diciembre 08, 2008

Psycho House

Psycho House es la tercera parte de la trilogía iniciada en Psycho, la mítica novela que inspiró la igualmente legendaria película de Alfred Hitchcock y al igual que Psycho II no tiene nada que ver con ninguna de las secuelas de esa cinta. Robert Bloch escribió la novela original en 1959 y le tomó más de dos décadas el crear una secuela. En Psycho II Norman Bates se entera de que en Hollywood se está preparando una película sobre él, con los asesinatos en el motel como el punto central de la historia. Considerando que el mundo debe estar más loco que él, Norman decide escapar del asilo donde se encuentra recluído, pero se produce un incendio durante su escape. En un principio las autoridades consideran que Norman murió en el incendio, pero eso cambia una vez que se empiezan a suceder asesinatos en el set de filmación de la película. Eventualmente el misterio se resuelve y el Motel y la Casa Bates son destruídos por otro incendio. La novela fue escrita en 1982 a sugerencia de Universal Pictures con la idea de usarla como base para una nueva película, pero el resultado final no gustó al estudio por la crítica incluída al cine de terror gráfico conocido como splatter que era tan popular a principios de los 1980s, por lo que produjeron la película con un guión original y sin involucrar en modo alguno a Bloch.

Psycho House tiene lugar diez años más tarde, cuando un empresario local decide reconstruir la casa y el motel para convertirlos en una atracción turística. Esto atrae la atención de Amelia "Amy" Haines, una joven escritora que alcanzó el éxito un par de años atrás al escribir un libro sobre la vida de una famosa asesina serial. Amy piensa que la apertura del motel y la casa convertidos en puro entretenimiento pueden motivar a la gente del pueblo que pudiese haber conocido a Norman y/o a su madre a compartir sus impresiones, proporcionándole el material para un nuevo libro. Sin embargo, la víspera de su llegada al pueblo una niña es asesinada dentro de la casa, además de que un robot con la efigie de la madre de Norman es robado del lugar.

Esto provoca un mayor recelo y hermetismo de parte de los vecinos del pueblo, quienes no ven con buenos ojos ni a Amy ni a ningún otro fuereño de los que empiezan a aparecer por el lugar. Cuando los homicidios empiezan a acumularse Amy solo contará con el apoyo del director del diario local, el sheriff del pueblo, y un demonólogo que está convencido de que un ente sobrenatural es el responsable de la maldad que se cierne sobre la antigua propiedad de los Bates.

La novela está escrita con el mismo enfoque humanista y psicológico que los dos anteriores o, para el caso, que cualquier otro trabajo de Bloch. Considerado como uno de los precursores del terror urbano, concentrándose en explorar las debilidades y defectos del ser humano como fuente principal de la maldad en el mundo y dejando de lado cualquier clase de elemento sobrenatural. Bloch inició su carrera desde muy joven, habiendo trabado una amistad por correspondencia con HP Lovecraft, quien se convirtió en una especie de mentor para el joven aspirante a escritor. Siendo el miembro más joven del Círculo Lovecraft, Bloch publicó sus primeras historias en la revista Weird Tales, misma de la que su mentor era colaborador frecuente, y lo hizo con historias muy reminiscentes del trabajo de aquel. Con el tiempo Bloch fue desarrollando su estilo propio e incursionó en géneros como el policiaco o la ciencia ficción, escribiendo tanto prosa como guiones para cine y tv. Considerado como uno de los grandes maestros de la ficción de género del siglo XX, Bloch continuó trabajando prácticamente hasta su muerte en 1994 pero Psycho House, publicada en 1990 es la última novela que completó y publicó.

En realidad sería inútil recomendar el libro a alguien que no haya leído los dos anteriores, pues existe una sucesión de hechos entre los tres libros que ayuda a enriquecer la historia y la construcción de los personajes. De ser posible recomendaría leer las tres novelas juntas, pero eso no quiere decir que no sean atractivas como entes separados, pues cada una de ellas puede ser perfectamente seguida y disfrutada por quienquiera que haya visto la película de Hitchcock, aunque no al mismo nivel. Sea como sea, otro gran trabajo del maestro, mismo que resultaría además un digno cierre para la carrera y vida del prolífico autor.

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