El pasado domingo se realizaron las finales de conferencia y ya está todo listo para que los Osos de Chicago se enfrenten a los Potros de Indianápolis en la edición XLI del SuperBowl, el cual se realizará el próximo domingo 4 de febrero en Miami, Florida.
Los Osos derrotaron a los Santos de Nueva Orleans en un juego que resultó mucho más disparejo de lo que se anticipaba. Los Santos tuvieron una temporada sensacional y me hubiera gustado verlos disputar el título de la liga, pero la defensiva de los Osos mostró una vez más que son mucho más peligrosos cuando el rival tiene la posesión del balón que cuando Rex Grossman está en el terreno de juego (baste recordar su victoria sobre los Cardenales, cuando la defensiva y equipos especiales anotaron 21 puntos en el último cuarto para ganar 24-23). Grossman tuvo números decentes y nada espectaculares, pero tal vez lo más sobresaliente es que no cometió ningún error que pudiese dificultar el trabajo de su defensiva, pues como bien dicen, mucho ayuda el que no estorba.
Durante tres cuartos el juego fue cerrado, y aún cuando los Santos dominaron el tiempo de posesión, la defensa de los Osos logró contener su ataque y robar el balón en cinco ocasiones, lo que a la postre marcaría la diferencia. El marcador final fue 39-14, aunque la diferencia se reflejó en la pizarra hasta el último cuarto, pues los Osos tuvieron una racha de 23 puntos sin respuesta.
En la Conferencia Americana se repitió un enfrentamiento que podría considerarse como un clásico contemporáneo, pues en tanto que los Potros han sido el equipo más dominante de los últimos años durante la temporada regular, los Patriotas son los que han sobresalido en el momento importante, los playoffs, habiendo ganado tres de los últimos cinco SuperBowls. Mucha de la atención cada vez que se enfrentan estos equipos se centra en sus QBs. Peyton Manning es reconocido como el mejor QB de la liga por sus números y por su habilidad para leer las defensivas rivales y explotar sus debilidades, pero Tom Brady se ha hecho de una reputación por su capacidad para ejecutar con precisión durante juegos importantes o bajo presión.
Los Patriotas empezaron certeros y dominantes, y al medio tiempo ganaban 21-6, pero al comenzar la segunda mitad los ajustes hechos por Tony Dungy resultaron efectivos, particularmente a la ofensiva, y pronto lograron empatar el marcador. Los últimos minutos del tercer cuarto y todo el último periodo se convirtieron en un duelo de anotaciones, hasta que faltando menos de minuto y medio los Potros tomaron la ventaja final de 38-34. Brady intentó montar una última ofensiva, pero fue interceptado ya en terreno de los Potros y Manning solo tuvo que hincarse una vez para dejar que el reloj corriera hasta el final.
Los Potros no llegaban al SuperBowl desde 1971, cuando aún jugaban en Baltimore y eran comandados por el legendario Johnny Unitas. Los Osos también regresan luego de que tuvieran su última aparición en el SuperBowl XX, cuando aplastaran a los Patriotas 46-10. La próxima semana publicaré mi análisis/pronóstico de lo que espero será un gran juego. Mientras los dejo con una imagen del homenaje que realizó la ciudad de Chicago a su equipo.
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