Aun luchando por ponerme al día con el blog y las múltiples películas y libros que nunca comenté, he decidido alternar mis comentarios sin respetar necesariamente el orden cronológico en el que vi o leí las cosas. Empezamos con la secuela de Thor, estrenada hace algunas semanas y todavía en exhibición en algunas salas alrededor de México.
Kenneth Branagh, quien dirigiese la primera película de Thor, optó por hacerse a un lado para la secuela, citando las restricciones impuestas por la fecha de estreno programada con tanta anticipación. Para remplazarlo, Marvel Studios contrató los servicios de Alan Taylor, un director que hace más de una década que no trabajaba en cine, pero quien se ha hecho de fama por su trabajo dirigiendo episodios de series de televisión como Deadwood, Rome, The Sopranos, Mad Men, Bored to Death y, más recientemente, Game of Thrones.
La historia de Thor: The Dark World (Thor: Un Munsdo Oscuro) transcurre, dentro de la cronología del Universo fílmico de Marvel, en los meses posteriores a los sucesos de Avengers. La Dra. Jane Foster (Natalie Portman) ha intentado sumergirse en su trabajo para no seguir preocupándose por la ausencia de Thor, quien no ha hecho intento por comunicarse con ella y no ha sido visto en la Tierra desde la batalla de Nueva York. Cuando su asistente, Darcy (Kat Dennings) le informa de la aparición de patrones de energía similares a los detectados alrededor de Thor y los otros asgardianos, se lanza a investigar, sin saber que su descubrimiento pondrá en riesgo no sólo a la Tierra, si no a los Nueve Reinos.
Mientras tanto, Thor (Chris Hemsworth), a petición de su padre, Odin (Anthony Hopkins), ha pasado todo este tiempo aplacando los diversos levantamientos iniciados tras las acciones de Loki, pacificando uno a uno los Nueve Reinos con la ayuda de sus amigos, Lady Sif (Jamie Alexander), Volstagg (Ray Stevenson), Fandral (Zachary Levi) y Hogun (Tadanobu Asano) y ahora, finalmente puede tomarse un respiro para intentar retomar su vida en Asgard.
Ahí descubrimos que durante todo este tiempo le ha pedido a Heimdall (Idris Elba) mantener un ojo en Jane. Cuando Heimdall le informa que no puede verla en ninguno de los reinos, Thor viaja a la Tierra para buscarla. Al presenciar uno de los efectos secundarios del descubrimiento de Jane, Thor la lleva a Asgard tratando de averiguar lo que sucede. Lo que Jane encontró es una antigua forma de energía utilizada por los Elfos Oscuros, antiguos enemigos de Asgard, quienes pretenden utilizarla para sumir al Universo en las tinieblas.
Tras sufrir un ataque elfo en la propia Asgard, Thor decide que el peligro es demasiado grande y elabora un plan para intentar salvar a Jane e impedir que los Elfos y su desquiciado líder, Malekith (Christopher Eccleston) puedan cumplir su cometido, y para ello necesitará la ayuda de su medio hermano, Loki (Tom Hiddleston).
La película es superior a su predecesora, en parte porque tiene la ventaja de no tener que lidiar con la introducción de los personajes o su mitología, y en parte por el balance conseguido en el tono para contar la historia. Tras unos primeros minutos saturados de información, necesaria para completar el planteamiento de la historia, la película se convierte en una aventura.
Las secuencias de acción son complementadas con momentos de drama y comedia, pero todo ello de una manera bastante balanceada, evitando convertirse en una sucesión de peleas, pero sin excederse ni en el drama, ni en la comedia, y evitando elegantemente un par de momentos donde el humor parecía correr el riesgo de convertir la película en una farsa.
El guión comenzó a ser trabajado por Don Payne, guionista de la película anterior, pero quien lamentablemente falleció víctima de cáncer antes de terminarlo. Esto provocó la inclusión de otros tres guionistas, incluyendo a Christopher Yost, escritor de Marvel Comics, y quien desde hace un par de años ejerce como una especie de editor de historias en Marvel Studios, además de servir como enlace con Marvel Comics, coordinando los encuentros entre la gente de Hollywood de la Casa de las Ideas.
No deja de sorprender el carisma de Tom Hiddleston, quien prácticamente se roba el protagonismo de la película, llevándome a pensar que muy probablemente será cuestión de tiempo antes de que el estudio se de cuenta del enorme potencial de producir un spinoff. Después de todo, existe una razón para Hiddleston sea el actor más buscado en los eventos promocionales, para que Loki se haya convertido en el cosplay más popular en las principales convenciones de comics.
En resumen, Thor: The Dark World, es la clase de película que puede disfrutar público de todas las edades, y a mi juicio confirma la intención principal (además de los obvios motivos económicos, claro) de Marvel Studios con sus películas, misma que parece encajar dentro de la filosofía original de Disney, estudio propietario de Marvel: diversión y sano entretenimiento para toda la familia.
Película altamente recomendada para quienquiera que busque un par de horas de simple entretenimiento y sin pretensiones de grandeza.
Kenneth Branagh, quien dirigiese la primera película de Thor, optó por hacerse a un lado para la secuela, citando las restricciones impuestas por la fecha de estreno programada con tanta anticipación. Para remplazarlo, Marvel Studios contrató los servicios de Alan Taylor, un director que hace más de una década que no trabajaba en cine, pero quien se ha hecho de fama por su trabajo dirigiendo episodios de series de televisión como Deadwood, Rome, The Sopranos, Mad Men, Bored to Death y, más recientemente, Game of Thrones.
La historia de Thor: The Dark World (Thor: Un Munsdo Oscuro) transcurre, dentro de la cronología del Universo fílmico de Marvel, en los meses posteriores a los sucesos de Avengers. La Dra. Jane Foster (Natalie Portman) ha intentado sumergirse en su trabajo para no seguir preocupándose por la ausencia de Thor, quien no ha hecho intento por comunicarse con ella y no ha sido visto en la Tierra desde la batalla de Nueva York. Cuando su asistente, Darcy (Kat Dennings) le informa de la aparición de patrones de energía similares a los detectados alrededor de Thor y los otros asgardianos, se lanza a investigar, sin saber que su descubrimiento pondrá en riesgo no sólo a la Tierra, si no a los Nueve Reinos.
Mientras tanto, Thor (Chris Hemsworth), a petición de su padre, Odin (Anthony Hopkins), ha pasado todo este tiempo aplacando los diversos levantamientos iniciados tras las acciones de Loki, pacificando uno a uno los Nueve Reinos con la ayuda de sus amigos, Lady Sif (Jamie Alexander), Volstagg (Ray Stevenson), Fandral (Zachary Levi) y Hogun (Tadanobu Asano) y ahora, finalmente puede tomarse un respiro para intentar retomar su vida en Asgard.
Ahí descubrimos que durante todo este tiempo le ha pedido a Heimdall (Idris Elba) mantener un ojo en Jane. Cuando Heimdall le informa que no puede verla en ninguno de los reinos, Thor viaja a la Tierra para buscarla. Al presenciar uno de los efectos secundarios del descubrimiento de Jane, Thor la lleva a Asgard tratando de averiguar lo que sucede. Lo que Jane encontró es una antigua forma de energía utilizada por los Elfos Oscuros, antiguos enemigos de Asgard, quienes pretenden utilizarla para sumir al Universo en las tinieblas.
Tras sufrir un ataque elfo en la propia Asgard, Thor decide que el peligro es demasiado grande y elabora un plan para intentar salvar a Jane e impedir que los Elfos y su desquiciado líder, Malekith (Christopher Eccleston) puedan cumplir su cometido, y para ello necesitará la ayuda de su medio hermano, Loki (Tom Hiddleston).
La película es superior a su predecesora, en parte porque tiene la ventaja de no tener que lidiar con la introducción de los personajes o su mitología, y en parte por el balance conseguido en el tono para contar la historia. Tras unos primeros minutos saturados de información, necesaria para completar el planteamiento de la historia, la película se convierte en una aventura.
Las secuencias de acción son complementadas con momentos de drama y comedia, pero todo ello de una manera bastante balanceada, evitando convertirse en una sucesión de peleas, pero sin excederse ni en el drama, ni en la comedia, y evitando elegantemente un par de momentos donde el humor parecía correr el riesgo de convertir la película en una farsa.
El guión comenzó a ser trabajado por Don Payne, guionista de la película anterior, pero quien lamentablemente falleció víctima de cáncer antes de terminarlo. Esto provocó la inclusión de otros tres guionistas, incluyendo a Christopher Yost, escritor de Marvel Comics, y quien desde hace un par de años ejerce como una especie de editor de historias en Marvel Studios, además de servir como enlace con Marvel Comics, coordinando los encuentros entre la gente de Hollywood de la Casa de las Ideas.
No deja de sorprender el carisma de Tom Hiddleston, quien prácticamente se roba el protagonismo de la película, llevándome a pensar que muy probablemente será cuestión de tiempo antes de que el estudio se de cuenta del enorme potencial de producir un spinoff. Después de todo, existe una razón para Hiddleston sea el actor más buscado en los eventos promocionales, para que Loki se haya convertido en el cosplay más popular en las principales convenciones de comics.
En resumen, Thor: The Dark World, es la clase de película que puede disfrutar público de todas las edades, y a mi juicio confirma la intención principal (además de los obvios motivos económicos, claro) de Marvel Studios con sus películas, misma que parece encajar dentro de la filosofía original de Disney, estudio propietario de Marvel: diversión y sano entretenimiento para toda la familia.
Película altamente recomendada para quienquiera que busque un par de horas de simple entretenimiento y sin pretensiones de grandeza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Opiniones, quejas, comentarios?