
Afortunadamente me encontré con un ejemplar en una reciente visita a una librería de viejo y finalmente pudo tacharla de la larga lista de lecturas pendientes. Como era de esperarse en un libro de Heinlein, se trata de una novela de intriga y aventuras situada en un futuro pasado -algo así como... cualquier momento de la última década ; P- en la que explora algunos de sus temas favoritos: razas alienígenas visitando nuestro planeta, conflictos interespecies, liberalismo sexual, críticas a la burocracia, etc. Y como también es ya de esperarse, cuenta con protagonistas sexys, valientes e inteligentes, quienes son siempre capaces de solucionar cualquier problema o enfrentar cualquier adversidad sin importar si lo hacen con los puños, armas de fuego, o simplemente su sagacidad e ingenio.
Sam es un operativo de campo de una agencia gubernamental tan secreta que ni siquiera tiene nombre, y está acostumbrado a participar en toda clase de misiones que el director de su Sección decida asignarle. Sin embargo, también está acostumbrado a disfrutar de sus vacaciones -cuando se llegan a dar- sin ser molestado en modo alguno, así que cuando las más recientes se ven interrumpidas por un mensaje que le ordena reportarse de inmediato con su jefe, Sam no puede evitar sentir cierta aprehensión que supera su molestia. Cuando su jefe le informa que él mismo lo acompañará en la misión, la aprehensión se convierte en abierta preocupación, pues debe ser algo muy importante para que el jefe decida arriesgarse él mismo en una misión.

Sin embargo, esa historia no explica la desaparición de los agentes enviados a investigar, ni tampoco explica porque la ubicación del platillo volador de los granjeros no coincide con las triangulaciones hechas mediante radar y fotografías satelitales. Tras investigar un poco en el sitio, nuestros héroes se convencen de que la historia de los granjeros y su broma pesada no es más que una cortina de humo para encubrir la existencia de un platillo real.

Entonces empieza una carrera contra el reloj, necesitando convencer al presidente y a los militares de la seriedad de la amenaza, y hacerlo antes de que los parásitos logren extenderse más allá de toda posibilidad de contención. Mary y Sam empiezan a desarrollar un lazo afectivo que pronto se convierte en romance y cuyo futuro depende de que puedan ayudar a detener la invasión.
El resto de la novela es Heinlein haciendo lo que mejor sabe: intriga política, persecuciones y emocionantes aventuras mientras los héroes de la historia intentan mantenerse, si no adelante, al menos a la par de las maniobras y estrategias de los invasores, ya sea buscando los puntos desde donde se están extendiendo, o ayudando a promover medidas preventivas para su rápida localización, incluyendo el promover el nudismo entre la población.
The Puppet Masters es una entretenida novela de aventuras y ciencia ficción que, fiel a las convenciones del género durante la época de su publicación (1951), está llena de alegorías y referencias a la amenaza comunista y a los efectos de una extendida guerra fría entre las superpotencias del planeta. Si alguna vez han sentido curiosidad por la ciencia ficción norteamericana de los 1940s y 50s, o en particular sobre la obra de uno de sus principales exponentes, ésta es quizás la novela más representativa del estilo e ideas de Heinlein, quizás incluso más que Starship Troopers.

La historia también ha sido llevada al cine en al menos dos ocasiones, una en 1958 y la otra en 1994, ésta última protagonizada por Donald Sutherland y Keith David. Estoy casi seguro de que esa versión la dejé grabando de la TV una madrugada hace algunos años en mi vieja videocassettera VHS. Tendré que buscar el cassette para verla. O buscarla de algún otro modo.
Nueva critica! :D pasate a comentarla amigo... me toy yendo a la facu... cuando vuelva la leo y comento ;)
ResponderBorrarUn abrazo!