febrero 26, 2010

Daybreakers

Jamás había visto una película de los Hermanos Peter y Michael Spierig, una pareja de escritores y directores de origen alemán pero basados en Australia desde hace muchos años, aunque he escuchado comentarios encontrados pero con tendencia positiva sobre Undead, una película de zombies que realizaron hace algunos años de manera independiente y con gran éxito en Australia y en festivales alrededor del mundo. Luego de ver Daybreakers (La Hermandad), lo menos que puedo sentir es curiosidad por ver sus trabajos anteriores.

Daybreakers tiene lugar en el 2019, diez años después de que una epidemia de vampirismo azotara al mundo. Poco a poco poblaciones enteras se fueron convirtiendo, haciendo que los seres humanos se convirtiesen en una minorá, cazados para ser exprimidos y servir como alimento para la ahora dominante clase de vampiros. Sin embargo, se avecina una crisis de proporciones catastróficas, pues los seres humanos están al borde de la extinción y con ello se acabaría la única fuente de alimentos de los vampiros, provocando también su extinción.

La corporación Bromley Marks es la empresa encargada de extraer, procesar y vender la sangre, y conscientes del inminente problema de abasto tienen algunos años tratando de crear una sangre sintética que pueda servir como sustituto alimenticio. El hematólogo al frente del proyecto es Edward Dalton (Ethan Hawke), un vampiro inconforme con su estado y para quien la principal motivación tras la búsqueda de un sustituto para la sangre es que éste pueda representar la supervivencia de la especie humana. Su jefe, Charles Bromley (Sam Neill), no tiene ningún interés en las motivaciones de sus empleados, pues para él lo único importante es el éxito comercial de su empresa.

Tras un accidente automovilístico, Dalton es contactado por un grupo de humanos, quienes piden su ayuda en busca de algo que puede resultar aún más importante que el hallazgo de un sustituto para la sangre: una cura para el vampirismo. Lidereados por Audrey (Claudia Karvan) y Lionel "Elvis" Cormac (Willem Dafoe), el pequeño grupo de fugitivos mantiene un campamento y recorre las ciudades intentando hallar más humanos para cobijarlos en su comunidad. Aparentemente dieron con una posible cura para el vampirismo de manera accidental y esperan que Edward pueda ayudarlos a replicar el proceso antes de que sea demasiado tarde para ambas especies.

La película tiene unos visuales impresionantes, con muchos de los efectos creados y realizados por los propios directores (una razón más para ver sus trabajos anteriores). El aire medianamente futurista de la ciudad, combinado con la necesidad de realizar la mayor parte de las escenas de noche pero en lugares bien iluminados crea una combinación muy atractiva. La aproximación que se hace al tema de los vampiros resulta refrescante, sobre todo ahora que parece que se trata de una moda el utilizarlos en películas sentimentaloides y sin personalidad.

La película no es perfecta, pero es lo suficientemente inteligente y entretenida como para ser una experiencia gratificante para casi cualquier expectador. Si les gustan los vampiros y/o la ciencia ficción, seguramente habrá algo en Daybreakers que resulte de su agrado.

febrero 25, 2010

Time Bomb and Zahndry Others

Ahora si, de vuelta a la razón para mencionar a Timothy Zahn en este blog. Time Bomb and Zahndry Others es una colección publicada en 1988 que recoge ocho historias escritas durante la década de los 1980s y he de decir que me sorprendió bastante.

La razón es que, habiendo leído de Zahn la mayor parte de su trabajo para Star Wars, Spinneret, y The Conquerors Saga (la Saga de los Conquistadores, tres novelas que ya comentaré en otra ocasión), me había hecho a la idea de que Zahn se especializaba en la ciencia ficción de aventuras, mejor conocida como space opera, pues eso era el tono de todos aquellos trabajos, aún cuando tanto en Spinneret como en las novelas de la Conquerors Saga se puede apreciar su background como físico teórico.

Las historias contenidas en Time Bomb and Zahndry Others abarcan una variedad de temas desde viajes en el tiempo hasta primeros contactos, y suceden en locaciones que van desde el medio oeste norteamericano hasta una colonia minera en algún lejano sistema planetario, pasando por el cielo sobre Dallas y el espacio dentro de nuestro Sistema Solar. Estas son las historias contenidas:
  • Ernie. Un joven de color aspira a convertirse en boxeador profesional haciendo uso de una curiosa pero aparentemente inútil habilidad sobrehumana. Un accidente le ayuará a entender que para ser respetado no es necesario ser famoso y que un héroe no necesariamente necesita superpoderes.
  • Raison D'Etre. En el futuro la humanidad parece haber hallado una manera de lidiar con los desperdicios radioactivos y tóxicos, pero las implicaciones éticas de utilizar humanos genéticamente modificados como si se tratase de máquinas sin conciencia o sentimientos pueden ser aún más complejas de lo que parece.
  • The Price of Survival. El primer contacto entre la humanidad está a punto de darse de una manera que nadie hubiese anticipado, pues una gigantesca nave espacial se acerca a toda velocidad al Sistema Solar. Aparentemente pretende penetrar en la corona solar para abastecerse de combustible, pero ese acto podría crear una llamarada solar que acabaria con la vida en la Tierra. Es posible que haya un modo de detenerlos, pero podría significar la muerte para los tripulantes de la nave. Tanto humanos como alienígenas deberán realizar un acto de conciencia antes de tomar una decisión.
  • Between a Rock and a High Place. En un futuro cercano la aviación comercial es muy diferente a hoy día, pero los errores humanos pueden provocar accidentes en cualquier época, y la posibilidad de acceder a mejor tecnología no implica que sea más fácil lidiar con ello.
  • Houseguest. Una colonia minera enfrenta problemas para subsistir en un mundo donde criaturas aparentemente pacíficas los atacan constantemente y el único refugio posible es en "casas" vivas, mismas que en un mal día bien podrían matar y digerir a sus huéspedes.
  • Time Bomb. ¿Es posible construir una máquina del tiempo? El Universo mismo parece rebelarse ante la idea, convirtiendo al potencial inventor de la máquina en una bomba de tiempo ambulante.  
  • The President's Doll. El Presidente de los Estados Unidos puede estar a punto de ser víctima de un atentado. El vudú siempre ha sido un elemento popular en la literatura de ficción fantástica, pero esta es una nueva manera de utilizarlo.
  • Banshee. En el folklore popular un banshee es un espectro que anuncia la muerte de alguien, pero, ¿Qué tal si hubiese algo más detrás de estas apariciones? Sin embargo, creo que a nadie se le hubiese ocurrido pensar que pudiese tratarse de un equipo de detectives forenses tratando de determinar las causas de un accidente.
Como pueden ver variedad sobra en esta colección. Lo que si tienen en común todas estas historias es la marca de la casa, personajes bien desarrollados cuya forma de pensar irá determinando sus acciones y con ello el rumbo de cada historia. Zahn es una de esas raras combinaciones de escritor de personajes y escritor de trama, pues consigue crear entretenidas historias sin sacrificar la caracterización.

No cabe duda que se convertirá en objeto constante de textos en este blog ahora que le pude echar la mano a varias de sus obras. Seguramente su nombre aparecerá por aquí con cierta frecuencia en los meses venideros.

Timothy Zahn

Hace unos meses, cuando publiqué el meme sobre 20 libros que habían marcado mi vida, comenté que había algunos escritores a los que había dejado fuera al tener que cerrar la lista. Uno de ellos era Timothy Zahn.

Timothy Zahn es un escritor norteamericano, con estudios universitarios en física avanzada (no concluyó su doctorado debido a que su mentor de tesis falleció poco antes de completarla), Zahn empezó a escribir profesionalmente a principios de los 1980s. Durante esa década se hizo de fama y respeto en el género de la ciencia ficción gracias a series como The Blackcollar y Cobra; y en 1984 ganó el premio Hugo, uno de los más importantes en el género de ciencia ficción, por su novela corta Cascade Point.

En 1989, recién firmado por Bantam Books, Zahn recibió una oferta que cambiaría para siempre su vida profesional: Lucasfilm quería que él fuese el encargado de iniciar lo que posteriormente se conocería como el "Universo Expandido" de Star Wars, escribiendo una serie de novelas que tuviesen lugar un puñado de años después de la batalla de Endor. Se trata de tres novelas, Heir to the Empire (Heredero del Imperio), Dark Force Rising (El Resurgimiento de la Fuerza Oscura), y The Last Command (La Última Orden), conocidas en conjunto como The Thrawn Trilogy, a causa del antagonista principal de la serie, el Gran Almirante Thrawn, un dotado estratega miltar que asume el mando de los restos de la flota imperial tras la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte, quien es además uno de los personajes más complejos e interesantes que se pueden hallar en la ficción contemporánea.

Publicadas en 1991, 1992 y 1993, respectivamente, esas novelas se convirtieron en la primera expansión al universo de Star Wars autorizada por George Lucas, y se considera que fueron una parte importante del resurgimiento en popularidad de la saga que llevó a la creación de las ediciones especiales estrenadas más tarde esa misma década. Y son además la razón por la que Timothy Zahn representa una parte importante en mi vida como lector.

Toda mi vida estudié en escuelas públicas, con todo lo que ello implica. Lector voraz desde pequeño, solía frustrarme que muchos libros que deseaba leer no estaban disponibles en español o era muy difícil conseguirlos (para el caso, a la fecha sigue siendo difícil, tanto en inglés como en español). Mi afición a los comics también era limitada por el problema del idioma, pues el material disponible en español era muy limitado. Así que, mientras estudiaba el bachillerato, decidí que iba a aprender inglés a como diese lugar. Armado con lo aprendido en la secundaria (es decir, prácticamente nada) y un diccionario inglés-español, acudí a un Sanborn's y elegí un puñado de comics que me resultaron atractivos por uno u otro motivo. Al paso de los meses empecé a depender menos del diccionario y ya seguía mensualmente algunos títulos. Decidí entonces que era tiempo de intentar leer prosa, así que empecé a comprar también revistas en inglés, tanto de información general como de ficción de género, estas últimas porque incluían cuentos y narraciones cortas.

Una vez que me dí cuenta que podía leer casi sin usar el diccionario, decidí que era tiempo de intentar leer un libro completo. Solo faltaba decidir cual sería el objeto de mi primer intento. La respuesta se reveló sola cuando en una tienda departamental me encontré un día de frente con un pocket cuya portada mostraba a los personajes principales de Star Wars bajo un logotipo dorado y la leyenda "Volume 1 of a Three Book Cycle".

Inmediatamente lo compré y lo empecé a leer apenas regresé a casa. Era 1992 y Heir to the Empire se convirtió en la primera novela que leí en inglés. Algunos meses más tarde conseguí Dark Force Rising, y aún cuando pasaron casi tres años antes de que pudiese leer la conclusión de la trilogía, su lugar de honor en mi memoria estaba asegurado, no solo por lo que representaba para mi como lector el hecho de poder acceder a material en otro idioma, si no porque la historia es increiblemente buena. Zahn es un maestro del space opera, capaz de crear historias entretenidas e inteligentes, y con una capacidad para generar empatía entre lector y personajes como pocas veces he encontrado, tanto en la ciencia ficción como en cualquier otro género.

A lo largo de los años me he ido encontrando con más de su trabajo, aunque mucho de ello dentro del mismo Universo Expandido de Star Wars, como las dos novelas que sirven como secuela a la Trilogía de Thrawn, Specter of the Past y Vision of the Future, algunos comics y novelas gráficas, e incluso algunas historias cortas. También me encontré hace unos años con Spinneret, una novela que escribió a mediados de los 1980s, pero no es fácil hallar material suyo, o al menos no en México. Eso cambió hace unos meses gracias a las maravillas de la tecnología contemporánea de este mundo globalizado en que vivimos, pues ahora tengo ya en mi pila de pendientes varias novelas suyas, incluyendo las sagas de The Blackcollar y Cobra, y también un par de colecciones de historias cortas, una de las cuales fue la razón para crear este post que se extendió demasiado antes de siquiera poder mencionarla.

Por eso haré algo que no acostumbro: publicar dos textos el mismo día. En algunas horas publicaré mi comentario sobre Time Bomb and Zahndry Others a fin de facilitar su lectura, pues aún cuando hay relación entre ambos textos, en realidad son entradas separadas. Hasta dentro de un rato.

febrero 23, 2010

Distribuidoras desubicadas

Evil Dead e Evil Dead II son un par de películas de culto que sirvieron para lanzar la carrera de Sam Raimi hace más de veinticinco años, y aún a pesar de la popularidad del director, en México no era posible encontrar estas películas en DVD, lo cual tal vez no debería extrañarme tanto considerando que Cronos, pieza clave en la cinematografía de Guillermo del Toro, uno de los directores más celebrados de este país, solo puede conseguirse como material de importación, encargándola en su edición española.

El caso es que hace un par de meses finalmente empezó a distribuirse en DVD la segunda parte de la saga de terror que lanzó la carrera de Raimi y convirtió a Bruce Campbell en un ícono de la B-Movies. Aparentemente la primera parte no está disponible todavía en México, pero la segunda la pueden buscar con la portada que aparece a la derecha de este texto y con el título de Muerte Maldita II. ¿Muerte Maldita? ¿Y eso de donde salió? Yo era muy pequeño cuando estas películas salieron en cine y no podría asegurar con qué título fueron estrenadas, pero sé que al menos cuando salieron a la venta/renta en video se llamaban El Despertar del Diablo y El Despertar del Diablo II.

Sin embargo, un vistazo cuidadoso a la portada revela el origen de este nuevo y aparentemente inventado título. El título original suele ponerse en letras pequeñas debajo del elegido para su distribución local, tal como puede verse en los dos detalles que ilustro a la izquierda. En ellos se puede leer claramente Evil Death, en el primero, e Evil Death II en el segundo. Una traducción literal podría ser Muerte Malvada, pero no Maldita. Y lo que es más, ¿Por qué carajos aparece ahí un título que no es el de la película? ¿Es tan difícil distinguir "dead" (muerto) y "death" (muerte)? No me imagino cuanta gente está involucrada en la producción y distribución de un DVD, pero imagino que debe haber al menos un diseñador, quien se encargue de hacer los rótulos traducidos e integrarlos a la portada, un copy writer, que traduzca o escriba el texto de la sinopsis, un responsable de la edición, quien revise que los anteriores hagan bien su trabajo, y varias personas más que necesiten revisar y/o aprobar el resultado final del empaque antes de mandarlo a tiendas. ¿Cómo puede un error así pasársele a tanta gente?

La muestra más clara de que alguien tendría que haberlo notado está en la indicia legal. A la derecha pueden ver que ahí el título aparece escrito de manera correcta. Aun suponiendo que cada parte de los componentes de la portada y contraportada del DVD se realicen por separado, en algún momento tienen que integrarse todos los elementos que la componen, al menos en un dummy que sirva para su revisión final antes de aprobar que sea enviado a la imprenta, lo cual evidencia una enorme falta de atención de los responsables de la distribuidora.

Tema aparte resulta el del título en español de la película, pues en la sinopsis que aparece en la contraportada se menciona que se trata de la secuela de Posesión Infernal. Ese era el título con que la primera película se estrenó en España, pero no sé si en algún otro país se le conociera con el mismo título. En todo caso, en España Evil Dead 2 tenía el título de Terroríficamente Muertos, lo que me lleva a pensar que en aras de la continuidad debieran haberle puesto ese mismo título. Recuerdo haber visto en alguna parte carátulas con los títulos traducidos literalmente: Los Muertos Malvados y Los Muertos Malvados 2, pero no sé de donde serían o si su distribución era, eh, legal.



Como sea, creo que esto es otro ejemplo de porque prefiero utilizar el título original siempre que sea posible, pues ayuda a evitar confusiones. Por cierto, ahora que mencioné El Despertar del Diablo, seguramente notaron que hace unos años se estrenó un remake del clásico de Wes Craven The Hills Have Eyes (La Colina del Terror) con ese título. Creo que ya sé de donde lo sacaron. El director de ese remake es el francés Alexandre Aja, quien ganara reconocimiento mundial con su película anterior, Haute Tension, misma que se estrenó en México como El Despertar del Miedo. Supongo que las distribuidoras pensaron en buscar una identificación con el título, de un modo similar a cuando hace varios años nos inundaron de Locas Academias y ¿Y Dónde está el...? para cada comedia de los hermanos Zuckerman e incluso para algunasque no lo eran pero manejaban un humor similar. Que triste y patético.

febrero 22, 2010

The Wolfman

Uno de los personajes clásicos del cine de terror, el Hombre Lobo tiene un caracter icónico que resulta engañoso, no tanto por la innegable importancia e influencia que el personaje ha tenido a lo largo de las décadas desde que se hiciese popular en la versión de 1941 de The Wolfman, si no porque la gran mayoría de la gente ubica al monstruo y los mitos que lo acompañan aún a pesar de desconocer las fuentes para el mismo. La gran mayoría de los mitos que rodean al hombre-lobo vienen precisamente de la mencionada película, donde se definieron algunos de los detalles que hoy en día identificamos con la criatura: la transformación ocasionada por la luna llena, la marca en la mano, y la vulnerabilidad a la plata.

The Wolfman representa el más reciente esfuerzo por modernizar y actualizar los mitos de los monstruos clásicos del cine, en especial los que hicieran populares las películas de la Universal en los 1930s y principios de los 1940s: Drácula, Frankenstein, La Momia, El Hombre Lobo, y aún pendientes por recibir el tratamiento de remake, El Fantasma de la Opera (los musicales no cuentan), El Monstruo de la Laguna Negra, y El Hombre Invisible, además de otras historias y personajes menores.

The Wolfman (El Hombre Lobo) en su versión 2010, cuenta la historia de Lawrence Talbot (Benicio del Toro), un itinerante actor shakespearano quien durante su estancia en Londres recibe una carta de Gwen Conliffe (Emily Blunt), la prometida de su hermano, quien lo urge a regresar a Blacksmoor, su lugar natal, para ayudar a buscar a su hermano, quien desapareció misteriosamente hace algunos días. Tras librarse de sus compromisos Lawrence accede a la petición y emprende el viaje de regreso. Al llegar a Talbot Hall, la antigua mansión de su familia, Lawrence es recibido por su padre, Sir John (Anthony Hopkins), quien le informa que su hermano fue hallado muerto, víctima aparente del ataque de un animal salvaje, un par de días antes.

Las pesquisas de Lawrence lo llevan hasta un campamento de gitanos establecido a las afueras de Blacksmoor, donde una anciana de nombre Maleva (Geraldine Chaplin) le informa de la existencia de una antigua maldición que convierte a algunos hombres en licántropos. Antes de que Lawrence pueda absorber o aceptar esa información, la criatura ataca el campamento y Lawrence se une al resto de los hombres que intentan darle caza sin darse cuenta de que lo único que encontrará será su propia perdición a manos de la antigua maldición.

The Wolfman es una película bastante dispareja. Hubo durante su producción bastantes contratiempos y retrasos, desde un cambio de director hasta controversias sobre la banda sonora, pasando por la llegada de un guionista para hacer corrtecciones y varias sesiones de corte y pega en la sala de edición. Todo ello parece haber afectado el resultado final aunque, a mi juicio, la película resulta una entretenida y mayormente satisfactoria actualización del clásico que la inspirase. Los elementos básicos de la historia están presentes, desde los personajes hasta buena parte de las situaciones. Visualmente se reconstruye espectacularmente tanto la campiña como el Londres de la era victoriana, y el trabajo de maquillaje del extraordinario Rick Baker hace un justo homenaje al de la versión original.

En términos de historia, el guión original corrió por cuenta de Andrew Kevin Walker, quien en su momento guionizara Se7en y Sleepy Hollow (La Leyenda del Jinete sin Cabeza), con correcciones y cambios escritos por David Self, quien escribiera Thirteen Days (Trece Días) y Road to Perdition (Camino a la Perdición).Se añadieron algunos giros argumentales nuevos a la trama original, algunos de los cuales parecen haber molestado a los puristas, como la inclusión del Inspector Abberline (Hugo Weaving), quien se presenta en Blacksmoor a la espera de poder esclarecer los misteriosos homicidios que se han estado sucediendo en la región. Abberline está basado en la figura histórica del inspector de Scottland Yard que se encargara de investigar el caso de Jack el Destripador, suceso mencionado en la película.

Sin embargo, creo que los cambios funcionan bien, dejando como mayor problema narrativo los saltos que da el ritmo de la película, resultado, sin duda, de las extensivas re-ediciones que se hicieron antes de llegar a la versión final de la película. Joe Johnston (Rocketeer, Jurassic Park III), el director de la película, ha declarado que existe una versión extendida, misma que tiene diecisiete minutos de material que se eliminó de la versión final de la película y que muy probablemente esa versión aparecerá eventualmente en DVD.

Resumiendo, The Wolfman es una entretenida y visualmente espectacular recreación de uno de los grandes mitos del cine fantástico y debiera resultar del agrado de la mayoría de la gente. Lleven palomitas.

febrero 19, 2010

Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans

A pesar de que Werner Herzog es uno de mis directores favoritos, nunca había visto una película suya en el cine. La razón más importante para esto es que la mayor parte de su producción de años recientes son documentales, mismos que rara vez son exhibidos en cines, y el resto suelen pasar desapercibidas en la cartelera, quedando mayormente reservadas a cineclubs, festivales o ciclos especiales.

Dicho lo anterior, Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans (Enemigo Interno), resultó una agradable sorpresa. Nunca he visto la versión original de Bad Lieutenant, dirigida en 1992 por Abel Ferrara y protagonizada por Harvey Keitel, pero tengo entendido que no hay prácticamente nada en común entre las dos películas fuera de tener como protagonista a un policía corrupto, así que supongo que no tendría caso alguno especular sobre las ventajas y desventajas de una y otra versión. Lo cierto es que me entró curiosidad y tendré que buscar la de Ferrara.

Nicholas Cage interpreta a Terence McDonagh, un sargento del Departamento de Policía de Nueva Orleans quien en la estela del huracán Katrina rescata a un preso atrapado en los separos de la estación de policía y en el proceso se lastima severamente la espalda. Tras recibir tratamiento médico y ser condenado a tomar painkillers por el resto de su vida, McDonagh es condecorado, ascendido a teniente y reinstalado en el servicio activo como detective. Pero jamás volverá a ser el dedicado y ejemplar oficial de policía que alguna vez fue.

El vicodín es ahora la menor de sus adicciones y romper las reglas para él se ha convertido en una situación rutinaria y cotidiana. Al no obtener alivio con las medicinas que le recetan, McDonagh pronto empieza a usar toda clase de drogas: marihuana, cocaína, heroína, crack, etc. Se ha convertido en un jugador compulsivo y rara vez se presenta a trabajar en estado de sobriedad.

Curiosamente sus superiores y subalternos parecen no darse cuenta de todos sus problemas, o si lo hacen simplemente se dedican a pretender que todo está bien. A pesar de que resulta obvio que él no está bien, se le encomienda una importante investigación, dejando bajo su responsabilidad la captura y eventual prosecución de un poderoso narcotraficante conocido simplemente como Big Fate (Xzibit), quien masacró a una familia entera por una disputa territorial. Al mismo tiempo tiene que lidiar con problemas que enfrenta su novia, Frankie (Eva Mendes), una cocainómana prostituta de lujo que está siendo extorsionada por un cliente insatisfecho, con su padre, quien intenta rehabilitarse de su alcoholismo, y con sus propias deudas, contraidas en apuestas deportivas.

El trabajo de Nicholas Cage me sorprendió gratamente, pues me parece que ofrece su mejor actuación desde Adaptation (El Ladrón de Orquídeas) y que supera con creces su trabajo en Leaving Las Vegas (Adiós a Las Vegas), mismo que le mereciera un Oscar. El personaje que construye bajo la dirección de Herzog es impactante. Se trata de un policía corrupto que a pesar de tener momentos de carisma y simpatía no deja de ser una mala persona, y en ningún momento se pretende convencer a la audiencia de que no es todo culpa suya, o de que en el fondo el personaje no es tan malo. Y sin embargo hay muchos grises dentro de la caracterización, pues resulta evidente que a pesar de todos sus defectos, McDonagh conserva un cierto dejo de compromiso con su trabajo, renunciando a beneficios adicionales a cambio de resolver un caso.

Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans no es una película fácil de seguir o entender, a menos, claro, que uno esté familiarizado con algunas de las excentricidades narrativas de Herzog. Estos pequeños toques del director se hacen más evidentes al tratar de reflejar en cámara el funcionamiento de la distorsionada y dopada psique de McDonagh, pero si consiguen aceptarlas o sobreponerse a ellas, encontrarán que se trata de una película muy disfrutable. La inusual mezcla de drama y comedia oscura con tintes de género noir funciona en varios niveles, pues hay momentos en que la película amenaza con convertirse en una parodia del género policiaco, o por lo menos del subgénero de policías corruptos, pero la sensación de tristeza que se adivina debajo de todo el humor negro ayuda a mantener el balance sin llegar tampoco a convertirse en un drama cualquiera.

Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans es una muy buena película que recomiendo ampliamente pero con la aclaración hecha en el párrafo anterior. No cabe duda que Werner Herzog sigue siendo uno de los directores más interesantes en el cine contemporáneo.

febrero 18, 2010

No Habrá Final Feliz

No Habrá Final Feliz es el desesperanzador título de la tercera novela de Paco Ignacio Taibo II dedicada al detective Héctor Belascoarán Shayne. Algunas ediciones recientes la identifican como la cuarta, debido a que Algunas Nubes, la cuarta en ser escrita y publicada, narra sucesos ocurridos antes a la historia de No Habrá Final Feliz, incluso existiendo una edición de Planeta/Booket que presenta las dos en un solo volumen aprovechando que ambas son muy breves.

En esta ocasión y como se está volviendo costumbre, los problemas parecen tocar a la puerta del popular detective chilango, aunque ahora parece estar sucediendo de manera literal, pues un cadaver disfrazado de soldado romano aparece en el baño del despacho que comparte con sus tres singulares asociados, Gilberto el plomero, Carlos el tapicero, y el especialista en cloacas, el Gallo Villarreal. Al día siguiente a primera hora llega a su casa un paquete de mensajería que incluye la foto de otro muerto, degollado igual que el romano del baño, junto con un pasaje de avión a Nueva York y una advertencia: "No se meta en nuestros asuntos". El problema siendo, claro, que Belascoarán no sabe de que se trata, pues ni siquiera está trabajando en algún caso.

Tras sentirse primero tentado a irse a Nueva York, Belascoarán decide quedarse y saber exactamente de que se trata, pues no se hace a la idea de huir sin siquiera saber por qué o de quién. Poco a poco empieza a investigar tratando de averiguar la identidad de los dos muertos y lo único que encuentra en común entre ambos es una añeja relación con el enigmático Dr. Zorak, extrovertido showman y escapista que falleciera unos años atrás en un accidente previo a un acto.

Desde su primera aparición Héctor Belascoarán Shayne se ha caracterizado por ser una criatura que no puede negar su origen: es chilango. Como consecuencia de ello la Ciudad de México ha sido un personaje más en todas y cada una de las historias de este personaje, y sin embargo, creo que es en esta tercera entrega donde finalmente la Ciudad sale de entre las sombras para tomar un rol protagónico.

No sé si se deba a que el tren subterráneo de la ciudad, el Metro, tome un papel importante en la historia o si acaso es que siendo una novela más reciente que las anteriores me encuentro en ella referencias a una ciudad que si corresponde a mis recuerdos, pero al menos me queda la impresión de que es la más chilanga de las aventuras de Belascoarán.

Sus pesquisas lo llevan pronto a darse cuenta de que tal vez hubiera sido mejor hacer caso y largarse de la ciudad, porque parece ser que se trata de un asunto mucho más grave de lo que se había imaginado, tal y como dejan constancia los cada vez más frecuentes intentos por asesinarlo. ¿Exactamente a que se dedicaba el difunto escapista? ¿Cual es su relación con los Halcones, el tristemente célebre grupo paramilitar? ¿Qué secretos querían ocultar como para ameritar matarlo ante la vista de tanta gente? ¿Qué puede ser tan grande como para ameritar deshacerse de sus antiguos asistentes tantos años después de su muerte? Eso es lo que Belascoarán necesita averiguar y pronto, antes de que el círculo de asesinos que lo ronda pueda cumplir con su cometido.

A pesar de ser hasta ahora la más corta de las aventuras de Belascoarán, creo que es en esta novela donde Taibo II parece alcanzar el grado más alto de su talento narrativo, ofreciendo al lector la más personal de las correrías de su personaje más entrañable, revelando más de lp que se esconde tras la dura apariencia del ahora cojo y tuerto ex-ingeniero, enriqueciendo aún más su ya de por si interesante mundo con comentarios imperdibles para quienes nacimos y vivimos en esta ciudad y, hasta cierto punto, en este país.

Tal vez la característica más atractiva de Belascoarán sea su tenacidad. Puede no ser el más sagaz investigador o el genio deductivo más observador. Puede que sea terco y a veces hasta irracional, o que no se parezca en nada al prototipo del héroe de acción. Lo que nadie puede negar es que Héctor Belascoarán Shayne es la clase de hombre que acostumbramos ver en películas épicas, ya sea de guerreros samurai o de taciturnos pistoleros del Oeste. Pase lo que pase Belascoarán lo enfrentará de pie y con la pistola en la mano.

No Habrá Final Feliz es a la vez la más dura y la más humana de las novelas de Taibo II dedicadas a Belascoarán (al menos hasta esta entrega, claro), y su título no resulta más que una ominosa advertencia de lo que está por venir. Sumamente recomendable.

febrero 17, 2010

The Book of Eli

The Book of Eli (El Libro de los Secretos) es la más reciente película de los Hermanos Hughes y la primera que realizan desde From Hell (Desde el Infierno), del 2001. La historia tienen lugar en el futuro cercano, unos treinta años después de "la última guerra", misma que dejó al mundo convertido en una desolada serie de ciudades abandonadas y caminos derruídos. La civilización es solo un recuerdo y la única ley que existe es la del más fuerte. Eli (Denzel Washington) es un caminante, quien atraviesa lo que alguna vez fue América como parte de una búsqueda personal. Eli lleva consigo un libro, el cual guarda celosamente y por el cual es capaz de matar sin importarle nada más que llevar el libro a su destino. Convertido en guerrero por las circunstancias, Eli es un hombre pacífico que pasa demasiado tiempo peleando.

Al llegar a un pequeño pueblo donde se ha establecido un pálido esbozo de civilización, Eli se encuentra con la primera amenaza seria para su misión. Carnegie (Gary Oldman), el regente del pueblo, es un hombre que entiende lo que su libro puede llegar a significar y el poder que puede representar en manos de alguien que lo sepa usar.

Tras una confrontación con Carnegie y sus hombres, Eli consigue abandonar el pueblo para proseguir su camino, esta vez seguido por Solara (Mila Kunis), la hijastra de Carnegie, quien se siente fascinada por Eli, por su libro y, sobre todo, por la posibilidad de conocer un mundo diferente al que Carnegie ha creado a su alrededor. Una vez que Carnegie y sus hombres deciden darles caza todos ellos tendrán que afrontar las consecuencias de sus decisiones.

La premisa de la película resulta muy simple y poco original, además de que los escenarios post-apocalípticos parecen ser algo de lo que Hollywood ha abusado a últimas fechas. Aún cuando es fácil ubicar clichés que remiten a películas tan viejas como The Omega Man, Zardos, o incluso Mad Max, creo que hay que dar crédito a los Hermanos Hughes por su capacidad para darle un look propio a la película. Tal vez el mayor problema de la misma sea lo dispareja que resulta, pues aún cuando tiene buenas escenas tanto de acción como de peso dramático, el ritmo narrativo es irregular y por momentos desconcertante. Me sorprendió la riqueza del elenco secundario, pues participan en papeles menores Michael Gambon, Malcolm McDowell, Ray Stevenson, Tom Waits y Jennifer Beals.

Personalmente encontraba molesto el hecho de que todo el peso narrativo recayera sobre la existencia de un libro, especialmente tratándose de ESE libro en particular, pero poco a poco la sensación fue disminuyendo conforme la historia explicaba algunas cosas y la importancia del libro se volvía relativa. Lamentablemente el superficial acercamiento a lo que debieron ser los temas tras la historia (la fuerza de la fe, la esperanza y el valor del individuo) impide que el espectador desarrolle cualquier clase de lazo emocional con los personajes y su situación, y el guión no logra en ningún momento construir el suficiente trasfondo como para dar la necesitada profundidad a la historia y termina por ser una película medianamente entretenida pero poco trascendente.

Quizás los momentos finales de la película ayudaron a mejorar mi apreciación de la misma y supongo que le pasará algo similar a quienquiera que guste tanto de los libros y la lectura como yo. De no ser así probablemente la encuentren innecesariamente rebuscada y vacía, pero eso ya está sujeto a la apreciación de cada quien. Recomendada pero con reservas.

febrero 15, 2010

Franklyn

Franklyn es una de esa películas que las distribuidoras parecen guardar para usar como relleno de cartelera en temporada de pocos estrenos, por lo cual me sorprendió verla estrenada en febrero mientras nuestras salas parecen apuradas tratando de ponerse al corriente con los estrenos pendientes antes de que llegue la entrega de los Oscar. La película representa el debut del escritor y director Gerald McMorrow, quien solo contaba en su curriculum con un exitoso cortometraje filmado en el 2002.

Aparentemente le fue imposible conseguir distribuidores, pues solo tuvo estrenos comerciales en algunas partes de Europa y en México, en tanto que en Estados Unidos y Canadá solo se exhibió en algunos festivales antes de ser lanzada a la venta en DVD hace un par de meses. Por alguna razón las distribuidoras consideraron adecuado estrenarla aquí, pero sin mucho éxito. Supongo que en parte se debe al pésimo trabajo de marketing y promoción para la película, empezando por el título (El Vigilante Fantasma), pues trataron de venderla al público equivocado, atrayendo a las salas a un público mayormente adolescente que, por lo que me tocó atestiguar, no tenía la paciencia necesaria para sentarse a esperar que la trama se resuelva y se disipen algunas interrogantes planteadas en la historia.

Supongo que la manera más atinada de definir Franklyn sería diciendo que es un thriller romántico de ciencia ficción de tintes filosóficos y psicológicos. O, para ponerlo de una forma más breve, pretenciosa.

Franklyn empieza contando cuatro historias en dos mundos diferentes. En Meanwhile City (Ciudad Mientras Tanto), John Preest (Ryan Philippe) es una especie de detective/vigilante enmascarado que lucha contra el opresor gobierno de la ciudad, una dictadura religiosa que controla una sociedad donde el no seguir una fe se considera un delito. Al mismo tiempo, en Londres, Emilia (Eva Green), una atormentada estudiante de arte, se dedica a crear proyectos cada vez más elaborados para convertir el suicidio en un performance artístico cada vez más peligroso. En la misma ciudad se encuentra Milo (Sam Riley), quien tras sufrir una decepción amorosa empieza a obsesionarse con recuperar la inocencia del primer amor. Finalmente, Peter Esser (Bernard Hill) es un maduro pastor religioso que llega a la ciudad en busca de David, su hijo, quien recientemente escapó de la institución mental donde estaba bajo tratamiento.

Las cuatro historias, a pesar de no aparentar ninguna conexión entre si, terminan siendo parte de un todo que solo se revela luego de un final cargado de íntima violencia.

Visualmente la película es fascinante, pues contrasta lo mundano del Londres real con la atmósfera mortecina y oscura de Meanwhile City, recreando en esta última un ambiente fuertemente influenciado por el steampunk sin por ello renunciar a presentar un paisaje totalmente urbano y atemporal, resultando por momentos reminiscente del aspecto de la ciudad de Dark City o de la oscura opresión del Londres de V for Vendetta o de la Gotham City que Tim Burton crease en su versión de Batman.

Temáticamente hablando Franklyn resulta bastante ambiciosa, incluso tal vez demasiado para su propio bien.A través de sus cuatro protagonistas, todos ellos solitarios y atormentados de algún modo, McMorrow decide explorar las bases de la fantasía desde diferentes puntos, analizando como la fe y el amor pueden ser las dos fuerzas más poderosas detrás del escapismo psicológico. Desafortunadamente su habilidad para editar las transiciones entre ambos mundos y navegar de una historia a otra de manera fluida no logra ser igualada por su capacidad para mantener el ritmo narrativo constante, resultando en una película que por momentos es demasiado lenta en su desarrollo.

Lamentablemente se trata de otro caso en que la película no es mala, pero falla en los pequeños detalles que la pudieron haber hecho realmente buena. Estoy seguro de que una segunda vista puede ayudar a poner todas las piezas en su lugar proporcionando al espectador una experiencia más satisfactoria, razón por la que haré lo posible por conseguir el DVD para confirmarlo.

febrero 11, 2010

The Road - Cormac McCarthy

Sé que había visto antes el nombre de Cormac McCarthy, pero fue hasta después de ver la adaptación cinematográfica que hicieran los Hermanos Cohen de No Country for Old Men (Sin Lugar para los Débiles, en México) que empezó a representar para mi algo concreto. Apenas estoy consiguiendo algunos de sus libros, y de los que ya tengo pensé en empezar con The Road (La Carretera, en ediciones españolas), mayormente con la idea de tenerlo leído para cuando las distribuidoras se decidan a traer a México la adaptación dirigida por John Hillcoat que se estrenó el año pasado en los EU y algunas otras partes del mundo.

The Road es un libro que me tomó por sorpresa, pues a pesar de no ser muy grande, me tomó demasiado tiempo completar su lectura. Hace un par de semanas mencioné que tratándose de ficción me gusta dejar que sea la historia la que me vaya marcando el ritmo de lectura, y supongo que eso fue lo que ocurrió aquí, pues se trata de un libro oscuro y opresivo, que cuenta una historia deprimente y desoladora, y lo hace utilizando efectivamente el estilo narrativo como una herramienta para ayudar a sentar el tono de la historia. La puntuación es mínima (creo que no hay comas o apóstrofes, ni siquiera en las contracciones) y está usada de una manera poco usual, pues los párrafos tampoco están divididos de la manera en que estamos acostumbrados.

McCarthy omite cualquier clase de indicativo de diálogo, permitiendo que los argumentos de cada personaje se mezclen con sus reflexiones, o incluso que aparezcan discusiones enteras entre dos personajes en un solo párrafo, tratándose solo de una larga sucesión de puntos y seguido. Las conversaciones entre los dos personajes principales se van volviendo cada vez más monótonas y repetitivas, acentuando la sensación de soledad y desolación que marca sus vidas.

The Road tiene lugar, aparentemente, en el futuro cercano, pero creo que en este caso ello no significa que se trate de una obra de ciencia ficción, pues aún cuando se nos presenta un mundo moribundo y gris, donde la luz y calor del sol son solo un recuerdo y la civilización humana es un memoria condenada a extinguirse poco a poco junto con los pocos sobrevivientes que quedan, nunca se revela la naturaleza de la catástrofe que llevó al mundo a esa situación. Y no hace falta.

Los protagonistas son padre e hijo, anónimos durante toda la novela pues nunca se revelan sus nombres, quienes emprenden un viaje desde una locación no revelada en dirección al sur, siguiendo una antigua carretera en busca de un clima más cálido y quizás, o al menos eso esperan, más gente y medios para subsistir. En su camino tienen que enfrentar toda clase de adversidades, desde frío y enfermedad hasta tortura y canibalismo, y a pesar de ello la historia cuenta con pocos elementos narrativos que aporten a la trama. La exploración del conflicto interno del padre respecto a su situación, su constante desesperanza y su permanente estado de paranoia crean un duro contraste ante la silente inocencia del niño, quien nunca conoció el mundo cuyos fantasmas atormentan a su padre, constituyen tal vez la parte central del libro, además de la más visceral.

La verdad es que no es la clase de libro que le recomendaría a cualquier persona, pero personalmente lo encontré fascinantemente bueno. Si ustedes gustan de leer libros donde la trama y los giros argumentales sean lo más importante, probablemente The Road no sea para ustedes, pero si en cambio les gusta la clase de lecturas que dicen tanto o más por omisión, aquellas que se le quedan a uno en la cabeza incluso días después de haber dejado el libro, creo que no se lo pueden perder.

Imagino que no debe ser difícil encontrarlo en librerías tanto en inglés como en español, a menos, claro, que prefieran "esperar a que salga la película".

febrero 10, 2010

Up in the Air

Jason Reitman tiene una corta carrera como cineasta, pero definitivamente se trata de un buen comienzo. Aún cuando ya había dirigido un par de proyectos, fue en 2005 que tomó al mundo por sorpresa con la ácidamente entretenida Thank You for Smoking, y un par de años más tarde se convirtió en una de las nuevas promesas de Hollywood gracias a Juno, película que lo colocó en la privilegiada posición de poder elegir su siguiente proyecto e incluso a incluir estrellas de gran cartel en el mismo. Entonces decidió asociarse con su padre para producir Up in the Air, un proyecto personal en el que estaba trabajando desde el 2002, y convenció además a George Clooney de hacerse cargo de la parte principal.

Up in the Air (Amor sin Escalas... ¿algún día dejaremos de tener que soportar estas estúpidas traducciones?) cuenta la historia de Ryan Bingham (Clooney), un exitoso empleado de una firma dedicada a entregar los avisos de despido en aquellas compañías donde la administración prefiere no dar la cara o ensuciarse las manos. La recesión económica resulta en un negocio muy lucrativo para su empresa, razón por la cual Ryan pasa la mayor parte de su tiempo en hoteles y aeropuertos, habiendo renunciado casi por completo a cualquier otra parte de su vida.

Por eso, cuando su jefe (Jason Bateman), le informa que necesita volver a la sede de la compañía para una reunión urgente, Ryan se preocupa. Ante toda la fuerza de trabajo de la compañía, Craig anuncia que se avecina una revolución en la forma en que realizan su trabajo, y todo gracias a la nueva adquisición de la empresa, la joven Natalie Keener (Anna Kendrick), quien ha diseñado un programa mediante el cual podrán hacer todo su trabajo mediante conferencias de video, ahorrando así a la compañía todos los gastos de transportación y viáticos.

Ryan, al ver amenazado su estilo de vida, manifiesta su oposición al cambio en el modo de hacer su trabajo, pero a pesar de que sus razones son parcialmente egoístas presenta una serie de argumentos muy válidos acerca de porque considera importante hacer su labor en persona y cara a cara. Su jefe acepta que puede haber algunas complicaciones al implementar el nuevo sistema, pero confía en que eventualmente las podrán ir resolviendo sin mayores contratiempos. A manera de compromiso decide enviar a Natalie en un viaje para que de primera mano pueda analizar las diferentes situaciones a que se pueden enfrentar, y decide que Ryan es el candidato ideal para guiarla. Ryan protesta pero no hay nada que hacer, teniendo que hacerse a la idea de, por primera vez, viajar acompañado. Esa situación daría material suficiente para contar una historia interesante, pero Reitman decide llevar las cosas un poco más allá y agregando una subtrama que conforme avanza la película va tomando fuerza y termina por imponerse temáticamente a lo anterior. 

Ryan no cree en los compromisos personales, no tiene intención de "sentar cabeza" y formar una familia. Está contento con su forma de vivir y no le importa lo que piensen los demás. Natalie es una ferviente creyente en las relaciones de pareja y en la importancia de la familia, y encuentra inconcebible que un ser humano pueda vivir como lo hace Ryan y además disfrutarlo. En su viaje anterior Ryan conoce a Alex (Vera Farmiga), quien parece tener un estilo de vida similar al suyo. Pronto se encuentran dentro de una relación ambigua, pues a pesar de que ambos prefieren la idea de mantener las cosas informales y los encuentros casuales, se gustan demasiado y empiezan a programar encuentros según lo permitan sus itinerarios de viaje. Al mismo tiempo, Ryan es contactado por una de sus hermanas para recordarle que su hermana menor está a punto de casarse. Cuestionado por Natalie, seducido por Alex, y presionado por su familia, Ryan empieza a cuestionarse la validez de sus argumentos y si en verdad es feliz viviendo como lo hace.

Me parece un error de parte de la distribuidora el pretender vender la película como una comedia romántica, pues no lo es. Al menos no en el sentido tradicional del término. Decir que Up in the Air es una comedia romántica es absurdo y simplista, pues aún cuando tiene algunos elementos propios del género, resulta mucho más compleja y profunda. Me rehuso a considerar el uso del término "dramedia", así que me abstengo de intentar clasificarla.

Como sea, Up in the Air es una buena película y me atrevo a recomendarla ampliamente. Aunque siento que tal vez la nominación a Mejor Película resulta un poco exagerada, creo que las de Mejor Actor (Clooney) y Mejor Actriz de Reparto (Farmiga y Kendrick), son más que merecidas.

febrero 09, 2010

NFL 2009: New Orleans Saints, campeones

El pasado domingo, tras un emocionante partido, los Santos de Nueva Orleans lograron superar a los Potros de Indianápolis con un marcador final de 31-17, obteniendo con ello el campeonato de la NFL y el reconocimiento de especialistas y aficionados. El QB Drew Brees fue elegido como el jugador más valioso (MVP) del encuentro.

Esta victoria sin duda sorprendió a muchos, pues la gran mayoría de los apostadores tenía como favoritos a los Potros por 4 o 5 puntos. Personalmente yo era de la idea de que este plantel en particular de los Potros no era tan fuerte como sus estadísticas parecían indicar, encontrándolo más vulnerable y menos contundente que planteles de la franquicia de temporadas anteriores, incluyendo, claro, a aquel equipo que consiguiera el título hace apenas tres años.

Creo que la gran diferencia entre ambos equipos, al menos en el partido de este domingo, fue la actitud con que enfrentaron el compromiso. Los Potros salieron a jugar de una manera conservadora, lo que no me sorprendió al principio, pues me parecía previsible que Peyton Manning quisiese poder analizar y medir un poco a la defensiva secundaria antes de retarlo con jugadas de pase largo, mismas que representan una parte importante del arsenal de Indianápolis pero que también son algo que los Santos se especializan en defender.

Durante el primer cuarto el ataque terrestre de los Potros, encabezado por Joseph Addai, estaba funcionando bastante bien, consiguiendo un gol de campo en su primera serie ofensiva y, tras capitalizar un descuido de la defensiva secundaria en su segundo turno al ataque, Manning tiró su primer y único pase de anotación para irse arriba 10-0. Por su parte Brees y la ofensiva de los Santos tardaron un poco en asentarse, pero eventualmente dominaron el segundo cuarto.

El ejemplo perfecto de la diferencia de actitud que mencioné líneas arriba se dio en los minutos finales del primer medio. Abajo en el marcador 10-3, los Santos armaron un buen ataque pero fueron detenidos a dos yardas de la anotación. Sean Payton envió a su equipo a jugársela en cuarta oportunidad, pero no pudo convertir. Los Potros habían pedido un tiempo fuera, probablemente con la intención de poder montar un último ataque antes de irse al descanso, pero al no recibir puntos optaron por jugar conservadoramente y devolver el balón a Nueva Orleans, con tiempo suficiente para conseguir un gol de campo e irse al intermedio 10-6.

Tal vez el momento clave del partido se dio en la misma patada de salida del segundo medio, pues los Santos ejecutaron sorpresivamente una patada corta y recuperaron el balón, iniciando una posesión en que manejaron el balón a su antojo y terminaron en las diagonales, consiguiendo irse arriba por primera vez 13-10. Los Potros, una vez más con Joseph Addai como arma principal, respondieron rápidamente, llevando el balón de lado a lado del campo para ponerse nuevamente arriba con el marcador 17-13. Los Santos respondieron con un gol de campo para ponerse a solo un punto de distancia con más de quince minutos por jugar. Así llegaron al cuarto cuarto, que inició con los Potros fallando un gol de campo de más de 50 yardas, mismo que decidieron patear aún a pesar de tener el viento en contra. Los Santos montaron otra ofensiva de control y consiguieron otro touchdown, tras el cual realizaron una conversión de dos puntos para tomar ventaja de 7.

Los Potros tomaron nuevamente el balón y empezaron a mover el balón de forma lenta pero consistente, colocándose poco a poco en posición para buscar el empate. En ese momento, faltando cuatro minutos para terminar el juego, se dio el único error grave del partido, y fue cometido por quien menos se esperaba. Peyton Manning buscó a Reggie Wayne pero no entendió el movimiento de los profundos de los Santos, y Tracy Porter se cruzó en la trayectoria del pase para interceptarlo y devolverlo 74 yardas hasta la zona de anotación, poniendo el marcador en las cifras que al final serían las definitivas, 31-17.

Los Potros todavía intentaron montar un ataque que les permitiera acercarse para buscar hacerse rápido con el balón y buscar el empate, pero la defensiva de los Santos les dio únicamente espacio en el centro del campo y en situaciones de corto yardaje, permitiendo que el reloj siguiera su curso.

Merecida victoria para un equipo que jugó bien y demostró más ganas de ganar que sus rivales. Drew Brees demostró que es hora de que se le respete seriamente como lo que es, uno de los mejores QB de la liga, pues no solo demostró ser un gran líder capaz de jugar bien bajo presión, si no que estableció un record de pases completos y dio una exhibición de precisión y capacidad para decidir en momentos clave.

Felicidades a los Santos y a toda su afición, pues demostraron ser el mejor equipo en el campo y son un digno campeón de la NFL.

En cuanto a los Potros... creo que comentaré mis impresiones el próximo fin de semana en un post final sobre la temporada 2009.

febrero 07, 2010

NFL 2009 - Superbowl XLIV

La semana pasada se realizó el ProBowl, primera vez que se realiza antes del Superbowl y primera vez en muchos años que no tiene lugar en Hawai. No creo que haya sido del todo una buena idea realizarlo antes del Superbowl, pero será interesante ver que decide la liga respecto a futuras ediciones. Dado que se le puede considerar como un juego "amistoso", y donde lo único que hay en juego es una prima económica, no hice ningún pronóstico al respecto y decidí dejar pasar los días antes de preparar este texto a manera de previo para el Gran Juego. Finalmente llegó el día, el "superdomingo", cuando se realiza el juego que pone punto final a la temporada 2009 de la NFL.



Los Santos de Nueva Orleans alcanzan por primera vez un Superbowl de la mano de una poderosa y explosiva ofensiva comandada por Drew Brees, en tanto que los Potros regresan luego de solo tres años, una vez más de la mano de Peyton Manning. Se trata de un curioso enfrentamiento, pues en los últimos años parecía haberse consolidado una tendencia a que los equipos campeones contaban con defensivas dominantes y un poderoso ataque terrestre, en tanto que en esta ocasión se enfrentarán dos de los ataques aéreos más explosivos y espectaculares de que se tenga memoria. Cierto, ambos equipos tienen buenas defensivas, pero no al nivel de sus escuadrones ofensivos, lo que ha llevado a muchos analistas a especular sobre la posibilidad de ver una gran cantidad de puntos esta tarde. Personalmente creo que hay una buena posibilidad de rebasar la barrera de los sesenta puntos combinados, pero no creo que vaya a resultar un marcador final tan alto como los de los últimos juegos de los Santos.

Indianápolis tiene a su favor la experiencia de su QB, quien indiscutiblemente es uno de los mejores de la historia, principalmente por su habilidad para leer defensivas y explotar sus debilidades. Manning está además rodeado de un talentoso grupo de receptores, mismo que le permite ejecutar gran cantidad de variantes ofensivas para mantener en vilo a sus oponentes. Defensivamente hablando tienen un equipo sólido pero poco publicitado, capaz de presionar eficientemente a los QBs contrarios y con un desempeño notable contra el pase.

Mucho se ha hablado en la semana de Dwight Freeney y su lesión en el tobillo, y todo parece indicar que si juega, lo hará infiltrado. La verdad no creo que de aparecer en el juego se convierta en un factor de peso y tengo la idea de que utilizarlo puede ser más perjudicial para los Potros. Quienquiera que haya practicado algún deporte sabe lo difícil que es lidiar con un tobillo lastimado, y dada la posición y estilo de juego de Freeney me parece aún más complicado. Creo que si juega corre el riesgo de agravar su lesión, además de convertirse en un punto que la ofensiva de los Santos buscará explotar constantemente, sobre todo mandando carreras por su lado del campo.

Por su parte, Nueva Orleans llega a este juego con el mejor ataque de la liga, siendo tanto el que más yardas consigue como el que más puntos anota. Drew Brees es un líder en toda la extensión de la palabra y su arsenal de complementos ofensivos no tiene nada que pedir al de Manning. Los Santos cuentan con un ataque terrestre muy superior al de los Potros, gracias en parte a contar con corredores de características muy diferentes, quienes ayudan a dar a su ataque una mayor cantidad de variantes.

La defensiva de Nueva Orleans es una que gusta de correr riesgos. Bajo el mando del coordinador Greg Williams los Santos se han convertido en un equipo que vive y muere por la jugada grande. Atacan agresivamente al QB, lo que abre espacios en la defensiva secundaria, mismos que pueden ser aprovechados por su oponente, sobre todo tratándose de un especialista como Peyton Manning. Muy importante resultará el trabajo del veterano Darren Sharper, quien es muy bueno leyendo a los QBs contrarios, lo que debe resultar en un duelo atractivo entre él y Manning.

Como atractivo adicional para esta tarde, el espectáculo de medio tiempo correrá a cargo de una de las bandas de rock más grandes (si no es que LA más grande) de todos los tiempos: The Who. Los veteranos rockeros británicos son un referente obligado de la música del siglo XX y creo que la potencia de su música es el complemento ideal para un espectáculo deportivo lleno de adrenalina, lo que se aleja por completo de la musica blandengue y anticlimáctica de la que me he quejado en los espectáculos de Superbowls anteriores (Stink y Paul McCartney me vienen a la mente, además del fiasco Justin Timberlake/Janet Jackson).

Como quiera que sea, creo que esta tarde noche traerá consigo un extraordinario espectáculo en todos los aspectos, además de ser un juego digno de recordarse. Por lo pronto, les informo que esta tarde los Santos cuentan con todo mi apoyo para llevarse el título. Solo espero que los oficiales hagan su trabajo y no tengamos más de esos llamados controversialmente parciales que tanto me molestaron en algunos juegos de los Potros, sobre todo tomando en cuenta que el referee principal será Scott Green, quien hace unas semanas permitió que los Cardenales salieran impunes de algunas infracciones, sobre todo maltratando a Aaron Rodgers hacia el final del juego.

¿Se romperá el record de puntos para un Superbowl? ¿Surgirá un héroe inesperado o la estrella del juego será alguno de los estelares de estos equipos? ¿Podrán los Santos completar su propia historia de Cenicienta y ganar un título, acabando de una vez por todas con el estigma de franquicia perdedora?

No lo sé. Pero me encantará poder averiguarlo. Feliz domingo.

febrero 05, 2010

Happiness...

Después del experimento en necedad realizado hace unos días, necesitaba algo que me cambiara el ánimo. ¿Y qué mejor que una buena dosis de ternura cortesía del maestro Charles M. Schulz?

Hace un par de meses que me encontré en una librería de viejo esta joyita: Happiness is a Warm Puppy, una colección de breves reflexiones acerca de la felicidad ilustradas con los personajes de Peanuts, la entrañable tira cómica creada por Schulz. Se trata de 30 frases, acompañadas cada una de ellas por una ilustración en un libro de pasta dura de tamaño similar al de un disco compacto, mismo que me costó solamente 25 pesos (unos 2 dólares, aproximadamente).

Estos son algunos ejemplos del contenido del libro:





Si a alguien le interesa, puedo escanearlo completo y subirlo a la red en algún formato que permita su fácil lectura y apreciación.

Por cierto, la imagen que encabeza este post es un escaneo de mi copia del libro, pero me llamó la atención que la gran mayoría de versiones que me he encontrado en línea de la cubierta si tienen el título, como por ejemplo la de la imagen de la derecha. Raro, ¿no?

En fin. Fans de Schulz, Snoopy, o el resto de la pandilla, están avisados. Si quieren poder leer este pequeño pero bonito libro, nada más tienen  que pedirlo en los comentarios.