Mi intención original era empezar los comentarios de las películas de Hitchcock el viernes pasado, pero los problemas que tuve para actualizar el blog durante la primera mitad de la semana me impidieron hacerlo así. En vez de publicar durante el fin de semana, opté por esperar hasta hoy lunes, y debido a la fecha, cambié el orden de las dos primeras películas a comentar, porque encontré perversamente divertido comentar Psycho el Día de las Madres...
Quizás el mayor problema que presenta el comentar una película como Psycho (Psicosis), además de tratarse de un clásico aclamado y apreciado de manera universal -incluso con las muchas objeciones que se le pueden hallar a su final-, es que a casi cincuenta años de su estreno ya ha sido comentada y analizada por toda clase de especialistas tanto en cine como en psicología, así que es casi un hecho que cualquier intento que hiciese por desglosar la película, sus temas y simbolismos, o su construcción de personajes, probablemente me quedaría corto en relación a algún texto anterior hecho por alguien más.
Por si alguien no conoce la historia, esta es la idea básica. Marion Crane (Janet Leigh) es una empleada de una firma de bienes raíces en Phoenix, Arizona. Frustrada ante los problemas económicos que impiden que se pueda casar con Sam (John Gavin), su novio, Marion se encuentra de muy mal humor al volver a su trabajo el viernes luego de la hora del almuerzo. Al llegar a la oficina se encuentra con que su jefe está a punto de cerrar un lucrativo negocio y que su cliente trae consigo cuarenta mil dólares en efectivo. Dado que no esperan cerrar el negocio hasta el lunes, su jefe ordena a Marion que vaya a depositar el dinero a la caja de seguridad del banco.
Marion aprovecha para solicitar permiso para retirarse a su casa tras ir al banco, pues no se siente bien. Una vez obtenido el permiso Marion va directamente a su casa, donde empaca una maleta y saca sus documentos esenciales, pues ha decidido robarse el dinero para iniciar una nueva vida en compañía de Sam. Toma su auto y empieza a conducir hacia California para encontrarse con él. En el camino, la segunda noche, es sorprendida por una fuerte lluvia, por lo que decide buscar un lugar para pasar la noche y es así como encuentra el Motel Bates a un costado de una vieja carretera semi-abandonada.
Tras alquilar una habitación, Marion accede a cenar con el encargado del motel, Norman Bates (Anthony Perkins), un joven de aspecto agradable y caracter afable quien vive con su madre en una vieja casona detrás del motel. Tras escuchar una discusión entre Norman y su madre, Marion le sugiere buscar el modo de alejarse de ahí, huir y hacer su vida en otra parte. La respuesta de Norman sorprende un poco a Marion pero a la vez la convence de que lo mejor que puede hacer es regresar a Phoenix y devolver el dinero. Pero el oscuro secreto detrás de Norman y su madre echará por tierra sus planes y buenas intenciones.
Psycho es una película que ejemplifica la superioridad técnica de Hitchcock sobre otros realizadores, desde la perfecta planeación y montaje de la película hasta los ángulos y tomas elegidos para contar su historia. Filmada en blanco y negro de maera intencional a fin de evitar que resultase demasiado sangrienta, Psycho presentó muchas innovaciones tanto en la historia como en la manera de narrarla. Por ejemplo, a pesar de contener la que tal vez sea la escena de asesinato más famosa jamás filmada, la película haya sido producida en una época donde la censura limitaba los recursos del realizador, prohibiéndole mostrar en pantalla tanto las cuchilladas como a una mujer desnuda.
Psycho constituye el primer thriller psicológico de la historia del cine y su influencia sigue siendo notoria a cincuenta años de distancia. Filmada con un presupuesto de $800, 000 dólares, bajo incluso para la época, y realizada por el personal que trabajaba con Hitchcock en su programa de televisión, fue la última producción de Hitchcock filmada en blanco y negro. Podría extenderme líneas y líneas acerca de las curiosas técnicas y recursos empleadas durante la filmación, o comentando las peculiaridades con que se manejó la promoción de la película, pero todo ello lo pueden consultar en muchas otras partes. A fin de cuentas lo importante es la película, y es indiscutible que se trata de una recomendación obligada para todos aquellos que gustan del cine.
Quizás el mayor problema que presenta el comentar una película como Psycho (Psicosis), además de tratarse de un clásico aclamado y apreciado de manera universal -incluso con las muchas objeciones que se le pueden hallar a su final-, es que a casi cincuenta años de su estreno ya ha sido comentada y analizada por toda clase de especialistas tanto en cine como en psicología, así que es casi un hecho que cualquier intento que hiciese por desglosar la película, sus temas y simbolismos, o su construcción de personajes, probablemente me quedaría corto en relación a algún texto anterior hecho por alguien más.
Por si alguien no conoce la historia, esta es la idea básica. Marion Crane (Janet Leigh) es una empleada de una firma de bienes raíces en Phoenix, Arizona. Frustrada ante los problemas económicos que impiden que se pueda casar con Sam (John Gavin), su novio, Marion se encuentra de muy mal humor al volver a su trabajo el viernes luego de la hora del almuerzo. Al llegar a la oficina se encuentra con que su jefe está a punto de cerrar un lucrativo negocio y que su cliente trae consigo cuarenta mil dólares en efectivo. Dado que no esperan cerrar el negocio hasta el lunes, su jefe ordena a Marion que vaya a depositar el dinero a la caja de seguridad del banco.
Marion aprovecha para solicitar permiso para retirarse a su casa tras ir al banco, pues no se siente bien. Una vez obtenido el permiso Marion va directamente a su casa, donde empaca una maleta y saca sus documentos esenciales, pues ha decidido robarse el dinero para iniciar una nueva vida en compañía de Sam. Toma su auto y empieza a conducir hacia California para encontrarse con él. En el camino, la segunda noche, es sorprendida por una fuerte lluvia, por lo que decide buscar un lugar para pasar la noche y es así como encuentra el Motel Bates a un costado de una vieja carretera semi-abandonada.
Tras alquilar una habitación, Marion accede a cenar con el encargado del motel, Norman Bates (Anthony Perkins), un joven de aspecto agradable y caracter afable quien vive con su madre en una vieja casona detrás del motel. Tras escuchar una discusión entre Norman y su madre, Marion le sugiere buscar el modo de alejarse de ahí, huir y hacer su vida en otra parte. La respuesta de Norman sorprende un poco a Marion pero a la vez la convence de que lo mejor que puede hacer es regresar a Phoenix y devolver el dinero. Pero el oscuro secreto detrás de Norman y su madre echará por tierra sus planes y buenas intenciones.
Psycho es una película que ejemplifica la superioridad técnica de Hitchcock sobre otros realizadores, desde la perfecta planeación y montaje de la película hasta los ángulos y tomas elegidos para contar su historia. Filmada en blanco y negro de maera intencional a fin de evitar que resultase demasiado sangrienta, Psycho presentó muchas innovaciones tanto en la historia como en la manera de narrarla. Por ejemplo, a pesar de contener la que tal vez sea la escena de asesinato más famosa jamás filmada, la película haya sido producida en una época donde la censura limitaba los recursos del realizador, prohibiéndole mostrar en pantalla tanto las cuchilladas como a una mujer desnuda.
Psycho constituye el primer thriller psicológico de la historia del cine y su influencia sigue siendo notoria a cincuenta años de distancia. Filmada con un presupuesto de $800, 000 dólares, bajo incluso para la época, y realizada por el personal que trabajaba con Hitchcock en su programa de televisión, fue la última producción de Hitchcock filmada en blanco y negro. Podría extenderme líneas y líneas acerca de las curiosas técnicas y recursos empleadas durante la filmación, o comentando las peculiaridades con que se manejó la promoción de la película, pero todo ello lo pueden consultar en muchas otras partes. A fin de cuentas lo importante es la película, y es indiscutible que se trata de una recomendación obligada para todos aquellos que gustan del cine.
Estaré esperando ansiosamente tus reseñas de Hitchcock, para empezar a enriquecer mi videoteca en base a ellas.
ResponderBorrarSaludos Enfermos.
Pues debo tener unas treinta películas de su filmografía, así que de a una a la semana yo creo que me la puedo llevar hasta fin de año.
ResponderBorrarA la fecha no me he topado con una película suya que sea mala o aburrida, así que prácticamente lo podría recomendar a ciegas.
¡Saludos!