junio 15, 2012

Reseña: Snow White and the Huntsman

Es bien sabido que Hollywood tiende mucho a regirse por modas, y que cuando una tiene buenos resultados económicamente hablando, se extiende hasta donde les sea posible seguirla explotando. En ocasiones les funciona muy bien, como es el caso actualmente con las películas de superhéroes, y en otras no tanto, en cuyo caso suelen caer al olvido hasta que sea tiempo de intentarlo de nuevo, como ha ocurrido ya un par de veces con los videojuegos.

Aparentemente una de estas modas en la actualidad es "reimaginar" los cuentos clásicos infantiles, pues ya tuvimos recientemente la versión de Tim Burton de Alice in Wonderland, y este año llevamos ya dos versiones completamente diferentes de Blanca Nieves. Precisamente es a la segunda de éstas que voy a dedicar las siguientes líneas, pero eso no quiere decir que no haya más películas basadas en cuentos de hadas en nuestro futuro cercano.

Por ejemplo, están en pre-producción al menos dos películas dedicadas a las brujas que usualmente son las antagonistas en estas historias, Wicked y Maleficient, protagonizadas por las villanas de The Wizard of Oz y Sleeping Beauty, respectivamente. Si Snow White and the Huntsman sirve como indicativo, puede no ser mala idea dar protagonismo a las brujas. Pero me estoy adelantando.

Había una vez un reino próspero y feliz donde todo mundo adoraba a sus reyes, pero el cual se vio sumido en la tristeza a la muerte de la reina. Una fuerza invasora se convirtió en el pretexto para sacar al rey de su melancolía, y tras la batalla conoció a Ravenna (Charlize Theron), quedando prendado de ella inmediatamente. Sin embargo, una vez convertida en reina, Ravenna resultó ser algo mucho más oscuro y peligroso que una hermosa doncella.

Tras asesinar al rey y suplantar a toda la corte con gente de su confianza y su propio ejército, Ravenna se convierte en la implacable gobernante del otrora feliz reino, el cual bajo su oscuro reinado y por arte de magia se convierte en un lugar triste y oscuro, lleno de parajes desolados y extrañas criaturas.

Snow White (Kristen Stewart) es la hija del rey, quien era apenas una niña cuando su padre fue asesinado y desde entonces está prisionera en una de las torres del castillo. Convertida ya en una mujer, Snow White representa una amenaza para la reina, pues su belleza puede romper la magia que mantiene a Ravenna joven y bella. Por otro lado, su vida también puede significar aún más poder para la reina, por lo que resulta providencial que consiga escapar gracias a un fortuito incidente.

Tras escapar del castillo, Snow White se pierde en el bosque oscuro, un tenebroso lugar temido por todos y donde ni siquiera el poder de la reina puede llegar. Decidida a recapturar a la joven princesa, Ravenna ofrece un gran premio a un cazador (Chris Hemsworth) a cambio de que guíe a sus hombres al bosque y les ayude a atrapar a la joven. Sin embargo, una vez que la encuentran, el cazador decide no entregarla a la reina y huye con ella.

Tras algunas aventuras en el bosque, un mágico encuentro en un santuario escondido y un breve roce con una muerte aparente causada por cierta manzana, Snow White es reunida con algunos nobles que se mantienen fieles a la memoria de su padre -además de una pequeña banda de enanos dispuestos a morir por ella- y con su ayuda pretende arrebatar su reino a Ravenna cueste lo que cueste.

La película resulta medianamente entretenida y tiene unos visuales maravillosos, pero se siente un tanto hueca y deja la sensación de un producto a medio terminar. Revisando algunas fotos e imágenes promocionales descubrí que el papel de un personaje cambió radicalmente, y sospecho que esto se dio ya avanzada la producción, lo que explicaría esa sensación de trabajo terminado con gran apuro.


Hay varios momentos interesantes en la película y un par de temas son tratados de manera muy interesante pero demasiado brevemente, pero no quisiera comentarlos pues revelaría parte de la trama y mi política siempre ha sido evitar los spoilers. Hasta donde puedo ver, se trata del debut del director, Rupert Sanders, y ni siquiera el IMDB me puede decir nada sobre él. Por lo pronto puedo decir que parece tener capacidad para crear visuales interesantes, pero respecto a su habilidad narrativa me reservo cualquier opinión hasta no ver algo más.


De las actuaciones, sobra decir que Charlize Theron se roba la película con un personaje lleno de matices y que va más allá de la simple madrastra malvada que además es bruja. Se trata de un personaje complejo que resulta tanto víctima como victimaria, y sin duda fue un acierto de casting elegir a la talentosa belleza sudafricana para interpretarla. Stewart cumple en su papel de doncella en apuros, pues hay que reconocer que a pesar de sus limitaciones no es una mala actriz, amén de su dudosa selección de trabajos.

Lo que verdaderamente me sorprendió fue lo que hicieron con los enanos, pues en lugar de recurrir a la gran cantidad de actores que hay con esa peculiaridad física, se optó por utilizar a actores de talla normal y recurrir a trucos de cámara y efectos especiales para convertirlos en enanos. ¿Para qué emplear a actores tan talentosos como Ian McShane, Bob Hoskins, Ray Winstone, Nick Frost, Eddie Marsan y Toby Jones, si casi no los iban a usar? No lo entiendo.



A fin de cuentas Snow White and the Huntsman es una película medianamente entretenida que pudiese resultar del agrado de los aficionados a las historias de fantasía, de las fanáticas de las Princesas Disney que esperan un twist diferente en las historias tradicionales, y de alguno que otro espectador casual sin demasiadas exigencias que pueda hallarse satisfecho con algo de dulce ocular. Honestamente, si quieren una versión diferente de Blancanieves, deberían adaptar Snow, Glass and Apples, de Neil Gaiman.

Recomendada solo si no tienen nada mejor que hacer con dos horas de su vida y desean ver algo bonito.

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