Actualización ocular

Si aún visitan este espacio, notarán que está casi abandonado. Si quieren leer lo que escribo de forma regular, visiten La Hoguera de las Necedades, que actualizó varias veces por semana. Al avisar que me mudaría allá, mencioné que agregaría aquí cualquier actualización en los avances de mi salud ocular, y esto es lo que publiqué hace un rato sobre mi más reciente visita al especialista.

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El pasado viernes por la tarde tuve cita con el retinólogo. La cicatrización y sanación va de acuerdo a lo esperado y todo apunta a que no será necesario dejarme el aceite de silicón en el interior del ojo una vez cumplidos los seis meses recomendados. Eso quiere decir que, a menos que surja algún imprevisto, en algún momento de la segunda mitad de febrero estaré ingresando al quirófano para que remuevan el silicón de mi ojo derecho.

Ése fue el ojo que me operaron a inicios de agosto, así que en febrero se cumplen los seis meses de convalecencia y recuperación, y ya que no hay rastros de hemorragia, de nuevos vasos sanguíneos ni de algún otro problema que pudiera poner en riesgo la retina, mi próxima cita, tentativamente programada para el 10 de febrero, sería sólo para confirmar el avance y enviarme al departamento de programación para ponerle fecha a la intervención para extraer el silicón.

Como podrán imaginarse, eso me emociona bastante. No sólo por la buena noticia de que la cirugía cumplió con éxito con su objetivo y porque mi ojo derecho está en perfecto estado, sino porque una vez retirado el silicón recuperaré la visión al 100% en ese ojo, lo que implica que ya no dependeré de alguien más para salir a la calle o realizar muchas tareas simples, y podré retomar la mayoría de mis actividades de forma normal. ¡Incluso podré volver a ir al cine!

En cuanto al ojo izquierdo, la última cirugía tuvo lugar en octubre, así que si el avance en la recuperación es similar, probablemente en abril se buscaría la fecha más adecuada para retirar también el silicón y dejar atrás este complicado trance. Así que ahora sólo debo armarme de paciencia y seguir con los cuidados y recomendaciones que me fueron indicados para evitar que se repitan las condiciones que provocaron el problema en primer lugar.

Agradezco a todos los que han estado al pendiente de mi estado y más aún a quienes de una u otra forma me han ayudado a sobrellevar esta situación, ya sea de forma económica o moral. En verdad lo aprecio mucho.