Duncan Jones dirigió Moon (Luna: 1095 Días) -aquí pueden leer mi comentario acerca de esa película-, una de mis películas favoritas del año pasado (aunque en realidad sea del 2009) y parece ser que este año piensa repetir en mi lista con su segunda película, Source Code (estrenada en México bajo el horrendo título de 8 Minutos Antes de Morir - gracias, distribuidoras, nunca cambien).
Supongo que siendo hijo de David Bowie no debería sorprender a nadie que Jones parezca haber decidido hacer de la ciencia ficción su género de elección, al menos para realizar en él sus primeras películas, ni tampoco que se trate de una persona talentosa y capaz de hacer las cosas a su manera aún si eso significa no contar con el apoyo de los grandes estudios de Hollywood.
Colter Stevens (Jake Gyllenhaal) es un piloto de helicóptero parte de un destacamento estacionado en Afganistán, así que cuando despierta para encontrarse a bordo de un tren camino a Chicago es comprensible que se encuentre confundido. Y más aún luego de descubrir que se encuentra ocupando el cuerpo de alguien más y que unos minutos después el tren explota matando a todos sus ocupantes. Por si eso no fuese suficientemente estresante, Stevens se ve forzado a repetirlo una y otra vez.
El Capitán Stevens es parte de un revolucionario programa experimental designado Source Code (Código Fuente) operado por una rama militar del gobierno de los Estados Unidos. El programa permite a un operativo ocupar el cuerpo de otra persona durante los últimos ocho minutos de su vida, y es utilizado para intentar determinar causas y/o culpables detrás de ataques terroristas y atentados a fin de evitar su repetición.
En este caso, la explosión del tren en cuestión fue seguida de una amenaza de ataque nuclear en el centro de Chicago, por lo que Stevens tiene que intentar descubrir al responsable del ataque a fin de prevenir ese segundo atentado.
A bordo del tren conoce a Christina Warren (Michelle Monaghan), una amiga del dueño del cuerpo que está ocupando y hacia quien empieza a desarrollar una atracción conforme repite las regresiones, al punto que decide consultar con su supervisora de misión, Colleen Goodwin (Vera Farmiga) y con el creador del Source Code, el Dr. Rutledge (Jeffrey Wright) sobre la posibilidad de intentar salvarla, junto al resto de los pasajeros del tren, algo que, aparentemente, es imposible.
Jones cuenta su historia con un ritmo rápido pero fácil de seguir y muestra gran habilidad para trabajar dentro del reducido espacio que representa el interior del tren sin que su película se vea encerrada u obscura. La historia es lo suficientemente sencilla como para que cualquiera la siga sin esfuerzo pero lo suficientemente inteligente y bien planteada como para satisfacer a quienes buscan algo más que un blockbuster veraniego.
Source Code es una entretenida película de ciencia ficción que toma elementos de películas y series tan dispares como Groundhog Day (Hechizo de Tiempo), Quantum Leap (Viajeros en el Tiempo), o Inception (El Origen), y les da una sensibilidad reminiscente de las series producidas por Rod Serling en los 1950s y 60s. Sin embargo, cuenta su historia en un entorno contemporáneo y completamente creíble.
Las actuaciones de su compacto pero talentoso elenco son esenciales para el desarrollo de la historia, y destacan particularmente Gyllenhaal y Monaghan, quienes tienen una gran química como pareja y se convierten en el motor emocional de la película. Gyllenhaal posee el carisma suficiente para ser un héroe al que la audiencia quiera ver triunfar y me parece que su trabajo es clave para que la película resulte tan disfrutable. Además, la breve participación de Scott Bakula debería ser disfrutada por los fans de Quantum Leap.
Source Code es una adición más a la reciente oleada de películas de ciencia ficción que buscan integrarse al mainstream disfrazando de manera inteligente los elementos más obvios del género, evitando así caer en el terreno de material discriminado por aquellos espectadores que escuchan ciencia ficción e inmediatamente asocian el término con pistolas laser y platillos voladores o algunos otros elementos igualmente predecibles.
La película aún se encuentra en exhibición en varias salas de la Ciudad de México, por lo que les sugiero verla ahora que aún tienen la oportunidad.
Absolutamente recomendada.
Supongo que siendo hijo de David Bowie no debería sorprender a nadie que Jones parezca haber decidido hacer de la ciencia ficción su género de elección, al menos para realizar en él sus primeras películas, ni tampoco que se trate de una persona talentosa y capaz de hacer las cosas a su manera aún si eso significa no contar con el apoyo de los grandes estudios de Hollywood.
Colter Stevens (Jake Gyllenhaal) es un piloto de helicóptero parte de un destacamento estacionado en Afganistán, así que cuando despierta para encontrarse a bordo de un tren camino a Chicago es comprensible que se encuentre confundido. Y más aún luego de descubrir que se encuentra ocupando el cuerpo de alguien más y que unos minutos después el tren explota matando a todos sus ocupantes. Por si eso no fuese suficientemente estresante, Stevens se ve forzado a repetirlo una y otra vez.
El Capitán Stevens es parte de un revolucionario programa experimental designado Source Code (Código Fuente) operado por una rama militar del gobierno de los Estados Unidos. El programa permite a un operativo ocupar el cuerpo de otra persona durante los últimos ocho minutos de su vida, y es utilizado para intentar determinar causas y/o culpables detrás de ataques terroristas y atentados a fin de evitar su repetición.
En este caso, la explosión del tren en cuestión fue seguida de una amenaza de ataque nuclear en el centro de Chicago, por lo que Stevens tiene que intentar descubrir al responsable del ataque a fin de prevenir ese segundo atentado.
A bordo del tren conoce a Christina Warren (Michelle Monaghan), una amiga del dueño del cuerpo que está ocupando y hacia quien empieza a desarrollar una atracción conforme repite las regresiones, al punto que decide consultar con su supervisora de misión, Colleen Goodwin (Vera Farmiga) y con el creador del Source Code, el Dr. Rutledge (Jeffrey Wright) sobre la posibilidad de intentar salvarla, junto al resto de los pasajeros del tren, algo que, aparentemente, es imposible.
Jones cuenta su historia con un ritmo rápido pero fácil de seguir y muestra gran habilidad para trabajar dentro del reducido espacio que representa el interior del tren sin que su película se vea encerrada u obscura. La historia es lo suficientemente sencilla como para que cualquiera la siga sin esfuerzo pero lo suficientemente inteligente y bien planteada como para satisfacer a quienes buscan algo más que un blockbuster veraniego.
Source Code es una entretenida película de ciencia ficción que toma elementos de películas y series tan dispares como Groundhog Day (Hechizo de Tiempo), Quantum Leap (Viajeros en el Tiempo), o Inception (El Origen), y les da una sensibilidad reminiscente de las series producidas por Rod Serling en los 1950s y 60s. Sin embargo, cuenta su historia en un entorno contemporáneo y completamente creíble.
Las actuaciones de su compacto pero talentoso elenco son esenciales para el desarrollo de la historia, y destacan particularmente Gyllenhaal y Monaghan, quienes tienen una gran química como pareja y se convierten en el motor emocional de la película. Gyllenhaal posee el carisma suficiente para ser un héroe al que la audiencia quiera ver triunfar y me parece que su trabajo es clave para que la película resulte tan disfrutable. Además, la breve participación de Scott Bakula debería ser disfrutada por los fans de Quantum Leap.
Source Code es una adición más a la reciente oleada de películas de ciencia ficción que buscan integrarse al mainstream disfrazando de manera inteligente los elementos más obvios del género, evitando así caer en el terreno de material discriminado por aquellos espectadores que escuchan ciencia ficción e inmediatamente asocian el término con pistolas laser y platillos voladores o algunos otros elementos igualmente predecibles.
La película aún se encuentra en exhibición en varias salas de la Ciudad de México, por lo que les sugiero verla ahora que aún tienen la oportunidad.
Absolutamente recomendada.
Me uno a la recomendación, la película me gustó mucho y creo que Duncan Jones aprovecha al máximo los recursos para contar la historia.
ResponderBorrarBuen blog, te invito a pasarte por el mío.
¡Saludos!
Creo que si algo queda claro tras dos películas de Duncan Jones es que tiene muy definido lo que busca con cada proyecto y se concentra en desarrollar a los personajes y contar su historia de la mejor manera posible sin preocuparse de más por el presupuesto o las facilidades.
ResponderBorrarGracias por la visita y el comentario, ya andaremos devolviendo la cortesía.
¡Saludos!