemente genial, permitiendo que la relación entre personajes tan disímbolos como estos se vaya dando de manera orgánica en vez de simplemente juntarse y pelear juntos en contra del villano de turno.

Esto mismo aplica no solo a los protagonistas principales de la película, pues aún cuando Nick Fury o el Agente Coulson (Clark Gregg) habían tenido múltiples apariciones en las películas previas, es hasta ahora que realmente empiezan a tener desarrollo como personajes. En el caso de María Hill (Cobie Smulders) me hubiese gustado ver un poco más de fricción entre ella y Fury, pero hay que entender que en su primera aparición no fuese así.

Con tantos personajes y situaciones dramáticas uno podría olvidar que se trata de un divertimiento de verano, pero afortunadamente Whedon no lo hace y consigue inyectar una buena dosis de humor dentro de la historia, valiéndose principalmente de la interacción entre sus personajes para ello, integrándolo sutilmente aún en medio de las secuencias de acción.


Y vaya que hay secuencias de acción al por mayor. Desde la secuencia de persecución en los primeros minutos de la película hasta la épica batalla final, The Avengers tiene suficiente acción como para hacer avergonzarse a Michael Bay o cualquier otro director de supuestos blockbusters. Mención aparte merece la  batalla final, pues a pesar de que hay muchas cosas ocurriendo en pantalla y que estamos siguiendo cinco o seis frentes de manera simultánea, todo es perfectamente comprensible.

Además, aún a pesar de todo lo que ocurre en pantalla, el enfoque sigue centrado en los personajes. Los Avengers no están simplemente salvando una ciudad o al mundo entero, están peleando por sus ideales, por algo en lo que creen y que para ellos tiene un significado mucho más profundo que ganar un combate o derrotar a un villano. Y una vez más es algo que debemos agradecer a Joss Whedon.

Solo espero que alguien en las oficinas de Fox Television vea la película y se pregunte por qué diablos nunca le dieron presupuesto y espacio para trabajar a este excelente guionista, director y productor, y que se lamenten por todas las veces que obstaculizaron su accionar en sus diversas series de tv, porque creo que después de esto no habrá ninguna necesidad de que él vuelva a acudir a ellos con algún proyecto.


Acción, drama, aventura, humor y un poco de tragedia, contados de una manera épica por uno de los mejores narradores audiovisuales en el mundo. Si esto no es lo que se supone debiera ser todo blockbuster veraniego, entonces no sé que es lo que esperamos ver en pantalla grande durante esta temporada.

Absoluta y totalmente recomendada para toda clase de público.