Antes que otra cosa, debo aclarar que el autor de esta novela no es el famoso escritor y editor de Marvel Comics, sino Stanley R Lee, un exitoso publicista fallecido en 1997. Lee escribió solo dos novelas, Dunn's Conundrum, publicada en 1985, y The God Project, aparecida en 1990. Obviamente eso es algo que yo no sabía el día que me encontré con este libro en una librería de viejo.
Lo que atrajo mi atención fue, obviamente, el nombre del autor. Dado que estoy familiarizado con la vida y obra del co-creador de la mayor parte del Universo Marvel, sabía que la novela no era obra suya, pero me pareció curioso pensar que un autor de ficción usase el mismo nombre sin preocuparle la posibilidad de alguna confusión.
Ya con el libro en mano, la premisa descrita en la contratapa me causó curiosidad, así que decidí comprarlo.
Se trata de una historia de espionaje e intriga política, lo que no debe haber sido tema inusual a mediados de los 1980s, casi al final de la Guerra Fría. De hecho, lo que me decidió a comprarlo fueron los textos promocionales citando opiniones de críticos y escritores, en particular uno que describía a su autor como Robert Ludlum con sentido del humor.
Harry Dunn es uno de los hombres más poderosos e influyentes en Washington, aún si la mayoría de la población no tiene idea de su existencia. Dunn es el responsable de la creación de The Libray (La Biblioteca), una agencia de inteligencia que hace palidecer la estructura y alcances del FBI, la CIA, NSA, o cualquier otra agencia gubernamental. The Library está estructurada de manera que tiene solo doce analistas, conocidos como librarians (bibliotecarios), quienes trabajan bajo una presunción opuesta a la de las demás agencias.
Mientras lo usual en el mundillo de la inteligencia es el material restringido, niveles de seguridad e información "solo para sus ojos", The Library tiene un solo nivel de seguridad y una sola clasificación para toda su información: para todos los ojos. Todos y cada uno de los librarians tienen acceso a todo el material recopilado.
Un edificio discreto e instalaciones de apariencia inocua e inofensiva encierran uno de los tanques pensantes más grandes del mundo. Los librarians son personal elegido por Dunn personalmente, y sus requerimientos presupuestales son mínimos, pues utilizan todo el material de vigilancia e información recopilados por todas las demás agencias de gobierno.
Al empezar el libro nos enteramos que uno de los librarians acaba de cometer suicidio, y Dunn y sus enlaces en el gobierno están tratando de decidir quien de los restantes librarians deberá hacerse cargo de la delicada tarea cuyo stress puede haber llevado a su hombre a suicidarse. El elegido es el miembro más joven e inusual del equipo, y lo estresante de su nueva tarea se ve incrementado cuando eventos en la frontera de Alemania del Este amenazan con escalar hasta un conflicto abierto entre los países socialistas y la OTAN.
¿Puede un antropólogo convertido en analista de inteligencia ser la clave para impedir una catástrofe nuclear? Y lo que es más, ¿está dfispuesto a renunciar a su chica o al trabajo de toda su vida? Más vale que así sea, o el mundo enfrentará la tercera Guerra Mundial y puede no haber un mañana por el cual preocuparse..
La novela está escrita en un estilo sumamente ágil y dinámico, de fácil lectura y en el que uno rápidamente simpatiza con algunos de los personajes. La historia por si misma es bastante interesante y entretenida, pero Lee la adereza con sutil mordacidad, comentando la carrera armamentista y los juegos de poder y tráfico de influencias en Washington. No puedo contar mucho de la trama sin caer en lo que definitivamente serían spoilers, así que no lo haré. Baste con decir que se trata de una lectura tanto o más entretenida que la de la mayoría de éxitos de autores como Tom Clancy o Robert Ludlum.
Me parece que se trata de un libro sumamente difícil de encontrar, pero si pueden no lo dejen pasar. Absolutamente recomendable.
Lo que atrajo mi atención fue, obviamente, el nombre del autor. Dado que estoy familiarizado con la vida y obra del co-creador de la mayor parte del Universo Marvel, sabía que la novela no era obra suya, pero me pareció curioso pensar que un autor de ficción usase el mismo nombre sin preocuparle la posibilidad de alguna confusión.
Ya con el libro en mano, la premisa descrita en la contratapa me causó curiosidad, así que decidí comprarlo.
Se trata de una historia de espionaje e intriga política, lo que no debe haber sido tema inusual a mediados de los 1980s, casi al final de la Guerra Fría. De hecho, lo que me decidió a comprarlo fueron los textos promocionales citando opiniones de críticos y escritores, en particular uno que describía a su autor como Robert Ludlum con sentido del humor.
Harry Dunn es uno de los hombres más poderosos e influyentes en Washington, aún si la mayoría de la población no tiene idea de su existencia. Dunn es el responsable de la creación de The Libray (La Biblioteca), una agencia de inteligencia que hace palidecer la estructura y alcances del FBI, la CIA, NSA, o cualquier otra agencia gubernamental. The Library está estructurada de manera que tiene solo doce analistas, conocidos como librarians (bibliotecarios), quienes trabajan bajo una presunción opuesta a la de las demás agencias.
Mientras lo usual en el mundillo de la inteligencia es el material restringido, niveles de seguridad e información "solo para sus ojos", The Library tiene un solo nivel de seguridad y una sola clasificación para toda su información: para todos los ojos. Todos y cada uno de los librarians tienen acceso a todo el material recopilado.
Un edificio discreto e instalaciones de apariencia inocua e inofensiva encierran uno de los tanques pensantes más grandes del mundo. Los librarians son personal elegido por Dunn personalmente, y sus requerimientos presupuestales son mínimos, pues utilizan todo el material de vigilancia e información recopilados por todas las demás agencias de gobierno.
Al empezar el libro nos enteramos que uno de los librarians acaba de cometer suicidio, y Dunn y sus enlaces en el gobierno están tratando de decidir quien de los restantes librarians deberá hacerse cargo de la delicada tarea cuyo stress puede haber llevado a su hombre a suicidarse. El elegido es el miembro más joven e inusual del equipo, y lo estresante de su nueva tarea se ve incrementado cuando eventos en la frontera de Alemania del Este amenazan con escalar hasta un conflicto abierto entre los países socialistas y la OTAN.
¿Puede un antropólogo convertido en analista de inteligencia ser la clave para impedir una catástrofe nuclear? Y lo que es más, ¿está dfispuesto a renunciar a su chica o al trabajo de toda su vida? Más vale que así sea, o el mundo enfrentará la tercera Guerra Mundial y puede no haber un mañana por el cual preocuparse..
La novela está escrita en un estilo sumamente ágil y dinámico, de fácil lectura y en el que uno rápidamente simpatiza con algunos de los personajes. La historia por si misma es bastante interesante y entretenida, pero Lee la adereza con sutil mordacidad, comentando la carrera armamentista y los juegos de poder y tráfico de influencias en Washington. No puedo contar mucho de la trama sin caer en lo que definitivamente serían spoilers, así que no lo haré. Baste con decir que se trata de una lectura tanto o más entretenida que la de la mayoría de éxitos de autores como Tom Clancy o Robert Ludlum.
Me parece que se trata de un libro sumamente difícil de encontrar, pero si pueden no lo dejen pasar. Absolutamente recomendable.
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