Ayer posteé en La Hoguera un texto acerca del asesino de John Lennon, y creo que ese es un buen pretexto para hablar un poco de música.
Cuando la gente se entera de mis gustos musicales generalmente se muestra extrañada por la diversidad de géneros. Pero antes de mencionar algunos ejemplos quiero hablar un poco sobre la música que ha constituido el Soundtrack de mi vida. Supongo que sería muy difícil tratar de ubicar la música que rodeo mis primeros años, pero haré un intento basándome en los discos más viejos que recuerdo.
Sé, por ejemplo, que en mis fiestas de cumpleaños el fondo siempre eran discos de Cepillín, y a veces de Parchís. Mis discos de Parchís tuvieron un origen digno de mencionar. Tengo dos primos, hermanos entre sí, cuyos cumpleaños eran el mismo mes con menos de quince días de diferencia, razón por la cual sus padres celebraban una sola fiesta. Y durante una de estas fiestas, al abrir los regalos, se toparon con siete discos de Parchís. Yup, siete. Tres de uno y cuatro de otro. Así que mis discos fueron resultado de un excedente de regalos iguales.
En mi casa la única persona que escuchaba radio era mi madre, quien escuchaba Radio Joya. Creo que aún programan el mismo tipo de música actualmente: baladas en español. Así que mis primeros años, al menos hasta entrar a la escuela, transcurrieron con un fondo musical integrado por José José, Juan Gabriel, Camilo Sesto, Napoleón, José Luis Perales, y demás cantantes por el estilo.
Una vez en la escuela creo que eso cambio. Yo pasaba las tardes viendo la televisión (caricaturas mayormente) o jugando con mis vecinos. Así que la música que me acompañaba era la utilizada para sonorizar las caricaturas. Los temas musicales de muchas de las series que acostumbraba seguir aún forman parte de mis recuerdos. De destacarse entre estos pudiese ser el trabajo de Henry Mancini musicalizando a la Pantera Rosa y al Inspector Closeau.
Y debe haber sido en esa época cuando tuve mi primer acercamiento con la música clásica gracias a las caricaturas precisamente, ya que los Looney Tunes siguen siendo una de las series con mejor selección musical de todos los tiempos. Y no hay que olvidar Fantasía y las Silly Symphonies de Disney (que aparecían en el programa “Disneylandia”).
Bueno, pues supongo que esto es todo lo que puedo mencionar acerca de esos años, así que se queda para otra ocasión la continuación de este recuento. Así que queda la invitación para la próxima, cuando llegará hasta ahí, hasta sus pantallas, el siguiente bloque de este recuento musical, reanudándose a partir de ese año favorito de este blog: 1982.
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