Para el cuarto día del Inktober 2015 decidí voltear hacia otro de mis personajes favoritos: Usagi Yojimbo. Este ronin (samurai sin amo) es creación de Stan Sakai, y por más de 20 años ha sido de manera consistente uno de los mejores cómics en el mercado estadounidense.
Es común que la gente se deje engañar por la primera impresión, y es que tratándose de un conejo vestido como samurai es difícil no pensar que es una de las incontables parodias de animales y artes marciales que han aparecido a lo largo de los años. Sin embargo, nada que ver. Sakai es de ascendencia japonesa, y el respeto a la cultura de sus ancestros se percibe en cada página de su obra.
El personaje central, Miyamoto Usagi, está basado parcialmente en la figura de un legendario samurai real, Miyamoto Musashi, y aunque algunas de sus historias presentan momentos de humor, se trata de un cómic serio que explora el japón feudal a través de los ojos de un honorable guerrero con un inquebrantable código ético, en una lectura que resulta a la vez entretenida y educativa.
Como ya es costumbre, ofrezco dos versiones del escaneo de la pieza, una en plastas de negro, que ayuda a limpiar el dibujo, y una más en escala de grises, que permite apreciar el trazo de mejor manera, revelando aciertos y defectos de una manera más cercana a lo que ocurre al ver el original.
En esta ocasión la referencia fue un dibujo de un niño samurai que encontré hace algún tiempo. Ignoro a qué proyecto pertenezca o quien sea el autor, pero lo incluyo junto a estas líneas. Los ajustes, además de la cabeza y rostro de Usagi, incluyeron eliminar un dedo en la mano y ajustar el patrón del kimono al que Usagi porta en los cómics. Espero haberle hecho justicia a éste personaje que tanto me gusta.
Con esto completo las publicaciones correspondientes al fin de semana, y por la noche agregaré la del día de hoy que, entre otras cosas, me ha permitido hallar un patrón, aunque no estoy seguro de ceñirme a él por el resto del reto.
Es común que la gente se deje engañar por la primera impresión, y es que tratándose de un conejo vestido como samurai es difícil no pensar que es una de las incontables parodias de animales y artes marciales que han aparecido a lo largo de los años. Sin embargo, nada que ver. Sakai es de ascendencia japonesa, y el respeto a la cultura de sus ancestros se percibe en cada página de su obra.
El personaje central, Miyamoto Usagi, está basado parcialmente en la figura de un legendario samurai real, Miyamoto Musashi, y aunque algunas de sus historias presentan momentos de humor, se trata de un cómic serio que explora el japón feudal a través de los ojos de un honorable guerrero con un inquebrantable código ético, en una lectura que resulta a la vez entretenida y educativa.
Como ya es costumbre, ofrezco dos versiones del escaneo de la pieza, una en plastas de negro, que ayuda a limpiar el dibujo, y una más en escala de grises, que permite apreciar el trazo de mejor manera, revelando aciertos y defectos de una manera más cercana a lo que ocurre al ver el original.
En esta ocasión la referencia fue un dibujo de un niño samurai que encontré hace algún tiempo. Ignoro a qué proyecto pertenezca o quien sea el autor, pero lo incluyo junto a estas líneas. Los ajustes, además de la cabeza y rostro de Usagi, incluyeron eliminar un dedo en la mano y ajustar el patrón del kimono al que Usagi porta en los cómics. Espero haberle hecho justicia a éste personaje que tanto me gusta.
Con esto completo las publicaciones correspondientes al fin de semana, y por la noche agregaré la del día de hoy que, entre otras cosas, me ha permitido hallar un patrón, aunque no estoy seguro de ceñirme a él por el resto del reto.
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