Rob Schmidt solo tiene una película de horror en su filmografía y a decir verdad ni siquiera es una buena. Wrong Turn (Camino hacia el Terror) del 2003 es una película que ofrece algunos sobresaltos bien manejados pero poco más que eso en términos de historia o atmósfera, así que me dispuse a ver el episodio con expectativas realmente bajas, lo que resultó bien, pues me llevé una grata sorpresa.

Entra en escena la madre de Abby, quien confronta a Cliff para reclamarle por su intención de dejar morir a su hija, informándole que buscará legalmente impedir que Abby sea desconectada de su soporte vital. Entonces empiezan a intercalarse con la historia una serie de flashbacks mediante los que nos enteramos de que el matrimonio de Abby y Cliff atravesaba por una difícil situación luego de que ella descubriera que él tenía una amante.
Atormentado por su situación, Cliff imagina que Abby se le aparece en su bañera, y cuando está a punto de sostener relaciones con ella su piel empieza a carbonizarse. Horrorizado, Cliff descubre que tiene una quemada en forma de mano en la espalda y una fuerte irritación en los genitales. Ira, su mejor amigo y abogado, lo convence de que se trata de lesiones psicosomáticas ocasionadas por el stress y le asegura que todo saldrá bien. Sin embargo, todo cambia cuando Cliff se entera de que Abby estuvo muerta durante varios minutos antes de ser revivida, justo a la hora que él recibió su "visita".

Poco a poco lo que parecía una simple historia de fantasmas empieza a subir de tono, añadiendo los suficientes tintes de sexo y gore como para hacer sentir orgulloso al mismísimo Clive Barker, cuyo nombre me viene a la cabeza porque hay un par de escenas que encuentro reminiscentes de Hellraiser. Supongo que por el título del episodio pensé que la historia tendría alguna declaración política a favor de la eutanasia, pero ese no es el caso. El conflicto entre Cliff y su suegra es simplemente un elemento argumental que sirve para dar más fondo a la historia, pero decir que el tema es tratado de manera superficial es ya una exageración.

El resultado final es una entretenida historia que por lo pronto me da esperanzas de que la segunda temporada de Masters of Horror no sea tan mala como había escuchado. Habrá que checar el resto de los episodios para ver como califican en conjunto. No estoy seguro de que rumbo seguirá la carrera de Schmidt, quien luego de este episodio solo ha dirigido un thriller policiaco y un episodio de Fear Itself, serie que reemplazase a Masters of Horror. Si Right to Die es un indicativo de su capacidad para trabajar con los elementos clásicos del horror, creo que podríamos agregarlo a la lista de probables futuros Maestros del género.
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