abril 13, 2009

Frightening Curves

Hace algunas semanas, cuando comenté la novela gráfica Three Days in Europe, mencioné que su autor, Antony Johnston, había debutado como escritor de ficción en el 2001 con una novela ilustrada, Frightening Curves. Lo que no mencioné fue que yo adquirí esa novela cuando salió, pero jamás la había leído completa en todos estos años. Podría pensar en muchos pretextos o excusas para guardar tanto tiempo un libro, pero no creo que tenga mayor importancia. Digo, no es como si hubiese pasado todo ese tiempo sin leer nada, así que no sé si necesite justificarme, pero de todos modos quisiera comentar un par de razones.
  • 1) La historia empieza muy lento. El personaje principal no parece lo suficientemente interesante como para generar empatía en el lector, y no se vislumbra cual pudiese ser el conflicto que servirá como base para la historia.
  • 2) La fuente tipográfica elegida para la impresión es demasiado pequeña para resultar cómoda de leer, particularmente para quienes acostumbran cargar con el libro para leer en tránsito, durante colas o tiempos muertos donde quiera que uno se encuentre. A la derecha pueden ver una foto del libro abierto junto a un CD para dar una idea de la escala.
Después de recordar el libro gracias a Three Days in Europe decidí sacarlo del librero y leerlo de una vez por todas, y me alegro de haberlo hecho. La fuente es demasiado pequeña para que la lectura sea cómoda, pero eso no quiere decir que sea ilegible, y una vez que pasan los primeros capítulos la historia realmente empieza a despegar sin necesidad de que el protagonista sea un personaje atractivo.

El protagonista de Frightening Curves (Curvas Tenebrosas) es Phil London, un detective privado como seguramente hay cientos en cualquier metrópolis del mundo. Lo que hace diferente a London es su pasado, pues trabajó primero en la división de Crimen Organizado de la policía de Londres y después como agente de Section 5, una organización policiaca secreta al servicio del gobierno especializada en casos que involucran magia y/o fenómenos paranormales. London posee limitadas habilidades extrasensoriales, pero tras la muerte de su esposa, quien se arrojó a las vías del tren subterráneo de Londres estando embarazada, decidió renunciar.

La pensión que percibe de S5 por los años de servicio es más que suficiente para vivir tranquilo, así que sus actividades como detective privado son una forma de mantenerse ocupado. No es una mala vida, y sin duda sería mucho mejor si no viera constantemente al fantasma de su mujer.

Su vida está a punto de cambiar drásticamente, pues fuerzas más allá de su entendimiento conspiran para despertar a un antiguo mal prisionero baje las calles de la ciudad y London parece ser particularmente necesario para sus planes. Cuando S5 reaparece en su vida y se mezcla con un caso para el que acaba de ser contratado no hay escape posible y London se verá forzado a tomar un partido y aceptar que tiene un papel importante dentro del bajo mundo mágico de Londres.

La historia está ilustrada por Aman Chaudary, quien realizó casi 40 ilustraciones a color, las cuales aparecen a intervalos regulares a lo largo de todo el libro. El tono de la narración con un innegable aire noir y la presencia de abundantes ilustraciones remiten a uno de inmediato a los viejos pulps, pero la historia no tiene nada de vieja o tradicional. El Londres que Johnston retrata es una ciudad antigua, llena de misterios y secretos que nadie quiere encontrar o revelar., justo como el que se puede encontrar en las páginas de cualquier historia de Hellblazer. Magos, místicos, antiguas sectas y clubes oscurantistas, e incluso celebridades reales de la antigüedad que aparecen en flashbacks, combinados con los vagabundos y desposeídos que habitan debajo de la ciudad crean el entorno perfecto para una historia de magia en una de las ciudades más antiguas del mundo.

Un detalle curioso de la historia es que originalmente se creó sin pensar en llegar a verla en forma impresa, pues la primera parte de la historia se publicó de manera serializada en la revista en línea Reactor, donde durante trece semanas, de enero a abril del 2000, apareció un capítulo nuevo cada semana. La demanda de los lectores por el resto de la historia llevó a la búsqueda de un nuevo hogar para el serial, pero en vez de seguir apareciendo en línea lograron un contrato con Cyberosia Publishing para la publicación de la novela entera. Todo el proceso creativo se dio vía internet, pues Aman, Antony y Chad Michael Ward, el editor de Reactor que solicitó originalmente la colaboración de ambos, se conocieron en persona hasta varios meses después de la publicación de la novela, convirtiéndola sin lugar a dudas, en una novela del siglo XXI.

Imagino que aficionados a series como X-Files o Torchwood, y películas como Prophecy (no confundir con The Omen) encontrarán que es justo la clase de historia que les puede gustar. Recomendada igualmente para los seguidores de comics como Hellblazer, Swamp Thing y demás títulos de fantasía oscura.

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