
Afortunadamente para nosotros se vino la temporada de éxitos y la película empezó a acaparar nominaciones a diestra y siniestra, tanto en premios de la crítica como en aquellos otorgados por el público, lo que llevó a que la película finalmente alcanzara las pantallas de nuestro país en enero, junto con el acostumbrado paquete de cintas nominadas al Oscar que las distribuidoras ignoran cada año hasta que se aparecen entre las nominadas al premio de la Academia.
La película está basada en la novela del mismo nombre de John Sallis, y originalmente sería dirigida por Neil Marshall y protagonizada por Hugh Jackman. Cuando estos tomaron otros proyectos, los productores contactaron a Ryan Gosling para ofrecerle el papel principal. Una vez que aceptó, le dieron la oportunidad de elegir al director con quien quería trabajar, y el actor eligió al realizador danés de películas de culto Nicolas Winding Refn, que con esto hizo su debut en Hollywood.

A pesar de su naturaleza taciturna y solitaria, el joven conductor se siente atraído por su vecina Irene (Carey Mulligan), una joven madre cuyo marido está en prisión, y con quien empieza a tratar luego de que ésta tiene un problema con su auto en el supermercado.

El conductor decide ayudarlo y se ofrece a darle el mismo servicio que ofrece a sus clientes nocturnos durante el asalto a una casa de empeño que sus acreedores le están pidiendo realizar como pago de su deuda. Todo parece ir bien hasta que se presenta un tiroteo que revela que la operación era algo más que un simple robo.

La película va más allá de los convencionalismos del cine de acción actual por su peculiar manejo de los personajes, concentrándose en su desarrollo en vez de dejar que sean las secuencias de acción las que marquen el ritmo de la película.

El personaje principal es lo que se lleva la película, pues Gosling hace un extraordinario trabajo recreando a la clase de héroe (¿o es antihéroe?) como los que lanzaron a la fama a actores como Clint Eastwood o Steve McQueen, callados e introspectivos, pero con una clara intención detrás de cada uno de sus actos.
Las actuaciones son en general bastante sobresalientes, y la forma en que el director maneja tanto historia como personajes le da un toque distintivo a la película, convirtiendo a Drive en una agradable sorpresa en una época en que Hollywood parece incapaz de romper sus propios moldes, y en la propuesta más fresca dentro del género que he podido ver desde Brother (Capo), de Takeshi Kitano.
Absolutamente recomendada.
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