
La semana pasada dediqué algunas líneas a revisar el estado de mis pronósticos realizados al principio de la temporada y a exponer mis expectativas para el cierre de la misma, concentrándome en la Conferencia Nacional. Ahora es el turno de la Conferencia Americana, donde había dado como mis candidatos a pelear el título de la conferencia a los
Patriotas de Nueva Inglaterra, los
Potros de Indianapolis, los
Cuervos de Baltimore y los
Cargadores de San Diego.

En este momento no queda ninguna duda sobre que el equipo más poderoso de la liga son los
Patriotas de Nueva Inglaterra, aún a pesar del cerrado juego que tuvieron el domingo por la noche. Su ofensiva tuvo un mal día, probablemente como resultado de la combinación de un inteligente plan de juego de la defensiva de
Filadelfia, un clima frío que dificulta un pleno despliegue físico, y tal vez un cierto exceso de confianza. Sin embargo, cuando fue necesario apretar el paso y cambiar la forma de jugar lo hicieron, haciéndose con el control del balón y moviendo su ataque de una manera más conservadora a la que utilizan normalmente. Para algunos ese juego podría convertirse en un ejemplo de como es posible minimizar su ataque para sus próximos rivales, pero hay recordar que la persona más interesada en revisar sus deficiencias y fallas será el coach
Bellichick, así que yo no confiaría demasiado en que se repita un juego tan cerrado.
Nueva Inglaterra será el equipo número 1 de la liga y recibirá toda la postemporada en el Gillette Stadium, convirtiéndose en el más claro favorito para llegar al Superbowl y ganarlo por cuarta ocasión en lo que va de la década.
Indianapolis ha sufrido un par de derrotas y han mostrado una debilidad inusual a la ofensiva en las últimas semanas, principalmente porque han sufrido para cubrir algunas ausencias importantes debido a las lesiones, y los pobres números (comparados con los que acostumbra año con año) de
Peyton Manning han hecho dudar a más de uno sobre el verdadero nivel de competencia del equipo. Sin embargo, la experiencia de sus jugadores y coaches será importante, pues hay que recordar que el año pasado sufrieron mucho durante la última parte de la temporada pero hicieron los ajustes necesarios para superar los obstáculos y alzar el trofeo
Vince Lombardi al final del Superbowl XLI, así que no hay que descartar la posibilidad de presenciar otro capítulo de la saga
Patriots vs Colts en la postemporada.
Baltimore también ha sufrido con las lesiones tanto a la ofensiva como a la defensiva, y cada vez se hace más evidente que los años le empiezan a cobrar la factura a algunos de los miembros más importantes de su defensiva, la cual, pese a todo y encabezada por el longevo
Ray Lewis, se mantiene como una de las mejores de la liga. Lamentablemente su ofensiva no ha podido comportarse a la altura sin importar quien juegue detrás del centro.
Steve McNair puede estar viviendo sus últimos partidos como profesional en la
NFL y
Kyle Boller parece estar destinado a ser el eterno suplente que no es capaz de ganarse la titularidad cada vez que entra al rescate. Conforme se sigan reintegrando los lesionados al equipo o los reemplazos asuman completamente el dominio de sus posiciones se verán más cercanos a aquel equipo defensivo y dominante que alguna vez fueron, pero no creo que sea suficiente para convertirlos en contendientes y probablemente sea hora de empezar a pensar en renovarse mirando hacia el futuro.
San Diego tampoco está pasando por su mejor momento, aunque en su caso no es a causa de las lesiones. Con el paso de las semanas el equipo se ha asentando para parecerse más al coloso ofensivo y defensivo que se quedó en la orilla hace un año, pero no creo que tengan el tiempo suficiente como para alcanzar su mejor nivel antes de que termine la temporada. El proceso de adaptación a un nuevo staff de coacheo ha sido más díficil de lo que nadie anticipaba, y la pobre actuación que
Philip Rivers ha tenido durante todo el año parece reflejar la incómoda situación que vive el equipo. Habrá que ver si
Norv Turner se puede sacudir la imagen de "gran coordinador y asistente, mediocre entrenador en jefe", especialmente ahora que declaraciones de algunos jugadores apuntan a un mal ambiente en el vestidor. Es importante señalar que esas declaraciones cobran mayor gravedad al haber surgido de dos líderes del equipo, como son Shawn Merriman y LaiDanian Tomlison.
Del resto de la conferencia creo que los equipos que aspiran a la post-temporada son los
Acereros de Pittsburgh, los
Jaguares de Jacksonville, los
Cafés de Cleveland y, en menor medida, los
Texanos de Houston y los
Titanes de Tennesee.
Pittsburgh es un equipo subestimado por muchos, pero probablemente están a la par de los
Potros cuando juegan a su mejor nivel. Las derrotas que han sufrido esta temporada se dieron ante equipos con staffs de coacheo muy experimentados, así que probablemente le hayan cobrado la novatez a
Mike Tomlin. Si el equipo termina de adaptarse a su nuevo coach y evita cometer errores, sobre todo a la ofensiva, que ha cometido muchas pérdidas de balón en momentos clave, puede convertirse en un rival digno a tener de cuenta en los juegos de campeonato, especialmente tomando en cuenta que tienen una de las mejores defensivas de la liga.

Los
Jaguares de Jacksonville son uno de los equipos más balanceados de la liga. Su defensiva es de lo mejor, tanto contra la carrera como contra el pase, y su ataque es uno de los más efectivos de la liga, especialmente ahora que
David Garrard está recuperado de su lesión y de regreso en la alineación titular.
Garrard es el único QB de la liga que no ha lanzado un solo pase interceptado, y cuenta con el apoyo del duo de corredores
Maurice Jones-Drew y
Chester Taylor. Un descuido de
Indianápolis y los
Jaguares podrían hacerse con el titulo de su división y forzar a los
Potros a jugar como comodín con todo lo que ello implica.

Los
Titanes de Tennessee y los
Texanos de Houston adoptan el papel de posibles suspirantes, pensando en que los
Cafés de Cleveland pierdan el paso en las últimas semanas, permitiendo que los dos comodines salgan de la División Sur, misma que comparten con
Indianápolis y
Jacksonville. Ambos dependen de que algunos de sus jugadores clave dejen atrás las lesiones que los han aquejado buena parte de la temporada. Por otro lado, los sorprendentes
Cafés de Cleveland son el equipo a cuidar, pues se trata de un plantel muy joven que poco a poco va tomando confianza y estableciéndose como un rival de respeto.
Derek Anderson se ha convertido en la revelación del año y podría retrasar el debut de
Brady Quinn como QB profesional, convirtiéndose además en un atractivo prospecto en caso de que los Cafés decidan dejarlo partir. Apoyado por su joven y altísimo equipo de receptores/ala cerrada comanda una de las ofensivas más anotadoras de la liga, apuntalada por el veterano corredor
Jamal Lewis. No creo que este año hagan mucho, pero le pueden dar un susto a casi cualquiera de los equipos arriba mencionados.
Para finalizar, recomendaría seguir con atención a los Broncos de Denver, quienes a pesar de tener un record de 5-6 están solo un juego abajo de los Cargadores y parecen ir mejorando semana a semana. Quien pierda la carrera por el título de la División Oeste muy probablemente se quedará fuera de la postemporada, así que debiera ser interesante, sobre todo porque se enfrentan en la penúltima semana de la temporada regular, justo la víspera de Navidad.
Creo que mis Broncos renunciaron ayer a la temporada... daba la impresion de que querian perder el juego... y lo consiguieron.
ResponderBorrarLo malo es que fue contra los RIDERS...