Continuando con mi idea de irme poniendo poco a poco al corriente con todos los libros del Mundo Disco de Terry Pratchett que no he leído, toca el turno a Equal Rites, tercera novela de la serie y primera en acercarnos a las brujas de este mágico y maravilloso mundo literario.
Me queda la impresión de que fue a partir de esta novela que Pratchett definió la estructura que marcaría el rumbo a seguir en las novelas del Discworld, dedicando cada una de ellas a explorar un tema central relacioinado con algún aspecto característico del género de fantasía, pues mientras que The Colour of Magic, el primer libro, fue la introducción al Mundo Disco y sus principales características y The Light Fantastic estableció la existencia de la Unseen University y algunas reglas sobre la vida de los magos y el funcionamiento de la magia, aquí juega con muchos de los estereotipos de magos y brujas y juega con temas de feminismo y diferencia de géneros.
Un par de años antes de la aparición de este libro, publicado en 1987, Pratchett había dado una charla acerca de magia y problemas de género, sobre los que ahondaría a la hora de escribir la novela. La charla en cuestión se titula Why Gandalf Never Married (Por qué Gandalf Nunca se Casó) y pueden leer una transcripción -en inglés- siguiendo este enlace.
No hay número más representativo de la magia en el Mundo Disco que el ocho, como aprendimos desde The Colour of Magic, y esa es una de las razones por las que los mejores magos son aquellos que fueron el octavo hijo de un octavo hijo. Drum Billet, un viejo y poderoso mago, lo sabe, y es por eso que ha viajado hasta las lejanas montañas Ramtops para legar su staff a un octavo hijo de un octavo hijo que está a punto de nacer, para así encaminarlo en el mundo de la magia.
Así es como llega a casa del herrero Smith, quien recibe de buen agrado la noticia de que habrá un mago en la familia. Apenas se escucha el llanto del bebé, Billet exige lo traigan ante él y, pese a las protestas de Granny Weatherwax, la matrona que acaba de traer al bebé al mundo, hace la entrega ritual de su staff al bebé y, una vez cumplido su objetivo, muere.
Demasiado tarde para cambiar las cosas, Granny explica a Smith la razón de sus protestas: el bebé es una niña, y nunca en la historia del mundo disco ha habido una mujer entre los magos, pues ni siquiera se les permite el ingreso a la Unseen University. Tras intentar infructuosamente destruir el staff, ambos deciden ocultarlo y esperar que nunca sea necesario utilizarlo ni explicar a la niña lo que pasó cuando nació o lo que se supone habría de ser su destino.
Sin embargo, cuando la niña, cuyo nombre es Eskarina pero a quien todo mundo llama simplemente Esk, cumple ocho años, empieza a presentarse evidencia de que el staff, aún a distancia, le confiere poderes que están fuera de su control. Tras intentar entrenarla para convertirse en una bruja, Granny decide que el poder en juego es demasiado grande, por lo que decide acompañarla hasta Ankh-Morpork para intentar enrolarla en la Unseen University como estudiante.
Su intento de ingresar a la Universidad fracasa, pero Granny encuentra la manera de que Esk pueda pasar tiempo dentro de la escuela con la idea de que poco a poco pueda hacerse con los conocimientos necesarios para utilizar sus poderes. Durante el viaje, Esk a Simon, un joven aprendiz de quien se esperan grandes cosas. Durante su estancia en la Universidad Esk presencia el progreso de Simon, quien ha desarrollado una revolucionaria manera de ver al mundo, reduciéndolo a sus componentes matemáticos.
El problema es que su magia es tan poderosa que inadvertidamente abre un portal hacia las Dimensiones Oscuras, donde antiguos seres esperan la oportunidad de causar estragos en el mundo. El potencial desastre obliga una alianza entre Granny y el rector de la Universidad, quienes tendrán que dejar atrás sus diferencias y todos los prejuicios de género para intentar salvar al mundo y, de ser posible, también a sus protegidos.
Pratchett le saca todo el provecho posible a las convenciones y estereotipos de lo que debe ser un mago o una bruja, acentuando la soberbia de los magos y su uso de fórmulas matemáticas y geometría para acceder a la magia, así como la comunión con la naturaleza y la prevalecencia de herbología y cabezología como sustitutos aceptables de la magia por parte de las brujas, aprovechando además para deslizar bromas de índole sexual, pero siempre dentro de los límites del buen gusto y sin pasarse con el tono.
Como es de esperarse, se trata de una novela sumamente divertida, además de resultar una lectura bastante ligera pues, a diferencia de entregas posteriores de la serie, es bastante breve y concisa.
Lectura ampliamente recomendada para cualquier aficionado a la literatura fantástica o quien disfrute de un sano e inteligente sentido del humor.
Me queda la impresión de que fue a partir de esta novela que Pratchett definió la estructura que marcaría el rumbo a seguir en las novelas del Discworld, dedicando cada una de ellas a explorar un tema central relacioinado con algún aspecto característico del género de fantasía, pues mientras que The Colour of Magic, el primer libro, fue la introducción al Mundo Disco y sus principales características y The Light Fantastic estableció la existencia de la Unseen University y algunas reglas sobre la vida de los magos y el funcionamiento de la magia, aquí juega con muchos de los estereotipos de magos y brujas y juega con temas de feminismo y diferencia de géneros.
Un par de años antes de la aparición de este libro, publicado en 1987, Pratchett había dado una charla acerca de magia y problemas de género, sobre los que ahondaría a la hora de escribir la novela. La charla en cuestión se titula Why Gandalf Never Married (Por qué Gandalf Nunca se Casó) y pueden leer una transcripción -en inglés- siguiendo este enlace.
No hay número más representativo de la magia en el Mundo Disco que el ocho, como aprendimos desde The Colour of Magic, y esa es una de las razones por las que los mejores magos son aquellos que fueron el octavo hijo de un octavo hijo. Drum Billet, un viejo y poderoso mago, lo sabe, y es por eso que ha viajado hasta las lejanas montañas Ramtops para legar su staff a un octavo hijo de un octavo hijo que está a punto de nacer, para así encaminarlo en el mundo de la magia.
Así es como llega a casa del herrero Smith, quien recibe de buen agrado la noticia de que habrá un mago en la familia. Apenas se escucha el llanto del bebé, Billet exige lo traigan ante él y, pese a las protestas de Granny Weatherwax, la matrona que acaba de traer al bebé al mundo, hace la entrega ritual de su staff al bebé y, una vez cumplido su objetivo, muere.
Demasiado tarde para cambiar las cosas, Granny explica a Smith la razón de sus protestas: el bebé es una niña, y nunca en la historia del mundo disco ha habido una mujer entre los magos, pues ni siquiera se les permite el ingreso a la Unseen University. Tras intentar infructuosamente destruir el staff, ambos deciden ocultarlo y esperar que nunca sea necesario utilizarlo ni explicar a la niña lo que pasó cuando nació o lo que se supone habría de ser su destino.
Sin embargo, cuando la niña, cuyo nombre es Eskarina pero a quien todo mundo llama simplemente Esk, cumple ocho años, empieza a presentarse evidencia de que el staff, aún a distancia, le confiere poderes que están fuera de su control. Tras intentar entrenarla para convertirse en una bruja, Granny decide que el poder en juego es demasiado grande, por lo que decide acompañarla hasta Ankh-Morpork para intentar enrolarla en la Unseen University como estudiante.
Su intento de ingresar a la Universidad fracasa, pero Granny encuentra la manera de que Esk pueda pasar tiempo dentro de la escuela con la idea de que poco a poco pueda hacerse con los conocimientos necesarios para utilizar sus poderes. Durante el viaje, Esk a Simon, un joven aprendiz de quien se esperan grandes cosas. Durante su estancia en la Universidad Esk presencia el progreso de Simon, quien ha desarrollado una revolucionaria manera de ver al mundo, reduciéndolo a sus componentes matemáticos.
El problema es que su magia es tan poderosa que inadvertidamente abre un portal hacia las Dimensiones Oscuras, donde antiguos seres esperan la oportunidad de causar estragos en el mundo. El potencial desastre obliga una alianza entre Granny y el rector de la Universidad, quienes tendrán que dejar atrás sus diferencias y todos los prejuicios de género para intentar salvar al mundo y, de ser posible, también a sus protegidos.
Pratchett le saca todo el provecho posible a las convenciones y estereotipos de lo que debe ser un mago o una bruja, acentuando la soberbia de los magos y su uso de fórmulas matemáticas y geometría para acceder a la magia, así como la comunión con la naturaleza y la prevalecencia de herbología y cabezología como sustitutos aceptables de la magia por parte de las brujas, aprovechando además para deslizar bromas de índole sexual, pero siempre dentro de los límites del buen gusto y sin pasarse con el tono.
Como es de esperarse, se trata de una novela sumamente divertida, además de resultar una lectura bastante ligera pues, a diferencia de entregas posteriores de la serie, es bastante breve y concisa.
Lectura ampliamente recomendada para cualquier aficionado a la literatura fantástica o quien disfrute de un sano e inteligente sentido del humor.
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