Con esta película pasó algo similar a lo acontecido con Monsters (Monstruos: Zona infectada) en el sentido que se trata de una película independiente que gracias a festivales se hizo de cierto nombre y sobre la cual jamás me hubiese imaginado que alguna distribuidora decidiese echarse el volado de traerla a México. Sé de muchos amigos y conocidos que incluso encargaron el DVD o Blu-ray, y de muchos más que la andaban buscando en versiones... eh, digamos que no precisamente oficiales.
No tengo idea de que pueda estar convenciendo a las distribuidoras de darle una oportunidad a estas películas, pero espero que lo sigan haciendo y que no se limiten solo a las películas de género o a las que empiezan a considerarse como "de culto", si no también a otras películas independientes surgidas del circuito de festivales.
Personalmente me causaba mucha curiosidad la película, misma que la mayoría de las veces encontraba descrita como "la versión nórdica de The Blair Witch Project", misma que me parece bastante acertada una vez que ya he visto la película.
Thomas (Glenn Erland Tosterud), Kalle (Tomas Alf Larsen) y Johanna (Johanna Mørck ) son un grupo de estudiantes universitarios de una pequeña ciudad noruega que realizan un documental sobre caza ilegal como proyecto escolar. La aparición de un oso muerto en una parte inusual del bosque provoca el malestar de los cazadores con permiso, quienes afirman que el oso en cuestión fue matado en otra parte y después abandonado en ese lugar. Ellos mismas ponen a los muchachos tras el rastro de Hans (Otto Jespersen), un presunto cazador furtivo.
El grupo empieza a seguir a Hans e intenta entrevistarlo, pero él se niega. De todos modos continúan siguiendo sus pasos hasta que una noche lo siguen cuando tras estacionar su camioneta se interna en el bosque.
Mientras intentan hallar su rastro perciben flashazos de luz a la distancia entre los árboles, y pronto se encuentran con el cazador, quien sale de entre los árboles a toda prisa gritando una sola advertencia: ¡Trol!
El grupo corre detrás de él sin saber a ciencia cierta que es lo que los persigue, hasta que finalmente detienen su carrera al abandonar la arboleda. Durante la huída Thomas es herido en la espalda, pero tampoco está seguro de que fue lo que lo atacó. Hans promete dejarlos filmarlo cazando con la condición de que sigan todas sus instrucciones al pie de la letra y sin protestar.
Los muchachos, intrigados, aceptan, sin saber que están a punto de embarcarse en una aventura mucho más compleja, reveladora y peligrosa de lo que se hubiesen podido imaginar. Una vez establecido que los troles son reales, el grupo decide cambiar el enfoque de su documental y concentrarse en la conspiración gubernamental que mantiene la verdad sobre estos seres oculta de la población noruega.
La película se mueve indiscriminadamente entre géneros, siendo por momentos horror, comedia y pseudo-documental. Se trata de una película sin muchas pretensiones pero bastante entretenida, sobre todo si son aficionados a los géneros de ciencia ficción, fantasía y horror, mismos que se entremezclan constantemente en esta historia sin preocuparse demasiado por las consecuencias.
El director, André Øvredal, es también el guionista de la película, y hay que reconocer su labor a la hora de montar cada escena, pues aún a pesar de trabajar con la misma técnica de cinema verité, con cámara al hombro y las características que se han vuelto tan populares en los últimos años, el trabajo se ve bien realizado.
Mención aparte merecen los efectos especiales, pues la película no tiene ni de lejos un presupuesto comparable al de las producciones hollywoodenses, y aún así tiene algunas escenas excelentemente logradas. Si bien hay un par de momentos en que es evidente el uso de miniaturas -que personalmente encuentro agradables y nostálgicas-, la gran mayoría de las escenas en que aparecen los monstruos están bastante bien logradas y no hay queja posible al respecto.
Resumiendo, Troll Hunter es una buena opción para los aficionados al cine o ficción de género, quienes seguramente saldrán del cine con una sonrisa en la boca. Película recomendada para quienes buscan un simple rato de entretenimiento sin pretensiones.
No tengo idea de que pueda estar convenciendo a las distribuidoras de darle una oportunidad a estas películas, pero espero que lo sigan haciendo y que no se limiten solo a las películas de género o a las que empiezan a considerarse como "de culto", si no también a otras películas independientes surgidas del circuito de festivales.
Personalmente me causaba mucha curiosidad la película, misma que la mayoría de las veces encontraba descrita como "la versión nórdica de The Blair Witch Project", misma que me parece bastante acertada una vez que ya he visto la película.
Thomas (Glenn Erland Tosterud), Kalle (Tomas Alf Larsen) y Johanna (Johanna Mørck ) son un grupo de estudiantes universitarios de una pequeña ciudad noruega que realizan un documental sobre caza ilegal como proyecto escolar. La aparición de un oso muerto en una parte inusual del bosque provoca el malestar de los cazadores con permiso, quienes afirman que el oso en cuestión fue matado en otra parte y después abandonado en ese lugar. Ellos mismas ponen a los muchachos tras el rastro de Hans (Otto Jespersen), un presunto cazador furtivo.
El grupo empieza a seguir a Hans e intenta entrevistarlo, pero él se niega. De todos modos continúan siguiendo sus pasos hasta que una noche lo siguen cuando tras estacionar su camioneta se interna en el bosque.
Mientras intentan hallar su rastro perciben flashazos de luz a la distancia entre los árboles, y pronto se encuentran con el cazador, quien sale de entre los árboles a toda prisa gritando una sola advertencia: ¡Trol!
El grupo corre detrás de él sin saber a ciencia cierta que es lo que los persigue, hasta que finalmente detienen su carrera al abandonar la arboleda. Durante la huída Thomas es herido en la espalda, pero tampoco está seguro de que fue lo que lo atacó. Hans promete dejarlos filmarlo cazando con la condición de que sigan todas sus instrucciones al pie de la letra y sin protestar.
Los muchachos, intrigados, aceptan, sin saber que están a punto de embarcarse en una aventura mucho más compleja, reveladora y peligrosa de lo que se hubiesen podido imaginar. Una vez establecido que los troles son reales, el grupo decide cambiar el enfoque de su documental y concentrarse en la conspiración gubernamental que mantiene la verdad sobre estos seres oculta de la población noruega.
La película se mueve indiscriminadamente entre géneros, siendo por momentos horror, comedia y pseudo-documental. Se trata de una película sin muchas pretensiones pero bastante entretenida, sobre todo si son aficionados a los géneros de ciencia ficción, fantasía y horror, mismos que se entremezclan constantemente en esta historia sin preocuparse demasiado por las consecuencias.
El director, André Øvredal, es también el guionista de la película, y hay que reconocer su labor a la hora de montar cada escena, pues aún a pesar de trabajar con la misma técnica de cinema verité, con cámara al hombro y las características que se han vuelto tan populares en los últimos años, el trabajo se ve bien realizado.
Mención aparte merecen los efectos especiales, pues la película no tiene ni de lejos un presupuesto comparable al de las producciones hollywoodenses, y aún así tiene algunas escenas excelentemente logradas. Si bien hay un par de momentos en que es evidente el uso de miniaturas -que personalmente encuentro agradables y nostálgicas-, la gran mayoría de las escenas en que aparecen los monstruos están bastante bien logradas y no hay queja posible al respecto.
Resumiendo, Troll Hunter es una buena opción para los aficionados al cine o ficción de género, quienes seguramente saldrán del cine con una sonrisa en la boca. Película recomendada para quienes buscan un simple rato de entretenimiento sin pretensiones.
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