mayo 07, 2010

Il y a Longtemps que je t’aime

No tengo idea de que clase de libros ha escrito Philippe Claudel. De hecho, me enteré de que era un exitoso novelista mientras buscaba imágenes para este post, pero si su trabajo en la construcción de personajes es similar al que muestra en Il y a Longtemps que je t’aime (Hace Mucho que te Quiero), creo que bien valdría la pena buscar sus libros. Il y a Longtemps que je t’aime representa su debut como director y lo menos que puedo decir es que su futuro en este medio es prometedor.

La cinta es protagonizada por Juliette Fontaine (Kristin Scott Thomas), una mujer que pasó quince años en prisión por haber asesinado a su hijo. Mientras logra estabilizar su vida Juliette irá a vivir con Léa (Elsa Zylberstein), su hermana menor, quien se muestra a la vez emocionada y aprehensiva ante la perspectiva de reconectar con su hermana. Luc (Serge Hazanavicius), el marido de Léa, se muestra receloso y desconfiado de tener a Juliet en casa, sobre todo pensando en que tienen a dos pequeñas niñas adoptadas, quienes tendrán que convivir con ellas. Completa la familia Papy Paul (Jean-Claude Arnaud), el padre de Luc, quien hace unos años sufrió un accidente y perdió el habla, dedicando ahora la mayor parte de su tiempo a leer.

El pasado es un tabú para todos los personajes, pues ni siquiera cuando se empieza a formar un cierto lazo de confianza entre los personajes, se atreve alguno de ellos a preguntar abiertamente a Juliette sobre lo que pasó. Poco a poco se revelan algunos datos pero nada que permita esclarecer las circunstancias en que la joven mujer, quien además era médico, decidió terminar con la vida de su hijo. Juliette por su parte parece sumida en un estado permanente de tristeza y nostalgia, haciendo apenas vagos intentos medio intencionados de reintegrarse a la sociedad o de intentar reconstruir su vida.

El fuerte de la película es el profundo estudio de personajes montado por Claudel, mismo que con el apoyo de su extraordinario elenco resulta en una película de gran fuerza emocional, contada con una confianza inusual en un director novato que parece estar enfocado en que la cámara pase a segundo plano, permitiendo que el espectador empatice con los personajes como podría hacerlo con algún vecino o pariente cercano. Las actuaciones de Scott Thomas y Zylberstein son particularmente notables, representando una relación compleja entre dos hermanas divididas por toda clase de elementos, desde sociales y generacionales hasta ideológicos y sentimentales, y quienes sin embargo se mantienen cerca de manera incondicional.

El secreto de Juliette se empieza a hacer evidente para el espectador conforme avanza la película, y tal vez sea eso lo que hace que el último bloque de la película se sienta un tanto apresurado y conveniente. El final carece de la fuerza que uno hubiese esperado tras todo lo que le antecede, pero aún así resulta moderadamente satisfactorio. Il y a Longtemps que je t’aime es la clase de película que Hollywood renunció a producir hace mucho tiempo, representando una historia profundamente humana sin caer en excesos melodramáticos, y presentando un retrato de la condición humana y de la sociedadcontemporánea con una sobriedad y profundidad realmente destacables.

No es una película fácil de hallar, pues parece ser que solo llegaron un puñado de copias a nuestro país y se estan moviendo en diferentes localidades. No sé que tan difícil sea encontrarla en DVD sin tener que hipotecar un órgano, pero si pueden ponerle las manos encima a una copia, la recomiendo ampliamente. La verdad vale mucho la pena.

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